Harry's the Type of Daddy K. -h.s-

No.51 "Romantic Comedies "

Harry es el tipo de Daddy que te mira atentamente. Tu ceño está fruncido mientras metes una palomita a tu boca. Estás acostada viendo una película de comedia romántica. Se supone que Harry iría por bebidas a la cocina y en vez de llevarlas se queda parado en el umbral de la puerta, pensando en que habrá hecho él para merecerte.
Una carcajada sale de tu garganta cuando estás a punto de introducir otra palomita a tu boca. En el rostro de Harry se dibuja una sonrisa inconscientemente.
Entonces un estornudo te asalta, sacudes tu cabeza y Harry frunce el ceño con preocupación, así que se aproxima a ti sin pensarlo.

"¿Estás bien?" Trata de ocultar la angustia pero es inútil ya que su voz suena preocupada. Toma una de las botellas de agua que trajo y la extiende hacia ti. "Toma."

Le regalas una sonrisa y tomas la botella para después darle un trago. Otro estornudo te atrapa cuando estás a punto de decir algo. Te diriges al baño, Harry se para al instante. Tomas un poco de papel y limpias tu nariz.

"Oh, pequeña." Harry extiende sus brazos hacia ti y te envuelve en un caluroso abrazo, mientras que con sus manos acaricia tu espalda de una forma reconfortante. "Iré a prepararte un chocolate caliente, por lo mientras lleva tu pequeño culo a la cama y recuéstate mientras llego, vale?" Toma tus mejillas y las alza. Tú asientes y el te da un beso en la punta de los labios. Te mueves y niegas.

"Estoy enferma, te voy a contagiar" Arrugas tu nariz, cosa que a Harry le parece adorable y sonríe ampliamente.

"Y crees que eso me importa?" Acaricia tu mejilla y vuelve a besarte, para después salir del baño y retirase de la habitación.

Dios, por qué es tan jodidamente lindo?

Para cuando Harry regresa tu te encuentras acostada viendo la película que habías pausado. Tu cabeza gira a él y la imagen de un Harry con una taza humeando y galletas en mano hacen que tu corazón se derrita en cuestión de segundos.

Camina hacia ti y te da la taza. El calor es agradable al tacto, y le das un sorbo a este sin pensar. La espuma del chocolate se queda en el borde de tus labios, así que pasas tu lengua sobre ellos para limpiarlos. Harry no controla los pensamientos que en ese momento pasan por su cabeza, pero se limita a morder sus labios y dejar las galletas en la mesita de noche.

Sube en la cama y se quita los zapatos que traía puestos. Tú dejas la taza a lado de las galletas y volteas hacia Harry.  "Ven aquí, nena." Toma de tus hombros y te acurruca contra su cuerpo. Y así, ambos se quedan dormidos viendo aquella "tonta película romántica".

(...)