Él no necesita presentación, cuando lo veas, sabrás cómo llamarlo.
Harry Styles, conocido como, Daddy.
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¿Qué haces cuando deseas algo que no puedes tener?
¿Qué haces cuando fantaseas a quien te pertenece entre una desconocida vulnerabilidad?
La imagen de Harry entre las piernas de esa mujer encienden algo en tu sistema. Pero es ella quién provoca lo imposible en ti. Un sentimiento más allá de lo inefable.
La chica frente a ti te mira sobre sus hombros, una sonrisa lobuna se desliza por los labios del ojiverde ante aquel gesto.
"Frey" La ronca voz de Harry llama a alguien. Tus ojos buscan por toda la habitación. "Mi oficina. Ahora." Demanda. Entonces la chica que antes te miraba con sigilo comienza a caminar a su oficina.
Gina Frey. Un gusto.Piensas
Harry te toma de la mano y comienzan a caminar tras ella. Cuando finalmente se encuentran dentro de la oficina del magnate, este último cierra la puerta con seguro, frunces el ceño pero algo dentro de ti sabe el por qué.
La chica no se mueve de su lugar; parada frente al escritorio donde Harry posteriormente se coloca.
"¿En qué puedo servirle, Señor Styles?"
Él levanta su mano y te señala. "Ya conoces a mi novia, ¿verdad?" La chica recorre su mirada hasta la tuya. Asiente. "¿No es hermosa?" Sonríe maliciosamente, y ella agacha la mirada por unos segundos.
"Lo es".
"Dime, Gina. ¿Es posible desear lo que no se puede/debe tener?" La mirada angelical de la chica se eleva a la de Harry, traga duramente ante su falta de respuesta. El hombre la ha tomado por sorpresa.
"Es muy probable. Tendemos a desear lo que se nos prohíbe". Contesta luego de unos segundos, y aquello llama tu atención. No hay duda en su voz, ni siquiera una pizca de nerviosismo. Tal como si supiese exactamente lo que hace.
La mirada de Styles la analiza por completo, se imagina a su pequeña complaciendo a alguien más, y por primera vez aquella imagen se le es placentera.
Te acercas a ella, y deslizas tu toque por todo su brazo, causando que su piel se erice al paso de la tuya. Cierra los ojos por inercia, a la par que tus húmedos y suaves labios besan la curva de su cuello. Su respiración comienza a ser más acelerada, siendo éste el mero reflejo de lo que provocas en ella.
"Has tocado lo indebido, amor. Y tal parece que a daddy le gusta lo que ve". Susurras contra su oído.
El magnate comienza a caminar hacia ustedes. Colocándose frente a Gina. Entonces, luego de verte a los ojos por unos segundos, su mirada vuelve a los labios de la chica entre sus cuerpos.
Tus manos se corren hasta su abdomen, y poco a poco suben hasta sus senos. Ella abre sus labios con asombro ante tu atrevimiento, pero posteriormente deja salir un ahogado gemido lleno de aprobación ante tu caricia. Y en ese momento es cuando Harry toma sus labios con los suyos.
No hay rastro de celos en tu sistema. Solo lujuria.
Harry toma a la chica de la cintura y la gira hacia ti. Tus labios se entreabren, mientras que tu mirada recorre con descaro todo su cuerpo. Y como si Styles supiese exactamente lo que deseas, ambos de sus brazos se envuelven en el cuerpo de Gina y sin previo aviso arrancan los botones de la blusa que lleva puesta. Un grito ahogado sale de los labios de ambas, y no esperas mucho para acariciar la tela que cubre la delicadez de sus senos. Te acercas a su rostro sin quitar tus manos de su cuerpo.
"Me estabas volviendo loca, ¿lo sabias?" Susurras contra sus labios.
"Y ahora tu me estás volviendo loca a mi". Intenta besarte pero te alejas un poco, mientras una ronca risa sale de tu garganta. Mueves tu cabeza en negativa.
"Daddy". El ojiverde te mira con detenimiento. "¿Como me llamo?" Una sonrisa lobuna aparece en los labios del magnate.
"Mommy" . Susurra.
Te acercas a los labios de Gina, rozando levemente los tuyos con los de ella. "Ahora, ¿qué quieres de mi?" Ella pasa la humedad de su lengua sobre sus labios y finalmente dice:
"Que me beses, mommy". Sonríes.
"Buena chica".
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