Harry's the Type of Daddy K. -h.s-

No.48 "Who Am I?"

Harry es el tipo de Daddy que te ve a lo lejos. Tú solo sonríes y tratas de no lanzarte a sus brazos cuando un par de hoyuelos se dibujan en sus mejillas. La gran casa está llena de gente que mayormente desconoces.

Él lleva tiempo tratando de controlar todos sus impulsos, te ve en aquel vestido y lo único en lo que piensa es en arrancarlo de tu cuerpo. Se encuentra con un grupo de hombres, pero no parece estar concentrado en otra cosa que no seas tú. Entonces caminas hacia un pasillo del lugar.

"Disculpen." Se excusa para retirarse de aquel grupo. No duda en ir tras de ti. Subes las escaleras y no hay nadie en la planta alta más que tú y Harry.

"¿Qué haces?"  Escuchas su voz tras de ti. Giras tu cuerpo y finalmente sus miradas conectan mandando a su tiempo una corriente eléctrica por todo tú cuerpo.

"¿Qué quieres decir con eso?" Finges completa confusión.

Una risa con un toque de ironía asalta su garganta, haciendo aquel gutural sonido algo placentero de escuchar. "¿Crees que no me he dado cuenta?" Alza una ceja, esperando a que digas algo, y por primera vez mandas al carajo los nervios que su mirada causa en ti.

"Oh, claro que lo he hecho. Sabes, Harry? Llevo días," Avanzas hacia él y una sonrisa se dibuja en tus labios. "Deseando poder ceder todo mi control, y que me tomes tal y como a ti te gusta. Solo las sabanas de mi cama son testigo de cuántas veces me he estremecido y dejado llevar por el orgasmo que tu recuerdo provoca. La excitación que se crea cuando pienso en la idea de llamarte Daddy." Lo sientes tragar fuertemente. Él sabe que está mal. Que te dobla la edad y que tomaría tu juventud junto con tu inocencia.

"No puedo. Y tú lo sabes. Te cambiaría por completo. No soy lo que tú necesitas, yo" Lo interrumpes.

"Eres más de lo que necesito...más de lo que deseo. Tócame como tanto quieres. Bésame como tanto lo ansías. Castígame por mi atrevimiento y después maltrátame de la forma más dulce posible. Vamos, atrévete a..." Y tomándote por sorpresa, te besa repentinamente, de la forma más exquisita posible, sus labios a una sincronización perfecta, mientras los gemidos de parte de ambos salen sin control alguno. Sus manos tocan las curvas de tu cuerpo, la fricción de parte de ambos se hace presente y el espacio nulo entre sus cuerpos no es suficiente para saciar la sed que tienen de roce piel contra piel.

"Entonces, baby girl, quién soy yo?" Muerdes levemente tu labio y él posa su mirada en ellos.

"Mi Daddy." Una sonrisa lobuna asalta sus labios.

"Y eso, créeme, no se te va a olvidar."

(..)