Harry's the Type of Daddy K. -h.s-

No.46 "Fuck off"

Harry es el tipo de Daddy que ve aquel chico que ha estado hablándote por los últimos 20 minutos. Su mandíbula está contraída y sus músculos están tensos debajo de la camisa que lleva puesta.

Habían pasado 5 días desde que te fuiste de su casa, y él se sentía al borde de la locura sin ti cerca. Ahora está sentado en el pequeño sofá qué hay en la zona VIP del lugar.

El chico a lado de ti se acerca a tu oído a susurrarte algo que no logras entender. Aún no sientes la mirada de Harry en ti, es por eso que los nervios no han llegado.

"No entiendo nada." Ríes justo después de decirle -gritarle- al chico frente a ti.

"Que vayamos a bailar." Te regala una sonrisa y toma tu mano con la intención de llevarte a la pista.

Harry, en su lugar, hace de sus manos un puño, con evidente molestia.

Él comienza a moverse, y sonríe coquetamente, tu le devuelves la sonrisa. De repente él toma de tus caderas y te pega a su cuerpo, la multitud hace que el espacio entre ustedes sea prácticamente nulo.

La pierna de Harry no deja de moverse ansiosamente, pero en el momento en el que él toma de tu cintura parece que todo a su alrededor se torna oscuro y lo único en lo que piensa es en golpear al chico sonriéndote. Su ceño está fruncido y traga la bilis que se ha formado en su garganta. La sangre hierve dentro de él.

"Soy Tristan, y tú?"

"Yo..." Estás por decir tu nombre cuando sientes a alguien a tus espaldas, y es entonces que escuchas su voz.

"Mía. Así que largo antes de que joda por completo tu cara de gilipollas." Tristan abre los ojos y se le ve intimidado. Da media vuelta y hace su camino lejos de ti.

Tu cuerpo gira completamente hasta estar frente a frente. Esos ojos, esa sonrisa. Esa...maldita sonrisa.

Tu cuerpo reacciona al instante, tiemblas y sientes el nudo en tu garganta, cosa que nadie podría causar en ti más que él.

"No necesitaba eso." Él enarca una ceja y toma firmemente de tu brazo repentinamente.

"Oh, creerme que si lo hacías. Además, todo lo que dije es cierto, y tú lo sabes perfectamente, nena."

Niegas y te zafas como puedes de su agarre. Haces tú camino hacia la salida, cuando finalmente estas fuera del lugar, comienzas a caminar por las calles solas. Para ese entonces Harry ya está detrás de ti.

"Hey" Intenta tomar tu mano pero la apartas.

"¿Por qué?" Su respiración es pesada y por un momento el esmeralda de sus ojos te cautiva. "Por qué llegas de esa forma con un chico que no te ha hecho nada?"

Sus ojos se posan en un punto detrás de ti. "Te equivocas. Me jodió con lo único que me importa." Respira profundamente intentando tranquilizarse, pero tu bien sabes que es inútil, porque sigue molesto. "Estaba coqueteándole a mi chica." Sus ojos viajan hacia ti, te estremeces por lo abrumador que eso ha sido. "Porque me dan celos, joder! De verte con alguien más que no sea yo." Da un paso hacia ti, tú no retrocedes. "Porque me perteneces y no me cansaré de decirlo. Lo vi desde lejos babeando por ti y me llene de rabia al solo pensar en ti besándolo." Su mandíbula se tensa. Su cuerpo se acerca más al tuyo, creando menos espacio entre ustedes. Coloca sus manos en tu cintura y acaricia la piel que revela tu blusa. "Tocándote." Tu lengua pasa por tus labios, sin poder evitar los pensamientos que ahora no puedes justificar con nada. "Ese gilipollas no merece tenerte, tocarte, mucho menos besarte. Y ni de coña lo dejaría." Su dedo pulgar comienza a acariciar tu labio y cierra los ojos levemente. "Pero...he estado muriendo por probar de nuevo tus labios." Su rostro queda a escasos centímetros. Susurra contra ti: "Y maltratarte dulcemente. Mientras gimes lo bien que se siente y me pides a gritos que te de más y más." Sueltas un suspiro y las imágenes explícitas comienzan a hacer que tus bragas se humedezcan. "Tengo ganas de follar cada centímetro de ti, y que me envuelvas de la forma tan exquisita en que lo haces. De halarte el cabello mientras elevas tu culo para que lo acaricie. Besar cada centímetro de tu desnudez y descubrir que la necesidad dentro de ti es interminable." Sus respiraciones se juntan y la tensión dentro de los dos es palpable. Sus labios quedan atrapados entre sus dientes mientras que con su pulgar acaricia los tuyos. "No sabes las ganas que tengo de que coloques tus labios en mi." Gruñe. "Bésame." No repite de nuevo su petición, porque haces tú camino hasta sus labios rápidamente. La urgencia de parte de ambos es irreal.

"Oh Daddy"

(...)