D o n ' t T r u s t I I

3.5K 218 103
                                    




D o n ' t T r u s t [ y o u]

Un gemido entre cortado sale desde el fondo de tu garganta. Su mirada, que hace unos minutos atrás era de pura burla, ahora reflejan el deseo que tanto retiene. Deseo de poseer cada parte de ti, deseo de marcarte suya de todas las formas posibles.

"Por favor..." Susurras en forma de súplica, preocupada de lo que podría hacerle al chico, y a ti.

Harry niega, con una sonrisa torciendo a sus labios. "Eres una niña muy...muy mala. Y a las niñas malas se les castiga, te lo he dicho miles de veces, sin embargo, sigues sin entender, ahora ¿qué hago contigo, ah?" Tragas duramente mientras sientes su caricia de una forma repentina en tu piel. El roce de sus labios provoca que una oleada de ansiedad recorra tu cuerpo por completo. "Ve al cuarto de juegos, encontrarás algo encima de la cama, haz lo que he escrito". Estás a punto de decir algo pero él levanta su dedo índice, haciéndote guardar silencio al instante. "¿Creías que lo único que te esperaría por tu mal comportamiento sería Daddy azotándote como tanto te gusta?" Una risa amarga sale de su garganta, y la amargura de ésta te hace estremecer. "Haz lo que te he dicho". Sin decir más se separa de ti y comienza a caminar hacia la puerta de la habitación.

Dudosa, comienzas tu camino hacia el tercer piso del lugar, pasando a través del largo pasillo que da hacia el cuarto de juegos. Tu mano se posa en el pomo de la puerta y giras de ella, el seguro cede y la puerta abre casi de inmediato.

Una caja se encuentra reposando en la seda de la gran cama, y una nota yace en el delicado material.

Tu ceño se frunce, y tomas la nota entre tus dedos para finalmente leerla.

"Ponte esto para Daddy, lleva el cabello recogido, te espero afuera, no me hagas esperar, nena"-H.xx

Tus ojos viajan hasta la caja sobre la cama, y retiras la parte superior de ésta, revelando un lindo babydoll negro y a un lado de éste un vestido rojo. Miras detenidamente cada detalle, y te sientes aún más nerviosa que antes.

Al cabo de unos minutos estás lista, y te diriges hacia afuera de la gran residencia. Tu mirada busca a Harry, y luego de unos segundos lo ves; recargado en su auto deportivo, con las manos metidas en sus bolsillos, y la vista en el suelo, tan pronto como te escucha acercarte, su vista se levanta a la tuya, a la par que un mechón rebelde de cabello cae sobre su rostro, lo cual le obliga a sacar las manos de su bolsillo y con sus largos dedos retira aquel cabello de su cara.

Abre la puerta de copiloto para ti, sin decir nada, y cuando te encuentras dentro del auto la cierra con fuerza.

"¿Por qué estaba esa nota en la cama?" Sueltas la pregunta sin pensar. Él te mira de reojo y te regala una sonrisa torcida.

"Tenía planeado algo para ti esta noche". Tus ojos se abren como platos y sientes la culpa apoderándose de ti. Estás apunto de hablar pero el comienza justo cuando tú lo ibas a hacer. "Puedes agradecerle a tu amigo Jace por lo que te haré pasar, porque créeme, que no te va a gustar en lo absoluto".

"Daddy..." Dices en un gemido frustrado.

No dice nada, solo se dispone a arrancar el auto y manejar por las oscuras calles de la ciudad.

Al cabo de unos minutos de completo silencio, por fin para el auto frente a un lugar que parece ser un club. Un hombre los recibe en la entrada de éste, tomando las llaves del auto de Harry.

Caminas a lado del ojiverde, cohibida de lo que pasa alrededor.

El gran hombre que está de seguridad le cede el paso a Harry en cuanto lo reconoce, y por ende, a ti también.

"Señor Styles, bienvenido, de nuevo". Harry asiente hacia la dirección del hombre que los ha recibido.

"West, qué gusto verte después de tanto".

El hombre de complexión gruesa y piel morena los guía a través de lugar, tus ojos lo estudian con detenimiento, dándote cuenta que están en un prestigioso cabaret. Bellas mujeres bailando lujuriosamente, y miles de miradas hambrientas sobre ellas.

West para frente a unas habitación, y le cede el paso a Harry. "Adelante, señor Styles, Elle está preparada como lo pidió".

"Gracias, West". Tus ojos se entrecierran en confusión, sin entender aún nada de lo que ésta pasando. El hombre desaparece por la puerta y la luz neón del lugar es lo único que te permite ver la figura robusta de Harry.

"Quítate el vestido". Demanda. Tú, sintiéndote vulnerable por completo le obedeces, quedando así en el conjunto que ha comprado para ti.

Sus ojos te recorren por completo y se acerca a ti, tomándote entre brazos y besándote desenfrenadamente. Gimes sobre sus labios al sentirlo presionándote contra la pared tras ustedes.

Su mano derecha viaja hasta tu sexo y comienza a hacer delicadas caricias que pronto se convierten en unas llenas de dominancia. Sus largos dedos masturbando tu humedad, y tus hinchados labios soltando fuertes gemidos por lo exquisito que te toca.

Cuando estás a punto de caer en el climax que sus feroces caricias te provocan, alza ambos de tus brazos al aire, apretándote más contra la pared, y ata ambas muñecas en el material que -ahora notas- a los costados de la pared.

La confusión se apodera de tu sistema cuando se aleja de ti, bajándote de su caderas, y abre la puerta de la habitación.

Hace un movimiento de mano, indicándole a alguien que pase.

Una mujer cruza el umbral de la puerta, solo en ropa interior.

Varias preguntas se acumulan en la punta de tu lengua, pero en su lugar guardas silencio, observando con detenimiento cada movimiento.

Harry camina hacia la chica frente a él y con sus dedos comienza a acariciar la tersa piel de la mujer. Ella inclina su cabeza, dándole paso a los labios del hombre, besando su piel con ímpetu, mientras sus manos toman la pequeña cintura de la morena.

Tu respiración se hace más pesada, y el enojo comienza a apoderarse de ti.

Un gemido sale de los labios de la chica cuando Harry toma uno de sus senos y lo aprieta. Tus labios se entreabren y tu respiración sale de entre ellos.

El ojiverde obliga a la chica a girar sobre su propio eje, mientras una de sus manos se apodera de su mentón, la mirada de Harry viaja hacia la tuya y una sonrisa lobuna se dibuja en sus labios antes de que empuje hacia él con fuerza, a quién antes habían nombrado como Elle.

La besa con tanta necesidad, con tanta lujuria, hasta el punto de provocar un nudo en tu garganta.

Cierras los ojos con fuerza, deseando que eso no fuese realidad, mientras Harry los cierra con fuerza imaginándote a ti en lugar de ella.

Tus ojos comienzan a arder, y se te es difícil respirar con normalidad.

Harry se separa de Elle y gira hacia ti, notando las lágrimas al borde de tus ojos al instante. Pero es demasiado tarde, que te hayas besado con otro lo han cabreado lo suficiente como para cometer el mismo error.

"Ahora puedes sentir lo mismo que yo cuando ves a quién le entregaste todo burlándose de ti".

(...)

Harry's the Type of Daddy K. -h.s-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora