Verdad

3.3K 191 126
                                    

Aunque Shigehiro se encontrara en un irremediable coma; dentro de sus sueños yacía en un exótico lugar donde había una gran variedad de flores, una peculiar cascada cristalina y extrañamente cuando su querido amigo hablaba las cosas se deformaban surrealistamente, claro dependiendo de los sentimientos trasmitidos la falsa realidad sufría una metamorfosis anormal. ¡No es increíble cómo podía escuchar al jugador fantasma a través del silencio de sus sueños subconscientes! Tal como si existirá una conexión entre ellos tan fuerte que traspasaba los límites de la naturaleza, del tiempo o el espacio.

Lo malo resultaba ser el mantenerse atrapado en dicha fantasía, intentando salir al mundo real porque quería regresar con su ángel de ojos azules y no podía quedarse en esa cama con forma de cárcel cuando este le necesitaba fervientemente, su fuerza de voluntad se volvió más poderosa a cada paso. Exclamó el nombre de "Kuroko" miles de veces y pidió a los cielos un milagro que por gracia divina le fue concedido, su visión se desfiguro a tal grado que el mundo presuntuoso se fue desmoronando hasta romperse igual a un vidrio ante sus gritos agudos que resonaban en el silencio incluso después de despertar.

Evidentemente ante semejante situación las enfermeras corrieron a examinar como se encontraba el paciente, el cual sentía su corazón latir con frenesí y lo único que podía pensar era en cierta persona especial, casi deliraba con poder tocarle una vez más.

Los doctores le revisaron, pensaron era insólito que el hombre en coma básicamente estaba curado aun por si acaso le proporcionaron algunos medicamentos y en cuestión de días, le dieron de alta; antes de irse pregunto con fisgoneo ¿Quién estaba pagando el tratamiento? Los practicantes indiscretos le proporcionaron una revista donde aparecía el más exótico modelo.

Ogiwara medio aturdido pensaba ¿Qué hacer? Habían pasado casi cinco años en los cuales estuvo en coma, obviamente no tenía la mínima idea sobre los sucesos recientes así que decidió lo más sensato, recopilar información y también trabajar hasta conseguir el dinero suficiente para recontarse con el jugador fantasma, quien según las revistas se fue a Japón con la víbora ponzoñosa.

¿Cómo no estar enojado con ese rubio infeliz?

El mago le había engañado completamente, le había utilizado de forma cruel con la intención de manipular a Tetsuya y él accedió exclusivamente para mantenerse junto a su ángel, se dejó pisotear sin embargo eso iba a cambiar muy pronto ¡No permitiría el déspota agresor estuviera cerca de su criatura celestial!

Se dio cuenta que Kuroko le había depositado dinero a su cuenta bancaria, con el capital pudo pagar un boleto de regreso a Japón. Ya en la ciudad se encargó de crear un plan de contingencia ¡Iba a recuperar al jugador fantasma sin importarle nada, ni nadie!

Lo primero que hizo al llegar a Japón fue buscar a alguien que le ayudara con sus propósitos y por esa sencilla razón se dirigió a la residencia de Kagami Taiga. No solo fue allí para buscar refuerzos también debía confesar su pecado, había arruinado intencionalmente la huida de esos dos meramente porque no deseaba Kuroko se fuera de su lado, por su egoísmo las cosas empeoraron de maneras estrepitosas. Probablemente extrañaba que fueran solo Tetsuya y él en la cancha o en el mundo, sin otras personas involucradas en su relación si bien debía aceptar a los amigos de Kuroko dado que eran parte del paquete, su camarada les quería y no podía hacer nada al respecto más que aceptarles.

A los minutos de preguntar la dirección, llego frente a un cómodo departamento y tocó repetidas veces la puerta hasta que le abrió un hombre bastante perturbado, parecía su vida fuese un completo desastre ¡Nunca había visto a nadie tan demacrado! El pelirrojo pareció sorprendido de verlo como si hubiese visto un muerto viviente y quizás lo era después de todo estuvo en coma por mucho tiempo.

La sombra del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora