Capítulo 29.

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-¿Que se supone que debo hacer ahora? - pregunta pegando su frente a la mía manteniendo los ojos cerrados

-Podrías intentar no salir huyendo otra vez – río y el suelta una carcajada

Tener a Harry riendo tan cerca de mi puede convertir el peor momento en lo mejor del mundo, siendo sincera todo el enfado acumulado durante tres días acaba de desaparecer dejando el lugar para la risa de Harry

-Te puedo asegurar que esta vez nada va a hacer que salga corriendo de nuevo, me quedaré aquí, contigo

Me abrazo a él pegándome a su pecho sabiendo que no hay nada mas que añadir, siento que esas palabras son las que llevo queriendo escuchar desde la primera vez que hablé con él, aunque no haya querido verlo, comportándome como la mas ciega de todas, teniendo la luz delante y manteniéndose en la oscuridad.

Tampoco sé que puedo esperar de un chico al que conozco desde hace un mes, un chico con el que solo comparto una casa común debido al trabajo y dos besos, pero tampoco puedo ignorar la sensación que tengo al estar aquí, entre sus brazos, puede que todo salga mal y pierda a Harry para siempre, pero necesitaba esto.

-Te invito a comer – dice separándose de mi un par de centímetros pero manteniendo sus manos en mi cintura

-¿Me estás pidiendo una cita Harry? - pico

-Puede que si – aprieta su agarre en mi cintura

-Con una condición – sonrío – Que la comido no termine en mi cara esta vez

-Te prometo que la comida no te tocará esta vez – ríe

-Está bien, deja que me arregle y salimos – digo separándome de él

-Te espero en la entrada – dice antes de que yo me separe de él con una sonrisa entrando en la casa

Vuelvo a mi habitación, por suerte está vacía, no quiero perder tiempo dándole explicaciones a Kellsey. Abro mi amario de par en par sacando un par de vaqueros ajustados junto a una camisa blanca con un poco de escote, decido usar tacones negros en lugar de mis inseparables vans.

Entro en el baño para alisar un poco mi pelo y maquillarme; Me quedo parada en frente del espejo y miro la sonrisa que atraviesa mi cara de lado a lado, esa sonrisa tiene un nombre, Harry.

Mi mente viaja hasta un mes atrás, junto a una chica zombie reflejada en el espejo de mi antigua habitación, una chica destrozada que parece estar a años luz de mi en estos momentos. Si aquel día me hubieran dicho que en un mes despuésestaría preparándome para salir con un chico jamas me lo habría creido. Mi vida ha cambiado tantas veces en tan poco tiempo que ya no se cual será el siguiente paso que dará hacía mi.

Pero si algo he aprendido de todos estos cambios es que pensarse demasiado las cosas no sirve para nada, por mucho que lo pensemos si tiene que ocurrir, ocurrirá. Cuando nos paramos a pensar demasiado las cosas solo conseguimos aplazar el tiempo de entrega.

Echo un último vistazo al espejo antes de bajar las escaleras cruzándome con Kellsey a mitad del camino

-Joder Alli ¿donde vas tan guapa? - pregunta agarrándo mi mano elevándola por encima de mi cabeza y haciéndome girar

-He quedado con Harry para comer – respondo

-¡Sabía que hay algo entre vosotros!¡Lo sabía! - grita dando pequeños saltos agarrándome por los hombros

-Solo vamos a comer, no hay nada entre nosotros... creo – río

Kellsey asiente con la cabeza y se da la vuelta para retomar su camino sin decir nada y yo la imito negando con la cabeza, esta chica es un caso, nunca me cansaré de decirlo. Echo un último vistazo a mi aspecto en el espejo junto a la entrada antes de salir

¿Porque estoy tan nerviosa? No es la primera vez que almuerzo a solas con Harry, es cierto que esta vez es diferente porque... ¿lo es verdad? Por lo menos para mi pero... ¿y si el piensa que es una comida como otra cualquiera y no tiene importancia?

Mi mente rechaza cualquiera de esas ideas al bajar las escaleras de entrada y ver a Harry apoyado en su coche con una sonrisa iluminando su casa, parece que el también ha decidido cambiarse sustituyendo las calzonas por unos vaqueros negros ajustados junto a una camiseta básica blanca ¿Como puede ir tan simple y la vez tan perfecto?

-Estás guapísima – sonríe cuando estoy lo suficientemente cerca como para escucharlo

-Gracia, tu también – devuelvo la sonrisa - ¿donde vamos a ir?

-Es una sorpresa, tienes que hacerme un favor – dice abriendo la puerta del coche y saliendo de este con un pañuelo negro entre las manos

-¿Que favor? - digo mirando fijamente el pañuelo adivinando mentalmente de que se trata el favor antes de que lo diga

-Tapate los ojos, quiero que sea una sorpresa – acerté

Estiro la mano para que me entregue el pañuelo pero el niega con la cabeza y se coloca detrás de mi pasando sus manos por encima de mi cabeza y pegando el pañuelo a mis ojos y eliminando cualquier imagen de ellos

-¿Ves algo? - pregunta desde mi lado

-Nada

-Está bien, te ayudo a entrar – dice agarrando mi cintura y echándome hacía un lado

Siento la puerta del coche abrirse y Harry me ayuda a entrar sin golpearme o caerme, cierra la puerta y pocos segundos después lo siento entrar al asiento de al lado

-¿Confías en mi? - siento su sonrisa mientras habla

-Confío en ti.

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