Capítulo 27: ¿Recordarás ahora?

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Mica's POV:

- ¡Mañana hay que ir a la universidad!- Gritó Meg, muy borracha. Yo reí y dije:

- ¡Mañana es feriado!

- ¿Y eso quién lo dijo?- Preguntó ella, dudosa. 

- La presidenta, ¡Micaela Slormanti!- Reí. 

Claramente yo también estaba borracha

- Hola linda- Dijo alguien a mi oído. Sonreí y me apoyé en el hombro de Francisco. El acarició mi pelo y me dio un beso en la frente. Me reí sonoramente. 

- ¡¿Qué mierda haces pibe?!- Gritó alguien atrás nuestro. Vi a Francisco venir hacia nosotros. 

¿Cómo era eso lógicamente posible?

Mire a mi lado y aquel, claramente, no era Francisco. Es más, era totalmente diferente. Era morocho con ojos negros. Megan reía a mi lado de mi mala suerte. Y mi mala suposición. 

Me alejé rápidamente del chico, quién fue golpeado por Fran. Cuando el moreno salió corriendo tras ser golpeado, mi novio me miró severamente y luego se alejó enojado. Le seguí hacia mi habitación. 

- Perdón, perdón- Dije, llorando. 

Esto del alcohol me dejaba más sensible...

- No estoy enojado contigo Micaela, estas borracha, puedes equivocarte- Mencionó calmado -. Además ni siquiera lo besaste...

- Lo sé...- Dije, limpiando mis lágrimas - ¿Por qué estas enojado?

- No es enojo, es... impotencia

- ¿Impotencia?- Cuestioné confundida.

- Sí, tengo ganas de golpear a ese chico hasta la muerte, pero no sería legal- Dijo, rápido -. También quiero darte todo hoy pero quiero que recuerdes cada momento...

- Y lo haré...- Murmuré acercándome a él, lentamente. Francisco, viendo mis intenciones, rió. 

- Mica, escucha bien, quiero que lo recuerdes todo, no lo harás así de ebria- Se burló. Luego me llevó a la cama y me acostó allí. Me tapó con las frazadas y cerró la puerta. Antes de hacerlo, me avisó que iría a limpiar todo un poco. 

Antes tendrá que echar a todos...


Fran's POV:

- ¿Mica?- Preguntó Megan, limpiando el sillón. 

- En la cama- Mencioné. Ella solo rió, estaba realmente borracha. Cuando Simón dijo que estaba muy ebria para ir a su casa sola, decidió que se quedaría en su cuarto. Luego de muchas discusiones, ella aceptó, con la condición de que él duerma en el piso. Así que está aquí, limpiando el sillón. 

- ¿Con quién?- Se burló. Simón y ella rieron. Megan era comprensible, pero mi amigo ni siquiera estaba ebrio y el chiste era muy malo. 

- Tu solo limpia el sillón en el cual chapaste con ese morocho- Cuando mencioné aquello, todo fue silencio. Las risas cesaron. 

Esto era lo que deseaba: Paz y armonía...

Lástima que duró tan poco.

- ¿Qué fue lo que dijo, Meg? ¿Qué morocho?- De manera lenta, Simón hizo las preguntas, mirando muy fijamente a la rubia. Cuando vio que no había respuesta de su parte, mi amigo se levantó y fue a su cuarto, siendo perseguido por Megan. 

¿Quién lo hubiera pensado? Se cambiaron un poco los roles.

- Ahora tengo que limpiar todo solo yo...- Me lamenté. Esto me pasa por rencoroso. 

La Hermana de mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora