No.74 "You like me"

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Harry es el tipo de Daddy que deja caer las yemas de sus dedos sobre el vidrio de la copa que lleva en mano. Su mirada fija en aquella joven virginal al otro lado de la sala; tú.

Tu vista lo siente, y como si de dos desconocidos se tratase, solo se miran de reojo. Le regalas una sonrisa, y él reacciona de la misma forma, pero regresa a una postura seria luego de que el hombre frente al magnate le hiciese señas para que viera algo en el aparato entre sus dedos.

Tu mirada viaja por toda la estancia, y te sientes ajena a todo lo lujoso que hay. Empezando con el costoso champán y terminado con los vestidos de diseñador. Sin embargo no dejas que aquello te intimide, y en su lugar alzas el mentón y haces tú camino hacia el lindo patio del lugar. Los cálidos tonos del atardecer pintando al cielo, y el relajante sonido del agua proveniente de una fuente que se encuentra a unos metros de ti.

Alzas la copa que tienes entre tu mano y posas esta contra tus labios, tomando del líquido dentro de él.

"¿No te había dicho que no podías tomar alcohol, pequeña?" El grosor de aquella voz se te es tan familiar, que en lugar de exaltarte por aquella cercanía, te provoca una sonrisa lobuna en los labios. Te toma de las caderas y hace que gires en tu propio eje antes de que te des cuenta. "Cómo te encanta retarme, joder". Gruñe por lo bajo y una risa sale de tu garganta.

"No lo puedo evitar, Daddy". Finges una inocencia que no existe en ti. "Es divertido molestarte".

Su afilada mandíbula se contrae con fuerza al escucharte pero la sonrisa acompañada de unos coquetos hoyuelos no desaparece de sus labios.

"No me provoques aquí, ángel. Sabes que no podemos, mucho menos en frente de West". Te mira, insistente, y sabes que tienen que guardar apariencias, pero se te es imposible, con aquellas feroces ganas que tienes de tomarle del rostro y besarlo hasta que ambos se queden sin aliento. Te gusta provocarlo aún sabiendo que no puede hacer nada al respecto. No puede hacer nada para saciar las ganas de ti.

Tus ojos estudian el lugar. "Una lástima, el vestido me ha comenzado a molestar". Tu mirada vuelve a la de él cuando te has asegurado que nadie está viendo, y te acercas aún más, tomado su mano con la tuya, y colocándola sin aviso alguno sobre la fina capa de tela que cubre a tus senos. Aprietas con ímpetu su mano contra tu cuerpo, y entreabres los labios cuando él lo hace con más fuerza, obteniendo un leve gemido de tu garganta. "Y no llevo nada debajo de él". Le guiñas un ojo y comienzas a caminar lejos de él, pero sientes como tus ojos siguen todos y cada uno de tus movimientos, hasta que te posiciones a un lado de West; tú novio, y el sobrino de Harry.

Sabes que es malo engañar a alguien que dice quererte, sin embargo no lo sientes de aquella forma.
El remordimiento había llegado cuando sentiste la cercanía de aquel hombre al que ahora llamas de tantas formas, pero no le detuviste, porque el deseo dentro de ti era más fuerte que tú lealtad. Porque aquel desliz se volvió regular, y los besos en la mejilla ahora se sentían extraños de parte del ojiverde. Harry se impregnó en tu piel como otro hombre no lo había hecho, y ahora, cuando el chico a un lado de ti te toca, no se siente igual, porque no es él.

"Babe". West sacude su mano frente a tus ojos, sacándote del trance en el que estabas por unos momentos.

"¿Mande?" Tus cejas se alzan con expectación, y el chico de ojos cafés te sonríe.

"Te decía que mi tío te llevará a casa hoy, tengo que ir con mi padre a resolver unos asuntos". No dices nada ante aquello que te comenta. "¿Hay algún problema?". Su ceño se frunce y tu niegas al instante.

"Ninguno, guapo". Le regalas una sonrisa, él se acerca a ti y planta un casto beso en tus labios.

"Te veré el domingo, Styles te está esperando en la entrada". La forma en la que llama a Harry no te toma por sorpresa, siempre lo ha llamado por su apellido. Asientes y comienzas a caminar, pero su voz hace que pares unos segundos. "Te quiero". Tragas duramente y una sonrisa se desliza por tus labios.

"Yo a ti".

Tus pies comienzan a moverse por todo el lugar, hasta que los rayos del sol que se cuelan por la puerta abierta te reciben con calidez. Tus ojos se entrecierran por inercia y la primer imagen que te recibe luego de que sales del lugar donde te encontrabas es a Harry recargado en su auto deportivo, con la mirada en el suelo y las manos dentro de sus bolsillos.

Es cuando escucha el sonido de tus tacones contra el suelo que levanta la vista, recorriendo la longitud de tu figura antes de llegar a tus ojos.

Lame sus labios y sonríe. "¿Nos vamos?" No respondes nada, simplemente te aproximas al vehículo luego de que te abriese la puerta. Él entra al cabo de unos segundos, y tomándote con la guardia baja, su mano viaja hasta tu cuello y hala de ti hacia él, recibiéndote con un beso necesitado.

Se separa de ti y arranca el auto, su mano se posa en tu muslo luego de unos minutos. "¿Qué tienes, nena?" Acaricia tu mentón con delicadeza y  suspiras en respuesta.

"No puedo seguir haciéndole esto a West..."

Una sonrisa se desliza por la comisura de sus labios. "No pensabas en eso cuando ponías mi mano sobre tus senos, ¿oh si?" Estás a punto de espetar algo pero el comienza hablar, impidiendo que sigas. "Me necesitas tanto como yo te necesito a ti". Su mano comienza a deslizarse por tu piel desnuda, y su tacto se encuentra entre tus piernas, ocasionando la pesadez presente en tu respiración. "Es cierto, ángel. No puedes seguir haciéndole esto a West...pero aquella tentación en la que has caído no puede ser saciada con nadie más que no sea el que la provoca; yo".

Es ahí donde sientes sus dedos deslizarse sobre tus bragas, y el hormigueo se hace presente en tu vientre cuando maltrata a tu necesidad con descaro y delicadeza.

"Me perteneces, y sabes perfectamente cómo soy, baby girl". Su voz comienza a tornarse ronca conforme tus jadeos se hacen más evidentes gracias a sus movimientos sobre tu clitoris. "Una vez que tengo algo bajo mi dominio," sus caricias se vuelven más duras contra tu sexo, y ves de reojo cómo lame sus labios al escucharte gemir por lo bajo. "y me gusta..." Harry acelera cuando la avenida se encuentra sola, pero sus movimientos sobre ti no cesan, y aquello comienza a volverte loca. "Es difícil que lo deje ir. Y más cuando se siente tan exquisito como tú lo haces, amor".

(...)

Harry's the Type of Daddy K. -h.s-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora