Capitulo-46

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~Narra Yasmina~
Comemos tranquilamente mientras siento una mirada fija en mi, miro varias veces y él aparta la mirada. Sigo comiendo sin darle más importancia, escucho un llanto, es del bebe, los miro y no saben cómo darle de comer.

-Sara: Acércate estas deseándolo.

Me acerco a su mesa y me siento en la silla que ahí libre, cojo al bebé de la trona y lo siento en mis piernas bajo la atenta mirada de John y Antonio José, el bebé sonríe y le doy de comer mientras él juguetea con mi collar. Termino de darle de comer, lo limpio y pongo al bebé en la trona para después marcharme, no puedo hacerlo ya que el bebé empieza a llorar. Lo cojo y se acurruca en mi pecho, y le canto una nana mientras se duerme, cuando por fin lo logró lo acuesto en el carricoche con ayuda de Antonio José.

-Antonio José: Gracias- sonrió y vuelvo a mi sitio
-Sara: Eres una madraza -Yo: Hubiera sigo mejor si ese bebe hubiese sido mío y de él- murmuró triste -Sara: No te machaques más, vámonos.

Pagamos la cuenta y salimos del restaurante. Volvemos a casa y me apoyó en la pared sentada en la cama, pienso y recuerdo el momento del restaurante, sus palabras retumban en mi cabeza "Quiero que seas feliz". Quiere que sea feliz con otra persona, con él no voy a poder serlo, mis lágrimas viajan desde mis ojos hasta acabar en mi ropa, no sé qué voy hacer, todo es tan doloroso. ¿Por qué sigo queriéndolo? ¿Por que no puedo ser feliz como él lo es con su mujer y su hijo?.

~Narra Antonio José~
Volvemos al hotel, John está muy callado y me sorprende, dejo a Aaron (Mi hijo) en la cama. •
-Yo: Habla te veo muy callado- le digo a John -John: No entiendo cómo la has olvidado tan rápido, no has visto tú cara cuando ella le estaba dando de comer a tu hijo, tenias una cara de bobo -Yo: Me ha asombrado la manera que tiene de calmar a un bebé -John: A mí me sorprende tu poca inteligencia- le miro serio -Yo: No la quiero, si es eso lo que piensas -John: ¿Lo que pienso? Lo que veo más bien, te has metido al baño para poder hablar con ella a solas, has salido desanimado y cuando ha cogido a tu hijo has sentido que era su madre ella y no Shaila, dime una cosa ¿Cuanto te has acordado de Shaila en la comida? -Yo: Mucho, a Shaila la tengo aquí- señaló el corazón -John: No te engañes, sigues enamorado de ella, la chica que fue desde Madrid hasta Córdoba solo por perdonarte, que conoció a tu familia y amigos a pesar de su timidez, la chica que se entregó a ti aún conociéndote de 3 meses, esa es la que realmente está en ese corazón, no la pierdas por qué vale oro esa mujer...(Continuará)

¡QUE NUNCA ME FALTE TU AMOR!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora