-¿Porque? Yo también quiero cenar contigo – dice Harry acercando su silla aún mas a la mía.
-Pero yo contigo no – respondo intentando esconder la sonrisa que quería salir.
Lo conozco desde hace un par de horas y ya me encanta pelearme con él. ¿Que me pasa?
Agradezco que la peluquera aparezca para indicarme que ya puedo ir con ella para lavar mi pelo antes de que Harry responda. Cuando terminamos y volvemos a mi asiento para que pueda secar me siento igual que Kellsey, con miedo del resultado. Cierro los ojos mientras la peluquera retira la toalla de mi pelo y siento el pelo aún mojado caer por mis hombros.
-¿Tu también como tu amiga? - pregunta la peluquera y puedo escuchar salir una pequeña risa de ella.
-Si, ¿Como ha quedado? - pregunto pero no encuentro respuesta, solo siento una silla arrastrar por el suelo, una nueva clienta.
-Estas preciosa – susurra una voz ronca en mi oído haciendo que abra los ojos de golpe y gire la cabeza hacía la voz para encontrarme a Harry a cinco centímetros de mi.
Está colocado detrás de mi asiento, colocando su cabeza al lado de mi hombro sin llegar a tocarlo.
-Gra.. gracias – digo nerviosamente al tenerlo tan cerca, vuelvo a girar la cabeza para mirar al espejo evitando su reflejo.
Mi pelo ha quedado mucho mejor de lo que esperaba, tiene un color rosa claro en las puntas que fusionaba a la perfección con mi tono natural, me encanta. No puedo evitar que mi vista se pose en el chico que se encuentra detrás de mi sonriendo al espejo por mas que intento evitarlo.
-¿Porque sonríes? - pregunto mirándolo a través del espejo.
-Porque quiero y me apetece – responde mientras vuelve a su sitio y deja que la peluquera empiece a secar mi pelo.
Harry no deja de mirarme en todo el tiempo haciendo que me ponga nerviosa sin razón, pero no pienso admitirlo y espero a que la peluquera termine con el secador para poder preguntarle porque lo hace.
-¿Porque no dejas de mirarme? - pregunto cuando esta por fin termina.
-¿Porque no? - pregunta el con el mismo tono cosa que me hace sonreír, este chico es tonto.
-No puedes responder con otra pregunta – le digo y puedo ver por el reflejo del espejo como la peluquera sonríe mientras riza mi pelo ¿y esta porque sonríe también?
-Si puedo, lo acabo de hacer – dice levantándose al darse cuenta que habíamos terminado.
Imito su gesto y me voy al mostrador para pagar y salimos del local.
-¿Tampoco quieres comer conmigo? - pregunta mientras nos dirigimos a las escaleras mecánicas
-No creo que una comida contigo me mate, espero – respondo y comienza reír como si hubiera contado el mejor chiste del mundo.
-¿Se puede saber de que te ríes? - digo
-De ti. - levanto las cejas para que explique - Haces como que no quieres estar conmigo pero te invito a comer y dices que si – dice sin dejar de reír.
-No he dicho que no quiera estar contigo, y si te vas a poner así pido un taxi y me voy a comer sola sin problema – respondo saliendo de las escaleras mecánicas y encaminándome hacía la salida.
Una mano agarra mi muñeca tirando suavemente de mi para que gire y vuelva a quedar por segunda vez en el día frente a frente con Harry.
-Era broma, no te vallas – dice a 10 centímetros de mi cara ¿Porque coño se acerca tanto?
-No me iba a ir, tengo mucha hambre como para esperar a llegar a casa – respondo separándome de él y riéndome yo ahora por su cara - ¿donde vamos a comer?.
-Eres demasiado lista eh. ¿Una pizza? - pregunta señalando un restaurante italiano con una porción de pizza del tamaño de una persona en la puerta, que grima.
Entramos al restaurante y nos sentamos en una mesa del fondo. Un chico en seguida llega a nuestra mesa y cada uno pide su respectiva comida y bebida, cuando el camarero se va es hora de que Harry me responda esa pregunta que no quiso responder antes.
-¿Porque me mirabas tanto en la peluquería? - pregunto directamente mientras el vuelve a clavar sus ojos en los míos.
-Ya te lo he dicho, ¿Porque no iba a mirarte? - responde el dando la misma respuesta que antes, si espera que me rinda tan pronto no me conoce bien.
-Eso no es una respuesta, vamos si me mirabas será por algo ¿no? - presiono
-Te miraba porque te pusiste roja cuando abriste los ojos y viste que estaba al lado tuya, y me parecías adorable ¿contenta? - responde por fin, pero no esperaba esa respuesta.
Joder, que chico mas directo.
-Supongo – digo yo fijando mi mirada en la mesa de madera, si antes me sonrojé ahora mismo tengo que estar echa un tomate con ojos y boca.
-¿Ahora me responderás tu a una pregunta? - dice él
-Depende la pregunta – respondo
-¿Porque te has mudado a Los Ángeles?
Levanto la mirada y me quedo mirándole directo a los ojos.
Mierda. ¿Le cuento que me he mudado para no tener que encontrarme al cabrón de mi ex por la calle y que piense que soy una cobarde?
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Changes.
Hayran Kurgu¿Que pasaría si toda tu felicidad se rompiera en mil pedazos y no sabes si podrás volver a recuperarla? ¿Volverá todo a su lugar o cambiará para siempre?