Harry's the Type of Daddy K. -h.s-

No.34 "Bad girls deserve to be punished"

Harry es el tipo de Daddy que te mira a lo lejos, sus labios están sedientos de los tuyos, queriendo arrancarte el babydoll que traes puesto en éste instante.

"Baila para mi, bebe." Su voz se escucha entre las sombras de la gran habitación. Tus caderas comienzan a moverse de un lado a otro, con tus manos recorres todo tu cuerpo, imaginando que sus manos son las que te están tocando.

Pequeños suspiros salen de tus labios, tus ojos se cierran y te dejas llevar por la cancion lenta que está puesta. Lames tus labios inconscientemente.

"Aunque me encante el hecho de que tengo a la mujer más hermosa bailando para mi, me temo que no podré resistir mis ganas de tomarte ahora mismo." Su voz es mucho más ronca de lo normal. Tus ojos aún cerrados y tus labios entre tus dientes.

De pronto sientes un brazo apoderandose de tu cintura y una mano en tu cuello, abres los ojos y su respiración choca contra ti.

Sus labios comienzan a besar tu cuello, le das acceso a éste sin reprochar, sus caderas se pegan contra ti, puedes sentir cuán duro está, sueltas un gemido sin pensarlo y él al instante en el que lo escucha no puede retener un gruñido.

"Qué es lo que quieres que Daddy te haga, eh bebe?"

Una sonrisa se dibuja en tus labios. Que me folles duro. "Quiero que me beses, Harry"

Oh gran error, gatita.

De un rápido y brusco movimiento te voltea hacia él. "Con que ahora me llamas Harry, ah?" Su lengua pasa por sus dientes mientras una sonrisa lobuna cruza por su rostro. "Veamos si a la pequeña le quedan ganas de volver a llamar a Daddy por su nombre sin que se lo pida."

Te avienta a la cama tras de ti, tu cuerpo cae brucamente sobre el colchón. "No te muevas." Exige.

Camina hacia el closet y toma unas esposas de un cajón. Joder. Se acerca a ti, es demasiado rápido que no te da tiempo de evitar que te espose.

Trepa a la cama y se coloca encima de ti. Sus manos toman los extremos de tus bragas y las baja lentamente. Te mueves en tu lugar, con evidente desesperación por que él te toque.

"Estás tan mojada." Sus ojos están en todo momento sobre los tuyos, sus dedos se introducen en tu entrada, cierras los ojos repentinamente por la abrumadora sensación que sus expertas manos te hacen sentir en cuestión de segundos.

"Mírame."  Haces lo que él te pide. Sus dedos salen de ti. Mierda, no pares.

"Te gusta jugar sucio, bebe, y a mí me encantan los juegos." Retira su ropa y ahora se encuentra desnudo frente a ti. Toma su pene y lo frota contra tu entrada.

Tan mojada.

Y sin pedir permiso entra en ti, brusca y profundamente, follando cada centímetro, por un segundo piensas que te vas a desvanecer. Sus embestidas son duras, tu cuerpo moviéndose de arriba a abajo, sus manos por fin tocan tu piel; acariciando tu abdomen.

Lo sientes cerca, los gemidos salen de una forma descontrolada de tu garganta, está penetrando cada centímetro de ti.

Tu respiración comienza a acelerarse, estás cerca.

Sus labios se acercan a ti, están a escasos centímetros de los tuyos, tienes tantas ganas de besarlo. Gimes contra el roce de sus labios. "Mmm...hay algo que debes saber, cariño." Se acerca a tu oído. "Las niñas malas merecen ser castigadas, bebe."  Y cuando estás a punto de llegar a tu orgasmo sale de ti.
Te tiene tendida en la cama, incapaz de poder llegar a tu orgasmo, y en su lugar, lo ves cómo se toca mirando cada centímetro de tu cuerpo. Una completa tortura.