Decisiones

6.7K 410 330
                                        

Nash se encontraba frente a él con una sonrisa retorcida en sus labios y un porte sin igual, estaba vestido con una camisa negra de manga larga que le daba un aspecto más distinguido hasta varonil, traía también un pantalón oscuro y zapatos finos. Proporcionaba aquella impresión de ser un perfecto aristócrata por la elegancia a pesar de que no siempre se vestía de esa forma, la mayoría de veces prefería ser casual.

El jugador fantasma no sabía en qué pensar ante tal suceso imprevisto, miles de preguntas invadían su mente ¿Cuál era el significado de esto?

¿Qué estaba pasando?

No tenía explicación más que lo evidente, el mago se hallaba dentro de su casa con ese semblante fanfarrón que acostumbraba a traer incluso resultaba hipócrita, puesto que engañaba a cualquiera con aquella actitud educada, una falsa fachada para ocultar esa agresiva y arrogante personalidad que lo distinguía como un arrogante patán.

Un aspecto positivo que pudiese recalcar en ese personaje desagradable era la confianza con la que se desenvolvía, ese hombre estaba lleno de convicción, destilaba seguridad por sus poros. Actuaba como si conociera a su familia, era la primera vez que les veía en persona y ya entablaba una conversación al parecer podía fingir amabilidad combinada con carisma.

El peli azul sospechaba que el extranjero estaba confabulando algún plan malvado, si se fue directo a su residencia era por una razón en particular, no podía ser una coincidencia había algo escondido que debía descubrir.

No tardo en repetir la misma pregunta que le atormentaba de forma brusca- ¿Qué haces aquí?

Los padres del jugador fantasma al escuchar eso lo reprendieron - Tetsuya esa no es manera de hablarle a nuestro invitado.

La familia de Kuroko era educada por ende el joven sin presencia tendía a mostrarse como un caballero ante las demás personas, era extraño que fuese descortés como estaba comportándose en esos instantes, no era para menos el tipo frente a él no pretendía nada bueno.

El adolecente sin presencia conservaba un mal presentimiento sobre lo que pasaría.

Viéndose respaldado por figuras de autoridad el mago añadió - Es una absurda pregunta, tú fuiste el que me llamo en primer lugar.

- Pero dijiste que me esperarías afuera- murmuro Kuroko tratando de entender que estaba pasando a su alrededor.

Como si este adivinara sus pensamientos el rubio respondió- Tardaste demasiado, no me gusta esperar además tus padres me invitaron así que decidí venir a visitarlos.

Tenía un punto se había demorado mucho en llegar al encuentro establecido a una hora exacta, en fin se comportaba de manera poco considerada y eso no era propio de su persona.

- ¿Cuándo hablaste con mis padres?- preguntó la sombra refiriéndose a que sus progenitores invitaron al rubio en un momento determinado sin que él se diera cuenta.

Ahora que lo pensaba ese insólito incidente debió ocurrir aquella noche en que se quedó en la residencia del extranjero por causa de su lesión probablemente este converso con su madre y de alguna manera Nash termino ganándose la confianza de su familia.

Hay que reconocer que era un astuto farsante de primera.

La madre amablemente le dio un té al rubio como si se tratase de un invitado de honor y este acepto cordialmente la bebida mientras se sentaba en un cómodo sofá de la sala.

- Tu amigo no habla mucho japonés, nos contó que le estas ayudando a aprender nuestro idioma, nos parece perfecto que colabores con una persona tan encantadora. Lo invitamos cuando nos llamó la vez que enfermaste, él tuvo la amabilidad de socorrerte sin esperar nada a cambio.

La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora