Harry's the Type of Daddy K. -h.s-

No. 59 "Gentle, my love"

Harry es el tipo de Daddy que acaricia suavemente tu rostro mientras con su otra mano recorre el contorno de tu figura.

"Eres tan hermosa" Susurra contra tus labios, para que segundos después te bese con urgencia. La necesidad crece más y más conforme pasa el tiempo, y te sientes más ansiosa que nunca. Con su mano alrededor de tu cuello y su pulgar en tu mentón, te obliga a darle acceso a tu piel. Comienza a besar tu cuello con ferocidad, dejando marcas a su paso.

Su cuerpo se pega más al tuyo, haciéndote chocar completamente con la pared tras de ti. Un gemido ahogado sale de tus labios y aquello provoca a Harry de sobremanera. Lo escuchas gruñir por lo bajo a la vez que sus manos recorren tus piernas hasta llegar a tu culo, y de una forma ágil, te alza en el aire, obligándote a enredar tus piernas alrededor de su figura.

"Ha...Daddy" Lo llamas en un suspiro. Él hace caso omiso a tu llamado y sigue con sus besos en tu clavícula.

Sientes como la presión contra la pared desaparece y en su lugar la suavidad de las sabanas lo remplazan. Sin esperar nada, Harry comienza a desabrochar la blusa que llevas puesta, mientras ataca a tus labios. Con la inquietud en sus movimientos, se separa de ti y sin aviso alguno, arranca la blusa de tu cuerpo, deshilando los botones a su vez. El aire se atasca en tu garganta por la dureza con la que te toca.

"Y-yo..."  Es en ese momento cuando sientes como un dedo es introducido en tu entrada.

"Estas jodidamente estrecha" Su vista se eleva a la tuya y cae en cuenta de algo. "Eres virgen."

Volteas hacia otro lado, sintiendo el ardor en tus mejillas. Bajas la mirada. Él toma de tu mentón y te obliga a mirarlo de nuevo. "Oh dios." Notas un brillo distinto en la mirada de Harry, pero antes de que logres procesar la situación, sus labios están encima de los tuyos, esta vez se mueven de una forma lenta y dulce. Sientes como el peso cede, y él se encuentra a lado de ti en la cama. Sus dedos viajan hasta su pantalón y comienza a deshacer los botones de éste. "Acércate." Haces lo que te pide. Quedando de rodillas justo a lado de él. Sus manos toman de tus caderas, por inercia tu cuerpo casi cae encima de él, pero pones tus manos en su pecho antes de caer. "Monta a Daddy, anda." Susurra, mientras una sonrisa socarrona se apodera de sus labios.

Sin esperar a que diga algo más, haces lo que dice, y por primera vez sientes su miembro rozar con tu sexo accidentalmente. Como por acto de reflejo intentas separarte un poco, pero el toma tus caderas con ímpetu y te obliga a quedarte quieta. "Delicado, mi amor. Seré delicado."  Sus manos se deslizan de tus caderas hasta tus senos, y comienza a masajearlos. "Desabotona mi camisa." Dudas un poco en lo qué haces, pero finalmente terminas con el último botón, y abres la camisa, dejando a la vista su abdomen desnudo. Tus labios se entreabren y tus ojos estudian cada uno de sus tatuajes.

Tu mano derecha viaja inconscientemente hasta su piel, pero te detienes cuando estás a punto de tocarlo. Él té mira profundamente y una sonrisa que se te antoja tierna se dibuja en sus labios. Hace su camino hasta tus manos y te incita a que lo toques. "¿Te gustan?"  Asientes en respuesta. "Esto te va a gustar más." Ahora toma control de tus caderas, y comienza a moverte de arriba hacia abajo. La humedad de tu sexo acariciando la necesidad que se ha creado dentro de él. Lo escuchas gemir y sientes que pronto te vas a desvanecer.

Si cabeza se inclina hacia atrás, sintiendo la suavidad de tu sexo contra él. Antes eso le sería suficiente para bajar la calentura, pero contigo es diferente. Contigo nada es suficiente.

(...)