Harry's the Type of Daddy K. -h.s-

No.76 "Won't say it again"

Advertencia; Este capítulo contiene lenguaje que podría interpretarse de manera ofensiva, lees bajo tu propia responsabilidad.

Harry es el tipo de mean Daddy que...

"Ven". Ordena Harry hacia ti. Inconscientemente ruedas los ojos. El ojiverde reacciona al instante. Su cordura más allá del borde y su mandíbula contraída con tanta fuerza que pareciese se hará daño a él mismo. "No lo voy a decir dos veces. O vienes acá cuando te lo ordeno, o Daddy tendrá que castigarte tan duro que aquella actitud de mierda se va a ir tan rápido como vino". Tragas duramente y caminas hacia él con paso lento e inseguro. Daddy nunca le había hablado así a su pequeña, pero tal parece que ella lo quiere a pulso. ¿O no?

"Siéntate aquí". Señala a sus piernas. Tu lo haces sin protesta alguna. Sus manos acarician tus piernas, desnudas gracias al escaso material que te cubre en estos momentos. Una pequeña bata para dormir de una azulada seda. Tu mirada se clava en el espejo que se encuentra frente a la cama donde están ambos, y aquella oscuridad dentro de sus esmeraldas ojos te miran con profundidad, causando el nerviosismo en tu sistema. Entonces, de la bolsa izquierda de su saco toma entre sus dedos aquel material metálico que alguna vez tocó tu piel.

Un par de esposas acarician la sensibilidad de tu calidez, te estremeces ante el cambio de temperatura tan repentino, él ríe.

"Has sido una mala niña. Si que lo has sido". Escuchas el seguro de las esposas abrirse al paso de que toma tus muñecas y te obliga a arquearte sobre su cuerpo para darle mejor acceso.

"Quieres joder a Daddy. Comportándote como una pequeña zorra malcriada, ¿ah?" Gruñes ante lo dicho, él toma tu cabello y lo hace un puño en su mano, posteriormente halándolo con fuerza, acercando tu cuerpo al de él aún más. Su mano libre rápidamente viaja hasta tus senos y hace su paso hasta tomar tu cuello y acorralarte a su cuerpo. Sientes su cálida respiración contra tu oreja y tu piel se eriza en automático. Vuelve a reírse por la reacción que su anatomía causa en la tuya.

"No quise molestarte, daddy". Susurras, él gruñe en negativa.

"¿Y esperas que yo me crea esa mierda? ¿Crees que es tan fácil engañar a Daddy?" Aprieta más tu cuerpo, inmovilizándote por completo y colapsando los forcejeos que hacías con su agarre.

Besa tu cuello, el sonido húmedo de aquel acto hace echo en tu oído, y sientes una presión entre tus piernas ante la calidez de su acción.

"Te encanta joderme, diciendo que aquellos coqueteos son inconscientes. ¿Acaso no te queda claro aún?" Su mano, antes hecha un puño en tu cabello, pasa hasta tus muslos, levantando la tela de tu bata hasta tus caderas, exponiendo la tersa piel que él tantas veces ha tocado, mordisqueado y marcado.

"No te ha quedado claro que eres mía, o simplemente te gusta que daddy te folle duro". Un agudo gemido sale de tus labios y el sonríe al instante. "¿Eso es? ¿Te gusta actuar como una zorrita, moviéndole el culo a unos gilipollas para poner celoso a Daddy?"

Sonríes con malicia, y comienzas a mover tus caderas sobre su regazo. Su respiración se torna pesada y lo sientes tensarse. Ambas de sus manos caen en los costados de tus muslos, obteniendo un sonido seco de tu piel al ser azotada, obligándote a que pares tus movimientos sobre su miembro.

Ríe contra ti. "No, mi amor. Mover tu culo contra mi polla no va a solucionar nada". Te obliga a levantarte, encarándolo finalmente.

Sus ojos jamás se despegan de los tuyos, comienza a quitarse el saco que tiene puesto, y lo coloca lentamente a un lado de él. Posteriormente deshace los botones de sus mangas y las dobla hasta sus codos.