Capítulo 13.

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Lavo mi pelo por segunda vez desde que entré a la ducha, deseando eliminar de una vez por todas el olor a refresco de mi pelo o los rastros de tomate de mi mejilla. ¿Que persona con dos dedos de frente restriega el almuerzo por la cara de alguien que acaba de conocer? Este chico es idiota.

Envuelvo mi cuerpo en la toalla una vez que he terminado y me coloco en frente del espejo para cepillar mi pelo cuando mi vista se posa en una mancha roja en la curva de mi barbilla, tomarte.

Una sonrisa se extiende por mi cara al recordar como ha llegado ahí, de verdad que este chico es tonto.

No puedo negar que ha sido divertido, aunque habría que eliminar los momentos en los que me ha hecho sentir... incomoda. No estoy acostumbrada a que una persona a la que conozco desde hace un par de horas y yo rápidamente tengamos esa confianza, normalmente tardo bastante en mostrarme realmente, pero con Harry todo ha sido tan extraño, algo en el me hace sentirme cómoda e incomoda al mismo tiempo.

Me coloco el pijama y me tiro en el sofá dispuesta a pasar el resto de la tarde hay tumbada viendo la televisión, pero mi plan se arruina al escuchar el timbre. La cara sonriente de Kellsey aparece detrás de esta con las manos llenas de bolsas y el pijama puesto.

-Hola vecina, ¿preparada para esa cena de amigas? - dice entrando y dejándome sola en la puerta mirando el pasillo vacío.

-Entra, no te quedes ahí parada – digo irónicamente mientras me siento a su lado en el sofá.

-Hay confianza chica ¿vemos una película o me cuentas que tal te ha ido con Harry? - Ella empieza a reír negando con la cabeza y alzando las cejas.

-No hay nada que contar – respondo abriendo una de las bolsas y sacando la comida de ellas. ¿Cuanta comida ha traído? Si espera que cene todo el contenido deberá preparase para una noche movida de camino a urgencias.

-¿Estas segura? Harry a entrado en mi casa lleno de pizza con una sonrisa de tonto que se palpaba desde lejos

-Eso no significa nada, me ha esperado en la peluquería, me ha invitado a comer, nos hemos tirado la comida por encima , nos han echado del local y hemos vuelto, nada interesante – digo

-Espera – dice poniendo la mano en alto - ¿Os han echado del local?¿Que coño habéis echo?

-Bueno.. Harry pego un trozo de pizza en mi mejilla, yo se la devolví y aquello fue el comienzo de una lluvia de comida

Kellsey llena mi salón de carcajadas mientras se tumba hacía atrás con las manos sobre el estómago y yo no puedo evitar unirme a ella. Diciéndolo así suena mas tonto de lo que realmente fue.

-Entonces es por eso por lo que Harry venia con los pelos hacía abajo y la cara llena de tomate – dice cuando por fin se le ha pasado su pequeño ataque de risa.

-Si – respondo abriendo una lata de refresco y poniéndola delante de ella, repito la acción pero esta vez la lata se queda delante de mi.

-¿Ponemos una película? - pregunto queriendo salir de este tema cuanto antes.

-Claro, traigo aquí varias – dice levantándose y colocando la otra bolsa entre nosotras - ¿Comedia?¿Amor?¿Terror?

-Si elegimos una de terror te tendrás que quedar a dormir aquí – respondo advirtiéndole. Nunca me han gustado las películas de terror.

-Me pensaba quedar de todos modos.. ¿Porque crees que vengo en pijama? - dice obviamente

-Eres increíble, te quedas en casa de una desconocida a dormir sin necesidad de que te invite ¿de que planeta de has escapado? - pregunto mientras coloco la película en el reproductor y agarro un par de mantas del mueble.

-Del planeta de los simios – dice subiendo los pies al sofá y tapándose con la manta.

-Eres un caso Kellsey – digo riéndome y tapándome junto a ella para comenzar a mirar la pantalla donde ya se pueden ver los créditos ensangrentados, mal empieza.

Poco antes de la mitad de la película mis brazos ya abrazan a Kellsey como si me fuera la vida en ellos y la manta cubriendo mi cuerpo casi al completo ¿Porque he aceptado un de terror? Debería haber elegido la de comedia ya que la de amor quedó descartada con solo ver la portada, pero terror... mala, muy mala idea.

Suspiro agradecida cuando la televisión se vuelve negra indicando el final de la película y ninguna de las dos se mueve ni un solo milímetro de nuestras posiciones.

-Alli... levantate y enciende la luz – dice Kellsey sin separarse de mi. ¿No era que ella era la valiente?¿Porque me manda a mi?

-No, ve tu – respondo yo apretando la manta a mi al rededor. Se que es estúpido e infantil, pero no quiero moverme de aquí hasta que estén las luces encendidas.

-Vamos juntas y nos escondemos en la habitación ¿te parece? - ofrece a modo de trato entrelazando nuestras manos.

-Está bien, a la de tres – digo mientras retiramos pausadamente la manta de nosotras y nos agarramos de las manos mirando hacia todos lados, solo por prevenir. – una... dos... TRES.

Nuestros pies corren a toda prisa por el pasillo hasta llegar a mi habitación y cerrar la puerta de golpe a nuestras espaldas. Kellsey se aproxima a encender las luces y yo me aseguro de que las ventanas están cerradas.

-Esto no puede ser así, tenemos dieciocho años y nos estamos escondiendo en tu habitación como niñas de seis años por una simple película – Kellsey destapa la cama y se mete en ella dejando un lado para mi. ¿Ahora va a hacerse la valiente?

-Ha sido idea tuya, tu has traído esa maldita película y ahora te toca dormir conmigo abrazándote – digo mientras me tumbo a su lado y vuelvo a taparme hasta la nariz

-No te hagas la valiente que bien que has salido corriendo conmigo – pico y ella sonríe – Ademas ha sido idea tuya, tu has traído la película – me tumbo a su lado y tiro de las mantas hasta mi nariz.

-Está bien, la próxima vez elegiremos otra, prometido – dice estirando el brazo y apagando la luz

El silencio reina la habitación por varios minutos y cuando creo que Kellsey ha caído dormida su voz rompe en la habitación.

-Terminareis juntos – dice con voz adormilada y no puedo distinguir si está hablando conmigo o está soñando

-¿Quien? - pregunto confusa pero no hay respuesta.

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