En otra piel

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Cuando el inocente fantasma comenzó a convulsionar descontroladamente, los antiguos miembros provenientes de Seirin quedaron paralizados ante el pavoroso escenario sin embargo a pesar de la inercia, el tigre no dudo ni un momento en sostener aquel cuerpo delgado entre sus brazos con desesperación, acunándole de un modo protector casi alzándole de tal forma que la cabeza de su sombra quedaba hundida en su corpulento pecho masculino. Algunas enfermeras junto a Takao corrieron a estabilizarlo, poniéndole una inyección con la intensión de adormecerle y precisamente eso sucedió, el organismo debilitado cayo en los cálidos regazos de Taiga el cual le sustentaba con preocupación como si fuese una porcelana fina e invaluable y ciertamente lo era para él.

El azabache jefe de enfermeros al advertir esta atmósfera desgarradora, decidió ir a buscar a su superior el doctor Shintaro Midorima; con la intención de informarle del acontecimiento fatal, obviamente el tsundere de cabellos verdes debía saber lo antes posible que estaba pasando con el jugador fantasma para hacer algo al respecto.

Los amigos de la sombra se encontraban sumamente angustiados frente a un diagnostico abrumador, se preguntaban si ¿El jugador fantasma continuaría en estado catatónico? e intentaban tener esperanzas de que retornaría su conciencia y despertaría del sueño sin retorno en el cual se hallaba. Kagami era el más constante, no se apartaba ni un momento de su sombra posiblemente sin saberlo ambos estaban hechos para estar juntos en la quietud del silencio y la oscuridad.

Dicen que sin luz no existe la sombra, pero en este caso la luz se deshacía en la tristeza por no tener la sombra a su lado para complementarse en el frenesí de una vida.

Por otro lado Tetsumi se localizaba en un cuerpo que no era el suyo, con sentimientos inverosímiles que tampoco eran compatibles con sus propias emociones...Era insólito el despertar de ese modo tan repentino, básicamente al abrir sus parpados se encontró con unos ojos de un color rojizo semejantes a mismísimo fuego los cuales le miraban con tanta inquietud acompañada de intensidad que le hacían estremecer de pies a cabeza y no tenía idea de quien era ese gallardo caballero sin embargo sentía una calidez extraña la cual le llenaba de confort e invadía completamente su ser, el hombre acariciaba su piel y el cabello en un mimo suave, cada toque contenía un puñado de cariño infinito que penetraba su alma por completo de amor.

El atractivo hombre pelirrojo le sostenía delicadamente dándole apoyo, por alguna razón ella se removía al sentir aquellos tensos músculos alrededor de su cuerpo puesto que le rodeaban protectoramente, se asemejaba a una de esas piezas de rompecabezas que coinciden a la perfección, sus cuerpos y la contextura física les hacía posible acoplarse. El joven con tanto afecto, con un tono lleno de intranquilidad pregunto tal si este fuese todo su mundo— ¿Estas bien?

Tetsumi se encontraba asustada por las fuertes conmociones que le invadían y se apoderaban de ella estrepitosamente, justamente notaba que se liberaban esas energías monstruosas cuando el pelirrojo le palpaba, por esa razón trato de huir de aquella atracción que erizaba su piel...Y sin más corrió a un rincón alejado, acuclillándose con las cobijas envueltas como una capa defensora cerca de una fría pared porque tenía miedo de las emociones ajenas; ansiaba alejarse de esos individuos desconocidos que le miraban fijamente con confusión y una inquietud indómito.

El amigo de la infancia pretendió acercarse no obstante el líder del ex equipo de Seirin le detuvo porque creía lo mejor sería que el pelirrojo se encargara de la situación. Precisamente la luz carmesí fue lentamente, aproximándose al chico que parecía lleno de temor, pudo notar en su mirar un desconcierto que le embargaba de consternación. Se arrodillo a su lado procurando tener paciencia y esperando a que la sombra confiara suficiente en él; por ende, le llamo con suavidad— Kuroko ¿Qué pasa?

 Se arrodillo a su lado procurando tener paciencia y esperando a que la sombra confiara suficiente en él; por ende, le llamo con suavidad— Kuroko ¿Qué pasa?

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La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora