La Hermana de mi Mejor Amigo

Capítulo 17: Es un hecho

Voten y comenten Wachines, no sean cobardos ;), espero que les guste el capítulo...

Va dedicado a @ValeriaValentinaVivas

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Mica's POV:

- ¡¿Qué?!- Gritamos los tres al unísono. Mis padres dejaron de moverse inquietamente, y Verónica empezó a hablar. 

- Cuando con su padre decidimos tener hijos, no pude. No soy fértil- Wow... Eso es algo muy duro y feo -. Y por eso adoptamos a Simón. Cuando lo vimos en "Lagunas Negras", su orfanato, nos dimos cuenta enseguida de que era el, el cual nos gustaba. La decisión fue mutua - Cuando terminó de hablar, Verónica se largó a llorar, Daniel trataba de no hacerlo, igual que Simón. Fran tenía los puños muy apretados, se lograba ver que le molestaba mucho todo el tema. 

- Yo tengo una pregunta- Dije, sin verlos, no estaba preparada para hacerlo - ¿Cómo pudiste tenerme si no sos fértil?- Pregunté. Francisco tenía sus ojos posados en los míos, como yo en los de el. Verónica iba a empezar a hablar devuelta, pero Daniel la interrumpió. 

- Esta parte déjamela a mi- Le dije, mientras Vero asentía levemente, como agradecida -. Cuando Simón cumplió 2 años, yo todavía no estaba seguro de ser un buen padre. Y, por la angustia que sentía, yo... engañé a su madre- Abrí los ojos mucho. No puede ser. 

- Es decir que soy la hija de una bastarda, ¡de una puta amante del hombre que pertenece a una mujer tierna y fiel! ¡¡Yo soy un error!! ¡Soy un pecado!- Me levanté tan rápido que mis piernas dolieron. Caminé de un lugar a otro, mientras todos me miraban. Paré por un momento a ver un jarrón, y lo rompí. Lo agarré de la boca y lo tiré al suelo. Todos me miraron sorprendidos, pero Verónica y Daniel no hicieron nada. Igual que Simón que todavía estaba muy asombrado por la noticia e igual de enojado por ella. El único que se acercó al ver que iba a romper una lámpara, fue Fran, que me tomó de las muñecas y me tranquilizó. Me miró a los ojos mientras me decía:

- Tranquila, tranquila, todo va a estar bien- Me abrazó, y yo me apoyé en su pecho. Allí, entre sus hombros, me sentía tranquila, serena, un lugar en el cual nadie me podía detener ni lastimar. Salvo yo. 

- No puedo creer que me hayan hecho esto- Dijo Simón. En su voz podías notar el dolor, pero sobre todo notabas la furia e ira que contenía adentro -. ¡No puedo creerlo! ¡Primero no me dijeron que era adoptado! ¡Y vos, Daniel, engañaste a Verónica!- El se había parado y se había acercado a Daniel peligrosamente. Francisco fue hacia su mejor amigo y lo agarró, pero fue imposible ya que este terminó pegándole a Daniel igualmente. 

- ¡No puedes pegarme así como así, Simón!- Grito Daniel, enfurecido también -. ¡Después de todo, y aunque estés muy enojado ahora, sigo siendo tu padre!

- ¡No seas idiota! ¡Yo no conozco a mis padres! ¡Ustedes no son mis padres!- Grito el, subiendo las escaleras. Al final de ellas, susurró bajito -. Literalmente- Aunque haya sido bajo. Todos escuchamos lo que dijo. 

Verónica y Daniel nos miraron a Francisco y a mi. Francisco no hizo nada, solo se fue. Y yo, negué con la cabeza, decepcionada y muy triste. Una lágrima bajo por mis mejillas. Y en ese momento me fui rápidamente del lugar. 

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Una semana después...

Todo en la casa seguía igual, persona evitando, mintiendo, escapando, peleando, y algunas veces pegando. Todo seguía tan mal como cuando nos fuimos cada uno a sus cuartos. En los próximos dos días, ninguno salió de sus cuartos, y Fran nos traía aveces la comida. Algunas veces, yo me escapaba a la habitación de Simón y otras el a la mía. Pero los dos estábamos tristes, y solo hablábamos sobre el tema de Verónica y Daniel. Yo lloraba, el me consolaba y muy pocas veces, a el le salían pocas lágrimas. 

En cuanto a Fran, no fue sencillo, y no teníamos mucho tiempo. Bueno, tiempo no era la palabra exacta, eran las ganas. Cuando el venía, me sonreía y me preguntaba cosas del pasado, de anécdotas, de recuerdos lindos y malos. Con el reía y lloraba, era una maldita bipolar. Pero, lo más importante es que me hacía reír en los días más tristes que tuve en mi vida. Y yo valoro mucho la risa, y el acompañamiento. 

Bueno, el tema principal era que hoy era lunes, y con Simón decidimos ir a la Universidad. Así que cuando los dos terminamos de arreglarnos, nos fuimos sin mirar a Verónica y Daniel, quienes nos miraban apenados. Salimos de la casa, y una sonrisa apareció en mi cara cuando vi a Francisco apoyado en el auto, esperando, con un cigarrillo en la mano. 

- No sabía que fumabas- Mencioné, un poco sorprendida. Fran me miró y sonrió pícaramente. 

- Hay muchas cosas que no sabes de mi, Mica- Dijo, con una sonrisa de psicótico y una voz de villano. Yo reí suavemente. Nos quedamos viendo un rato, observando al otro, cada uno con la sonrisa grabada en la cara, penetrando nuestros ojos. De repente una mano pasa delante de nosotros, los dos miramos nerviosos a Simón quien está muy divertido viendo la escena. 

- Bueno- Aplaudió Fran, luego agregó -. Suban al auto, y chicos después vienen a comer a mi departamento.

Los dos asentimos y subimos al auto de Fran en el cual pongo música para no aburrirme. 

- ¿No tenes algo que no sea en inglés?- Pregunta Simón, entre burlón y divertido. Rió falsamente, y solo para molestarlo empiezo a cantar Titanium con Sia. Pero ninguno de los dos chicos se quejaron sino que sonrieron. Entonces, deje de cantar. 

- No dejes de cantar- Dijo Fran, sin quitar la vista del camino -. Cantas hermoso- Me mira por el espejo y sonríe tiernamente. Una sonrisa tira de mis labios. Miro para otro lado, pero el ya estaba riendo por lo bajo. 

De repente paramos, y habíamos llegado a la Facultad. Bajé del auto, y tres chicas venían hacía nosotros. Sere y Lu vinieron hacia mi, pero pararon a ver como Meg corría hacia Simón para abrazarlo. Simón la recibió con un brazo con el cual la alzó y la abrazó con más fuerza.

Luego, Meg pareció reaccionar, ya que lo miró y salió corriendo del lugar. Simón nos miro a nosotros, que le hicimos una seña de que la siga, y el lo hizo así. 

- ¿Cómo están los tortolitos?- Pregunte pícara Sere. Yo le pegué suave en el hombro y me sonrojé. Fran me miro y levantó una ceja. 

 - Yo nunca dije que éramos tortolitos, ellas nos vieron en el cuarto del conserje- Me defendí. Me dí vuelta y me dirigí a mi casilleros. Saque las cosas de la clase de "Expresión Vocal", y guardé los otros libros. 

Cuando me dí vuelta, vi el rostro de Francisco muy cerca del mío. El estaba muy serio, y me miraba penetrando mi cuerpo. Se detiene en mis ojos y dice bajo.

- Le tenemos que decir

- ¿A Simón? ¿Por qué?- Pregunté, con las cejas fruncidas. 

Fran's POV:

No sabía exactamente que decía, y que iba a decir. Si sabía que tenía que hacerlo, tenía que contarle lo que pensaba. En lo único que pienso...

- Quiero que estemos juntos, quiero intentar- Dije seriamente. Mica sonrió, y se quedó pensando unos momentos. Estábamos tan cerca, que podía sentir lo caliente de sus mejillas coloradas, podía percibir el color de  sus ojos, pardos, podía sentir sus irregulares latidos. Podía sentirla.

- Yo también quiero, y también pienso que decirle a Simón antes es mejor- Me dijo tranquila. Una sonrisa dulce sale de su boca. Pero no puedo soportarlo más. La besé. Coloqué mis manos en su cuello y ella en mi espalda. El beso fue apasionado, intenso con un gusto dulce. Fue el beso más lindo que robé en mi vida. 

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Estábamos en el auto, volviendo a mi departamento. Y de repente, algo suena interesante en la conversación de los hermanitos. 

- Para mi tendríamos que irnos de esa casa, podemos trabajar un poco de medio tiempo, y además yo tengo ahorros - Dijo Simón. 

- Para mi también, podríamos comprar un departamento, cerca que el de Fran, cerca del centro y allí podemos trabajar- Simón asintió con su cabeza y preguntó. 

- ¿Es un hecho o una idea?- Simón estaba molesto con sus padres. Pero Mica era peor, porque ella está enojada con ella misma en cierto modo. Ella está dolida, piensa que es un error. 

- Es un hecho