Plan Fallido

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Bajo la noche estrellada el jugador fantasma curvo su boca en una media sonrisa y con una voz suave murmuro- Mientras estés conmigo Kagami-kun, no importa donde vayas ¡Te seguiré!

"Aun cuando lo perdí todo te tenía a ti."

"Aun cuando la kiseki no sedai me dejo de lado estabas allí para mí."

"Por eso eres tan importante, semejante a un faro me guías a través de un puerto seguro. Eres tu quien me salvo, el que sano mis heridas y consoló mi destrozado corazón. A tu lado estoy seguro, siento puedo hacer cualquier cosa, tengo fuerza para seguir adelante."

"Por mil razones nunca voy a rechazarte"- pensó descuidadamente, queriendo decir tantas cosas pero ninguna palabra salía de su boca, únicamente quedaba el silencio estremecedor.

- ¿Eso quiere decir que aceptas mi propuesta?-pregunto el tigre ansioso de saber la respuesta que le daría su contraparte.

-Acepto tu oferta aunque sea peligroso, yo confió en ti con mi vida- confeso el azabache dado que irse significaba declararle la guerra a Gold y arriesgarse a quedar prófugo.

El tigre le devolvió la sonrisa, en un gesto lleno de afinidad-No te arrepentirás.

-Con su permiso; debo retirarme, ya es tarde-Suspiro el fantasma con ganas de quedarse más tiempo con su luz pero debía levantarse temprano.

-Te acompaño - Dijo Kagami siendo bastante caballeroso y atento, no iba a permitir su sombra anduviese en las penumbras de la noche.

Kuroko sabía que el tigre vivía lejos de allí y sería complicado desviarse del camino por su causa -Soy capaz de cuidarme, no te molestes.

-No te dejare solo- expreso Kagami, actuando sobreprotector bueno siempre había sido de esa forma probablemente mantenía intacto ese sentido de pertenencia con el azabache.

-Podría irme con el chofer de Nash pero prefiero caminar y disfrutar de esta maravillosa noche- Manifiesto, mirando el cielo colmado de hermosas estrellas.

Al distinguir al azabache con esa mirada soñadora en sus ojos azules, aquel angelical rostro radiante observando con curiosidad el cosmos; sintió esa nostalgia en su interior- Recuerdo que solíamos ir juntos por las orillas de la playa, veíamos el atardecer y luego en la noche regresábamos cansados de tanto correr.

-Después íbamos a ese restaurante y me regalabas hamburguesas- Señalo el jugador fantasma con cierta remembranza.

-Quizás deberíamos hacer lo mismo, ser lo que éramos - Se atrevió a decir el pelirrojo, queriendo volver a los tiempos de antaño.

-Las cosas cambian, inevitablemente no podemos volver a ser lo que éramos, debemos ser algo más que eso y crear nuevos recuerdos- Dijo el jugador fantasma pensando las personas están en un proceso de cambio, cada experiencia los hace más maduros... El mundo, las circunstancias constantemente están evolucionando e incluso las mismas personas.

Los dos caminaron tranquilamente disfrutando de la compañía del otro hasta que llegaron a su destino, se encontraban afueras de la residencia Gold donde el pelinegro se despidió- Adiós Kagami-kun, nos vemos mañana.

El pelirrojo se quedó mirando a su amigo perderse entre la oscuridad. De verdad quería ayudar al jugador fantasma a solventar sus problemas, a ser su ancla o zona de confort no obstante primero debía salvarle del enemigo, quien lo aprisionaba. ¿Cómo arrancarlo de las garras del poderoso Nash Gold Jr?

Asimismo el jugador fantasma se dejó caer en la cama sin cambiarse de ropa; mientras miraba el techo, el hombre sin presencia se inquietaba de las secuelas de su huida porque Nash era vengativo, si se marchaba no cabe duda que no descansaría hasta encontrarlo y hacerle pagar por no cumplir ese infernal contrato.

La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora