Capítulo 38.

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-Nicky, estas preciosa – digo admirando a la chica que acaba de salir del probador, metida en un precioso vestido rojo con escote de corazón y que le queda por encima de la rodilla. Le queda perfecto, parece hecho a su medida.

-¿Tu crees? ¿No lo ves demasiado extravagante para la fiesta? - pregunta dando vueltas en frente del espejo para poder verse desde todos los ángulos

-Este vestido ha estado esperando por ti, si no te lo llevas tú te lo compraré yo – digo sonriendo

Y es que realmente le queda genial, después de unos diez vestidos por fin ha encontrado uno perfecto para ella, y que vestido.

-Decidido, me lo llevo – sonríe girándose hacia mi - ¿Que te llevas tu?

Buena pregunta.

Después de visitar tres tiendas de ropa aún no he encontrado nada que me gusta, o son de monjas o son de putas, sin termino intermedio. No suelo ser tan complicada a la hora de comprar ropa, pero esta vez nada llama mi atención lo suficiente como para gastarme el dinero en ella.

-Aún no lo sé, no encuentro nada – respondo

-¿No hay nada que te llame la atención? - pregunta Nicky desde el interior del probador – Hay muchos vestidos en esta tienda, seguro que alguno te gusta

Paso la mano por las perchas de madera llenas de vestidos de mil colores diferentes que hay en la tienda, intentando encontrar alguno que llegue a agradarme, pero parece que ninguno lo hace. Muy colorido, muy escotado, muy de puta, muy largo... Nada.

-¿Te decides o que? - Aparece Nicky detrás de mi ya vestida con su ropa y el vestido estirado en su brazo derecho

-Nada – niego con la cabeza – mejor vamos a otra tienda

-Está bien, pago esto y nos vamos.

Asiento con la cabeza y nos dirigimos hacía el mostrados para pagar

-¿Donde quieres ir ahora? - pregunta una vez que estamos fuera de la tienda

-Vamos a dar una vuelta, si veo algo que me gusta, entramos – ofrezco

-Pero antes vamos a por un batido – ríe agarrando mi brazo y tirando de mi

Entramos en una pequeña pero acogedora cafetería decorada con paredes de ladrillo en los que cuelgan cuadros de todo los tipos de ciudades, pasando por Roma, Vanecia, Grecia, Londres, París...

Hay un par de sofás color rojo junto a unas pequeñas mesas de madera. Nos dirigimos a la barra para pedir los batidos y volver en busca del dichoso vestido.

-Dos batidos de chocolate, por favor – pide Nicky con una sonrisa amable al joven dependiente llamado Trevor según su cartel de reconocimiento que cuelga de su camiseta marrón

-¿Has hablado con Harry? - pregunta Nicky apoyándose en la barra después de que el dependiente se gire para preparar los batidos.

-Si, lo llamé antes de salir de casa – respondo – dijo que estaba haciendo cosas y volvería pronto. Siempre lo mismo, la misma frase desde hace una semana.

Esto segura que algo trama ¿Vuestro aniversario es dentro de poco?

-No – respondo

Giro mi cuerpo apoyando la parte baja de la espalda en la barra, mirando hacia fuera, observando la aglomeración de personas que viajan desde un extremo del centro comercial hasta el lado opuesto, atravesando los pasillos, esquivando a los descuidados. Algunas personas corren, literalmente, para lograr llegar a la tienda antes de que cierren; Otros simplemente pasean de la mano de su pareja mirando escaparates, disfrutando de la compañía del otro, y algunas madres corren detrás de pequeños torbellinos que tienen por hijos que han salido corriendo hacia alguna jugueteria.

-Aquí tienen sus batidos, gracias por su compra – dice el dependiente sacándome de mis pensamientos.

Ambas respondemos con una sonrisa agarrando nuestros batidos y saliendo del local, empezamos a caminar mientras seguimos viendo tiendas, sin llegar a entrar en ellas, en busca de un vestido que me guste. Mientras miro un precioso vestido blanco ajustado, con la espalda descubierta en el escaparate de una tienda joven, veo el reflejo de una imagen de la cual espero estar equivocada, giro mi vista hacia Nicky, pero ella parece no haber visto nada.

-Nicky – llamo bajo y ella me mira a la espera de que hable – Aquellos que están saliendo de la tienda de en frente... ¿Son April y Harry o estoy alucinando?

Esta se gira disimuladamente hasta que se da la vuelta completamente y se queda mirando la misma imagen que yo. Mi novio y otra chica saliendo de una tienda de ropa femenina mientras ríen, esto tiene que ser una broma. ¿Estas eran las cosas que tenía que hacer y por las que llevo una semana sin verlo? Espero que no, porque se puede liar una buena

-Pues creo que estoy alucinando junto a ti – responde mirándome

-Tiene que ser una broma, dime que no lleva una semana saliendo con April y por eso no le veo. Porque te juro que esta vez si que lo ahogo en la piscina – amenazo

Siento como una mezcla de mil sentimientos empiezan a formarse en mi, no quiero formar ningún drama, ni pensar mal antes de hablar con Harry, quizás solo se han encontrado aquí y el se ha ofrecido a llevarla a casa. Miro las manos de Harry pero ninguna bolsa se encuentra colgando de ellas ¿No se suponía que estaba de compras?

-¿Podemos irnos de aquí? - pregunto a Nicky sintiendo como mis ojos empiezan a aguarse, soy imbécil.

Nicky asiente con la cabeza y llama a Niall, que se encuentra quien sabe donde, para decirle que se encuentra mal y quiere volver a casa, agradezco el gesto de no decirle que la que quiere irse soy yo, aunque finalmente Niall se enterará de una forma u otra.

Niall aparece a los pocos minutos en la salida con el coche en marcha preguntándole a Nicky si necesita ir al medico a lo que ella responde que solo necesita tumbarse un poco mientras me mira y sonríe. Le devuelvo el gesto apoyando la cabeza en la ventanilla y pensando en todo lo que Harry tiene que explicarme en cuanto nos veamos.

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