Él no necesita presentación, cuando lo veas, sabrás cómo llamarlo.
Harry Styles, conocido como, Daddy.
Advertencia: Contenido explícito, lees bajo tu propia responsabilidad. Está prohibido crear su copia total o parcial y/o archivar la historia en c...
Mientras sus labios sueltan un profundo gemido, un suspiro sale de los tuyos. Entre las sombras de la habitación guardas silencio, disfrutando de los guturales sonidos que salen de una forma exquisita por los húmedos labios de Harry.
El echo de su necesidad siendo maltratada llega a tus oídos al instante, y aquello no hace más que provocarte.
Lo escuchas gemir tu nombre por lo bajo, cierras los ojos con fuerza; intentado mantener el control, pero todo aquello se va al carajo cuando sus gemidos comienzan a ser más agudos, más necesitados, más...fuertes.
Y en un arrebato de atrevimiento, caminas hacia la cama en donde él se encuentra. Su pecho sube y baja con irregularidad, sus ojos están cerrados con fuerza, y sus labios están entreabiertos.
Tu mirada viaja con suma lentitud por todo su cuerpo; desnudo en su totalidad, con el crucifijo que lleva siempre cayendo sobre su pecho. Sus largos dedos envuelven con ímpetu aquello que sus fantasías han causado, mientras el ritmo de sus movimientos aumenta conforme su climax lo va envolviendo.
Así, tomándolo por sorpresa, acaricias su sexo y al instante sus ojos se abren, mientras un gemido es retenido en su boca. Una sonrisa tuerce tus labios y niegas con la cabeza, mientras caminas más hacia él; obligándolo a recostarse en la suavidad de la cama.
"Vamos, Daddy. Gime para tu niña". Es ahí donde te colocas encima de él. Sus ojos viajan hasta tu cuerpo, y un suspiro sale de sus labios cuando siente tu sexo rozar con él. "Que me encanta cuando gimes mi nombre tan...fuerte". Dices contra sus labios.
"Joder". Murmura por lo bajo. Comienzas a mover tus caderas contra él, y al instante sus manos viajan hasta tu cintura.
"Oh, Daddy". Un jadeo es liberado de tu garganta, haciendo echo en su oído. Cierra los ojos con fuerza, intentando contenerse. "¿Se siente bien?¿Ah?" Él asiente, soltando un gruñido de aprobación a tus lentos movimientos sobre su miembro. "¿Así quieres que se mueva tu pequeña? ¿Así, Daddy?"
"Oh, si, joder" Tus labios comienzan a besar su cuello, hasta hacer su camino a los suyos. Te recibe con éstos entreabiertos, envolviendo tu cálida lengua con la de él. Un gemido sale de tus labios cuando el sonido de sus sexos chocando contra el otro se hace presente. La suavidad de ambos rozando con tanto frenesí entre ambos fluidos, haciéndote delirar por lo exquisito que se siente.
Quieres escucharlo gemir. Alto y necesitado por tenerte dentro.
"Gime para tu ángel, Daddy" Sus labios se entreabren, pero no es hasta que tu mano viaja a su entrepierna y haces que entre a ti, que suelta un fuerte y grueso gemido contra tus labios.
"Carajo, se siente tan bien, nena". Sin darte tiempo de esperar algo, su mano toma de tu cuello y te empuja a él, besándote con fuerza.
Comienzas a moverte sobre él de arriba hacia abajo, mientras tú cálido vientre roza contra su abdomen, creando calor entre sus cuerpos.
Comienza a jadear cuando aceleras tus movimientos y sientes que poco a poco el orgasmo va a envolverlos.
Sus labios dejan salir gruñidos entre aquellos agudos gemidos que provocas, y tu nombre sale entre un suspiro cuando su cuerpo comienza a sentirse más y más cerca.
"Ahhh" Tus labios rozando con los de él. Y es justo en ese momento cuando su respiración comienza a ser entrecortada. Ha llegado a su orgasmo.
Y justo cuando su cuerpo comienza a temblar, deja caer ambas de sus manos en tu culo, haciendo que lo sientas de forma más profunda, ocasionando al instante, tu orgasmo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
