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Tuve unas rondas bastante agitadas. Sin la presencia de Arizona y de la otra doctora, enferma, no tuvimos tiempo ni de comer. Corríamos de un quirófano a otro. Mientras anestesiaban a un paciente, Mark apareció y me trajo una fruta y jugo de naranja para que tenga algo de glucosa en sangre.

-Madura, deja de mirarme así. -El me miraba
cómplice y con una sonrisa.

-Verte comer una banana me enciende, no voy a mentirte. -Dijo riendo.

-Pudrete Mark. -Dije riendo empujándolo suavemente.

Luego de eso entre a operar, por suerte era un procedimiento de media complejidad. Deje a Alex hacer la cirugía, me lo agradeció.

Luego entré a operar con Derek.

Cuando salí, fui a llenar fichas con Alex. Apareció Mark.

-Hola. -Dijo.

-Hola.

-¿Estas lista? Llegaremos tarde.

-Mark realmente quiero ir a ver esos departamentos y casas pero tengo que revisar los post operatorios de los pacientes. Tengo mucho trabajo que hacer.

-Ve, yo lo hago. -Dijo Alex.

-No quiero explotarte, me has ayudado todo el día y la noche.

-Son un par, puedo hacerlo en un rato. Ademas no tengo nada mas interesante que hacer. Estaré bien.

-Llámame por cualquier cosa. Cuando termine, vuelvo.

-Lo haré, tranquila.

-Gracias por cubrirme. -Le sonreí.

-Gracias por enseñarme y dejarme operar solo.

-Es un placer tener un alumno como tu. Nos vemos luego.

Me fui a cambiar rápido y salimos. Una vez en el auto Mark hablo.

-Del 1 al 10 ¿Cuanto te gusto?

-¿Que es esa pregunta?

-Voy a ser sincero, me da un poco de celos que pases todo el día con Alex, que le enseñes, que seas su mentora, que se hagan favores y se sonrían. Te juro que por ti, me cambiaría a pediatría.

-No lo puedo creer. -Dije riendo. -Me gustas tu, el solo es mi compañero de trabajo y un gran alumno. No puedo dejar de enseñarle, no puedo dejar de sonreírle estamos en pediatría. Y gracias a sus favores estoy aquí. No estés celoso, tu tienes a Avery y yo a Karev.

-Creo que sabes que me da miedo perderte.

-Mientras no me des razones, no pasará. Te amo.

-Yo a ti.

Llegamos a la dirección del mensaje de texto era una casa en una zona bastante tranquila y linda de Seattle. La dueña estaba en la puerta.
Nos presentamos y nos mostró la casa.
Nos contó de la ubicación, de la cocina, de la pileta, del comedor, del living y de las habitaciones.

-Y por último, esta el ático, un buen lugar para un cuarto de niños. Si piensan tener niños, por supuesto.

-Claro. -Dijo Mark sonriéndome.

-No. -Dije yo como si fuera obvio.

Nos miramos, la señora de unos cincuenta años nos miró también, la situación se volvió incomoda.

-Creo que los espero abajo. Pueden volver a ver la casa y preguntarme. -Dijo sonriendo incómodamente y se fue.

-¿No? ¿Realmente? -Empezó a hablar el.

-No. Pensé que lo sabías.

-¿Por que?

-No lo se Mark, no he pensado en eso, no me veo siendo madre.

-¿Eres de Pediatría y no quieres bebes?

-¡No compares! Yo solo los abro y los curo. Lamento que lo hayas asumido, lo siento pero no es así. Ademas, ¿No crees que así estamos bien?

-Quizás no ahora pero quiero un hijo tuyo. Es mi mayor deseo en el mundo, formar una familia contigo y lo sabes desde siempre.

-No es no. Lo siento.Y no pensé que lo dijeras enserio.

-Todo lo que digo es enserio. -Me dijo antes de bajar. Me quedé inmóvil.

¿El se refería a lo que había dicho la otra noche?
Había sido una charla bastante intensa.

Nos despedimos de la dueña y fuimos al hospital en silencio, se podía sentir el ambiente tenso a kilometros.
Nos bajamos y cada uno siguió su camino.

Me encontré a Alex en el pasillo.

-¿Como han estado? -Pregunté arreglándome el guardapolvos.

-Todos están evolucionando favorablemente.

-Genial.

-¿A ti como te ha ido?

-De terror. Quiere comprar una casa con cuarto de niños. ¡El quiere bebes!

Alex rió.

-Jamas me hubiese imaginado a Mark Sloan el Dios de la cirugía plástica así. ¿Y tu los quieres?

-Claro que no. No ahora. Y el esta enojado, eso no es una razón para estar enojado. Los bebes se hacen y se crían de a dos.

-Deberías decirle que quieres pero en unos años.

-No tengo ganas de hablar con el ahora. Ve a descansar Alex. Yo me quedo con el resto.

-Estoy bien.

-Yo estaré bien, es una orden. Ve y duerme.

-Nos vemos mañana.

-Nos vemos.

Anatomía de un corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora