Cassie es una cirujana pediatrica y fetal muy exitosa. Luego de vivir toda su vida en Los Angeles con su familia, recibe una oferta en el Seattle Greace Hospital que aceptará para salir de su zona de comfort.
Ella sólo aceptó para crecer en lo prof...
Volvimos a trabajar al otro día y al mes, nos fuimos 15 días de luna de miel a España a disfrutar de las playas.
-Despierta, deja de dormir como un muerto. Quiero ir a la playa. -Dije con la maya puesta moviendolo para que se despierte.
-¡Es temprano!
-¿También es temprano para esto? -Dije besándole el cuello.
-Creo que se me ha pasado el sueño. -Dijo atrayéndome a el.
-Vamos a la playa y eso lo dejamos para la tarde.
-Esta bien. Vamos.
Nos preparamos y luego de desayunar fuimos a la playa.
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Tuvimos unas hermosas vacaciones. Fueron quince días donde solo nos relajamos y la pasamos bien. Compramos recuerdos para todos y la única vez que discutimos fue cuando pase media hora en una tienda. Nos complementamos, nos llevábamos bien. Volvimos un sábado por la tarde, y Callie, Arizona y Sofia nos prepararon una cena sorpresa.
Las vacaciones habían sido increíbles. Pero volver a casa era mucho mejor. Supe que era feliz cuando estaba emocionada por volver. Luego de cenar, Callie y Arizona volvieron al hospital. Yo me quede con Sofia y Mark, quien estaba bañándose. Yo estaba jugando a dibujar con ella, cuando un busca sonó. Me levanté a chequear y era el de Mark. Entré al baño a avisarle y luego volví a dibujar. El pronto salió y se cambió.
-Ve tranquilo, yo me quedo con ella. Yo entró a las 9 y Callie termina a las 6.
-Eres la mejor. -Dijo dandome un beso en los labios de despedida.
-Buena suerte.
-Gracias. -Dijo mientras abrazaba y besaba a Sofía. Ella reía sin parar. Ver esa escena me hizo terminar de convencer que si quería ser madre con Mark. Que estaba en lo correcto.
Ya llevábamos un mes y medio intentando y nada. Pero sabía que debía tener paciencia en esto. Nunca jamás me imaginé pensando en tener niños. Mark había dado vuelta mi mundo.
-Sofi, ya es tarde. ¿Te parece si vamos a lavarnos los dientes y a dormir?
-¿Una galleta mas? ¡Por favor, por favor!
-Solo una. Y será nuestro secreto. -Dije riéndole.
Cuando por fin nos acostamos ambas en la cama matrimonial, Sofia me confesó su deseo por un hermano.
-Si tu tienes un hijo con papi, ¿Sería mi hermanito?
-Si, seria tu hermano o hermana.
-¿Y por que no tienen uno? Quiero una hermanita para jugar.
-Bueno, estamos... pidiendo por una.
-No tienen que pedir por una. -Dijo pegándose a la frente y sentándose. Me senté también. -Deben tener sexo, así se hacen los bebes. Así jamás tendré un hermano.
-Sofia, ¿Quien te ha dicho eso? -Mis ojos se abrieron como platos y se pronto se fue el sueño. Esa niña solo tenía cuatro años, por Dios.
-Mamá Arizona cuando le pregunté. -No me sorprendí.
-Escucha, no debes decir eso en el jardín. Vamos, es tarde vamos a dormir.
-Esta bien. Pero, ¿Lo están intentando?
-Si. -Dije riendo internamente.
A las 5:30 sonó mi alarma. Me bañe, hice el desayuno, me cambie y llamé a Sofia para desayunar conmigo.
Mientras estábamos desayunando waffles, vino Callie.
-Buenos días. -Dijo alegre.
-¡Mami! -Corrió a abrazarla.
-Buenos días Callie, siéntate a desayunar.
Desayunamos y pronto me fui. Iba a adelantar algo de papeleo.
Lo estaba haciendo cuando vinieron Mark y Arizona.
-¿Que tal la noche?
-Bien, aunque me sorprendió el alto nivel de conocimiento de educación sexual que tiene Sofia. -Dije mirando con una sonrisa a mi amiga. Mark la miró.
-Ella preguntó de donde venían los bebes. Y bueno, yo le dije la verdad. La sexualidad no debe ser un mito. -Dijo riéndose.
-Eres un monstruo Robbins. -Le dijo Mark mientras ella se iba riendo. -¿Que te ha dicho Sofia?
-Me ha dicho que espera que le demos hermanos. -Dije sonriéndole.
-A mí también me lo ha dicho... ¿Nada? -Dijo refiriéndose a alguna novedad del tema.
-Mark, hace apenas un mes y medio que estamos intentando. Debemos tener paciencia.
