"Bad Girl" II

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Tus rodillas caen al suelo, éste está helado, por lo tanto provoca un escalofrío por todo tu cuerpo. Tu cabello está alzado en una coleta y tu cuerpo se encuentra completamente desnudo. Tragas el nudo que se ha creado en tu garganta.

El nulo sonido de la habitación inunda tus oídos y lo único que se puede escuchar es como dejas salir el aire que has estado reteniendo por todo este tiempo.

Unas cálidas manos toman posesión de tu cuello desde atrás, tomándote por sorpresa, al instante tu corazón comienza a latir más rápido de lo normal.  Desliza su mano hacia tus senos y aprieta uno ligeramente. Muerdes tu labio para evitar soltar un gemido.

"Levántate." Tiemblas en tu lugar, no por miedo, sino porque su voz es ronca y demandante, te encanta pero a la vez te intimida. Haces lo que te pide, sintiéndote totalmente vulnerable ante él.

Sus labios hacen contacto con la piel desnuda de tu espalda, y suavemente acaricia tu brazo. Algo dentro de ti se retuerce.

Camina hacia los estantes donde una variedad de juguetes sexuales y de más están. Toma un látigo y se acerca lentamente a ti. Acaricia tu cuerpo con éste, cierras los ojos, la sensación es inigualable, una mezcla de emociones se encuentra dentro de ti; intimidación, ansiedad, placer, excitación.

El sonido del látigo contra tu piel desnuda es lo primero que escuchas, seguido del ardor en tu culo que éste ha provocado. No lo puedes evitar y te mueves en tu lugar, intentas sobar la zona pero él toma tu mano a tiempo y hala de tu cabello. "No. Te. Muevas."  Dice contra tu oído,  y las excitación dentro de ti aumenta aún más. Sigue acariciando tu cuerpo con el látigo, tu pecho subiendo y bajando con irregularidad.

El látigo cae por segunda vez contra tu culo, aún más fuerte de lo que había sido la primera vez. Quieres moverte, el ardor no se va en ningún momento pero prefieres quedarte quieta.

Deja caer el látigo en tu sexo, haciendo que todo tu cuerpo reaccione ante la acción. Una sonrisa retorcida se dibuja en los labios de Harry mientras que los tuyos se abren de asombro. Una sensación completamente nueva pero placentera se hace presente.

Lo sientes ponerse detrás de ti, su mano se desliza por todo tu abdomen hasta llegar a tu sexo y con sus largos dedos acaricia cada centímetro de el. "Mmm, estás tan mojada."  Comienza a frotar tu clítoris y pega tu cuerpo contra él. Su rostro en el hueco qué hay entre tu hombro y tu cuello. "Tan lista para mí." Tus caderas comienzan a moverse como por acto de reflejo, el sonido de sus dedos masturbandote hace eco en la gran habitación.

"Gime, cielo. Vamos, dime lo mala que has sido, que ansías por que te folle duro en esa cama. Y que te castigue como la niña mala que eres."  Tus labios se entreabren y sientes como tu cuerpo comienza a entumecerse.

"Ah, estoy a punto" Tus voz desvaneciéndose entre las alteradas respiraciones de ambos. Tu culo frotando cada centímetro de su erección.

Detiene sus movimientos abruptamente, dejándote con el deseo de tener sus largos dedos dentro de ti otra vez.

"Acuéstate." Apunta a la gran cama que se encuentra a unos cuantos metros de ustedes. Caminas hacia ella, sintiendo la mirada de Harry sobre ti en todo momento. El rodea la cama y te esposa a cada esquina de ella.  Así que se te es imposible moverte, y aunque lo intentases sería absurdo, él tiene todo el control.

Se dirige hacia los juguetes sexuales y toma un vibrador. Camina hacia la cama de nuevo y sube en ella, poniéndose en cima de ti.  Sus ojos ahora están penetrantes en los tuyos, y eso es suficiente para sentirte débil ante él, pero es que joder, tal pareciera como si tuviera el poder de leer hasta tus más profundos deseos.

Su mirada cae en tus labios, por reflejo los lames, así aumentando la excitación que él tiene en éste momento. 

Es entonces cuando lo sientes, un gran gemido se escapa de tus labios. "No."  Su rostro acercándose cada vez más y más a ti. "No gimas, pequeña. Aún no"  Sus palabras se quedan en el aire en el momento en que sus labios se juntan con los tuyos. Su lengua explorando cada centímetro de ti, mientras que tu garganta no evita los gemidos que hacen eco entre su boca y la tuya. Se mueven en perfecta sincronización. Su mano libre se eleva hasta tu seno derecho y comienza a masajearlo. Muerde cada centímetro de tus labios, y a continuación los delinea con su lengua. Su mano desciende acariciando toda tu espalda hasta llegar a tu culo y cuando por fin llega a el, lo aprieta, sacándote un gemido aún más fuerte. El sonido de éste retumba en su mojado beso.

De poco a poco va retirando el consolador de ti,  cuando por fin estabas disfrutando tu primera oleada de orgasmo. Se levanta rápidamente de la cama, pero sin despegar en ningún momento sus ojos de ti. Desabrocha los botones de su camisa lentamente, lo mismo con sus pantalones y bóxer.

Se acerca de nuevo a la cama y se posiciona arriba de ti, nuevamente. Tu húmedo sexo rozando su pene. "Quién diría" Se hunde en ti bruscamente, haciendo que des un grito por lo rudo que es. "Que un ángel como tú, vendría a pecar con un demonio como yo?"  No sabes cómo reaccionar, tu voz parece no existir en ese momento. No te da tiempo de nada cuando empieza a embestirte de la forma más ruda posible.

Todo el enojo y fastidio acumulado se está manifestando por la forma en la que te está follando. Gruñe contra tu cuello, deja marcas a su paso, mientras besa tus senos y frota tu clítoris. "Ahh"  Sientes que vas a llegar,  tu cuerpo está temblando, en pleno éxtasis, sientes que vas a desvanecerte en cualquier momento.

"Quién soy yo?"  Tus labios se abren para hablar pero nada sale. Comienza a moverse aún más rápido y brusco que antes. "Quién soy yo, joder!?" Gruñe fuertemente contra tus labios.

"Daddy" Gimes. Tu cuerpo reacciona ante el orgasmo que te alcanza en ese momento, tus paredes contrayéndose contra el, envolviendo cada centímetro. Finalmente te besa, para después dejar caer su rostro contra tu cuello.

"Yo soy tu Daddy, nena. Y tal parece que eso jamás lo vas a olvidar."

(...)

Harry's the Type of Daddy K. -h.s-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora