Requisitos

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El mago estaba totalmente satisfecho porque su plan iba saliendo a la perfección muy pronto alcanzaría su ansiada venganza, era un oportunista sin remedio al realizar una estrategia de tal calibre contra sus jurados enemigos.

Había enviado aquel mensaje de texto al resto de los prodigios, no tenía ninguna duda estos vendrían corriendo como la primera vez que se encontraron cuando agredió al jugador fantasma, al tratarse del peli azul la generación de los milagros respondería con coraje y eso bien lo sabía desde el principio por ende mantenía cierto sigilo en cada paso.

Si el emperador se enfadó al enterarse de la indudable verdad los demás arderían, la ira acabaría con ellos por eso debía tener mucho cuidado puesto las cosas podían salirse de control por ejemplo no planeaba herir a Kuroko de hecho pretendía utilizarlo para que este les expresara la realidad de la situación a las viejas camaradas y ver esas caras despavoridas no obstante ahora el adolescente se encontraba desmayado en el sofá con un poco de sangre destilando por la mordida provocada en su delicada piel.

Nash se acercó lentamente al joven inconsciente y lo miro fijamente no pudo evitar acariciar su mejilla pálida al hacer eso recordaba a su amor perdido, la muerte le separo de ella tan rápido y ese suceso le genero un sufrimiento muy grande que nunca llegó a superar e inclusive por la pérdida cambio su forma de ser, se hizo más amargado, infeliz y agresivo, como si no le importara nada en la vida.

Las personas más peligrosas son las que no tienen nada que perder.

Al verlo tan inocente siguió pensando en la dulce mujer que se robó su corazón ¿Por qué siempre que miraba a Tetsuya le dolía? ¿Por qué tenían que parecerse tanto a ella?

Daba la impresión de que ese entorno cruel en el cual vivía se trataba de un castigo del cielo por lo malo que había sido en la vida quizás el mismo karma le abofeteaba.

- Así es pequeño mocoso no quería hacerte daño pero no me quedo otra opción, me desobedeciste al defender a Seijuro y no puedo permitir que vuelvas a revelarte hacia mí persona. Si te atreves a irte a su lado estarías en mi contra y no temo a destruirte si debo hacerlo. - susurro como si el ser invisible pudiese escucharlo.

"Si pretendo educarte debe ser de forma contundente y no me importa romperte como un diamante en bruto hasta que brilles."

El mago tomo entre sus brazos ese frágil cuerpo roto del sillón y lo acostó en la cama- Muy pronto vendrán los demás, apenas reciban mi mensaje correrán para verte y salvarte como si fueras su princesa - se burló-Actuaste tan malcriado no puedo dejar que salgas de aquí o irías corriendo a sus brazos como lo hiciese con tu querido emperador.

El rubio distinguió que por su cama habían unas esposas probablemente las había usado en algún juego sádico o algo por el estilo- Oh parece que la chica de la última vez me dejo un recuerdo de la noche salvaje.

Tomo las esposas entre sus manos y la idea surgió en su mente. Se las puso a Kuroko, de esa forma lo termino amarrando fácilmente a la cama y el chico no escaparía - Bien así no iras corriendo tras los monos.

Se quitó la corbata que traía de forma sensual, se la puso en los ojos al azabache y algo en la boca también para amordazarle, no era problema para el magnate dado que solía hacer ese tipo de cosas excéntricas con sus amantes - No podrás moverte, gritar ni ver donde estas...De esa manera no me molestaras más demostrando el sacrificio estúpido hacia esos tontos.

Luego se levantó de donde se sentaba aún le dolía un poco su hombro ya que Akashi le había lastimado sin embargo podía resistir una pequeña herida, no era un hombre débil todo lo contrario soportaba toda clase de dolor.

La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora