Y o u L i k e M e I I

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Tu P.D.V

Los jadeos que suelto son inevitables, cierro lo ojos con fuerza y mis manos viajan hasta la mano de Harry para intentar detenerlo, pero aquel movimiento hace que lo alenté a empujar mi pecho contra el asiento y apretarme contra el material de piel bajo mi cuerpo.

"No te engañes, ángel. Parar ahora no quitará el deseo que provoco constantemente sobre ti".

Joder.

Suelto un bufido frustrado y el ríe en respuesta. Su brazo disminuye de fuerza y comienza a deslizarse por mi cuerpo. "Déjalo ir". Vuelvo a cerrar los ojos con más fuerza y mi respiración se torna pesada y entrecortada nuevamente. "Te gusto, me gustas...y se siente tan bien".

Siento el vehículo parar en algún lugar de la ciudad, pero no soy consciente de nada ahora gracias a que las yemas de sus dedos recorren mi cuello, empujándome hacia él. Siento su cálido aliento chocar contra mis labios pero no me besa, sin embargo, sus ojos me miran con intensidad, me estudian a detalle y yo no hago otra cosa más que fascinarme aún más por lo jodidamente atractivo que es este hombre.

"No puedo..." Susurra contra mis labios, y la confusión se filtra en mi sistema. Antes de que la pregunta salga de mí, Harry me besa, y ahora me siento más confundida que antes. Es entonces que desabrocha el cinto de seguridad y toma de mis caderas, levantándome del asiento donde me encuentro y tirando de mi cuerpo hacia él. En menos de lo que pienso recorre el asiento lo más que puede y mis piernas caen a cada lado de su cuerpo, mientras que por unos segundos siento la dureza de su miembro presionarse contra mí sexo, provocando un gemido ahogado de mi parte.

Él ríe coquetamente, y aquel sonido tan ronco hace echo en el vehículo, envolviéndome en una sensación extraña. No tarda en acercarse a mi de nuevo y besarme con aún más intensidad que antes. Mis manos comienzan a bajar desde su abdomen hasta la hebilla de su pantalón, gruñe contra mí y aquello me anima a seguir.

Cuando no hay material impidiéndome el paso a su sexo, comienzo a jugar con él, provocándolo, haciendo que pierda la poca cordura que le queda.

Sus manos hacen su camino hasta mis bragas y arranca el material de mi cuerpo, escucho el sonido de la tela rasgarse y ahí me doy cuenta de lo que ha hecho.

"Mierda" Susurro, y una sonrisa lobuna se desliza por las comisuras de los labios de Harry. Ambas de sus manos caen en mi culo, obteniendo de mi parte un gemido ahogado por el roce de nuestros sexos.

"Siénteme". Espeta. "Y ahora dime qué no se siente correcto..." Levanta el mentón y sus manos hacen que mi cuerpo se incline más al de él, dejándome a solo unos escasos centímetros de su rostro. "Quiero verte intentarlo". Susurra contra mis labios.

Una sonrisa juguetona se dibuja en mi rostro, y comienzo a moverme encima de él, sexo contra sexo, recorriendo la dureza de su excitación contra mí. Gimo contra sus labios y el entreabre estos al instante. Mis manos se colocan en su cabello, y halo de él con fuerza, recibiendo sus labios con los míos en un beso urgente y mojado.

El vaivén de mis caderas yendo de un lado a otro sobre él, teniendo como respuesta un gemido lleno de aprobación cuando comienzo a ir en círculos.

"Mierda". Gruñe. "Así nena, justo así". Sus ojos se cierran con fuerza y toma de mis caderas con ímpetu. "Te quiero dentro, joder. Quiero sentirte completamente".

Mis jadeos se hacen más evidentes y ahora es su turno de levantarme de él y colocar su miembro en mi entrada, pero me provoca en el proceso, recibiendo gemidos llenos de frustración de mi parte.

"Mírame". Demanda. Me toma un par de segundos levantar la vista hacia sus ojos, la intensidad de su mirada jamás me había abrumado tanto como hoy lo hace. Entra en mí lentamente, mis labios se entreabren con toda la intención de gemir, y la humedad de su lengua recorre los suyos, viéndome en este estado tan vulnerable.

"Ahora, mi amor". Su voz me saca de la realidad, y sus brazo se enreda alrededor de mi figura, envolviéndome en el calor que nuestros cuerpos emanan. Su mano derecha hace de mi cabello un puño y hala de mí, sintiendo sus labios rozar contra mi oreja, y entonces el grosor de su voz envía escalofríos por todo mi cuerpo cuando me pide; "Monta a Daddy".

Harry's the Type of Daddy K. -h.s-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora