No.53 "Baby, please"

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Harry es el tipo de Daddy que suelta un gemido por lo bajo. Sus dedos acarician tu húmedo sexo por encima de tus bragas, mientras tu cálido aliento pega contra sus labios.

"Me deseas?" Susurra contra tu oído. Tú asientes. Comienza a besar tu cuello, y hace su camino hasta tus labios. Te besa con dureza, mientras que pequeños gruñidos son liberados de su garganta. "Dímelo." Vuelve a besarte con más necesidad que antes. Sus manos recorren tu piel por debajo de la blusa que llevas puesta. "Dime que me deseas. Dime qué es lo que quieres que Daddy te haga."  Sus respiraciones agitadas se entrelazan, y sus caricias en tu sexo disminuyen por unos momentos.

"Te deseo."  Tu mano se alza y comienzas a acariciar su rostro con delicadeza. "Quiero que me toques. Quiero tenerte lo más cerca a mi que se pueda. Y que me digas que tan bien se siente que te monte, Daddy."  Algo dentro de Harry recorre su cuerpo, y por alguna razón, el atrevimiento con el que le hablas lo excita de sobremanera.

"Quieres tener por una vez el control de Daddy, bebé? Es eso lo que quieres?" Susurra contra tus labios, mientras un dedo es introducido dentro de ti.

"Si, Daddy." Su mirada se clava en tus labios, y acaricia a estos con su pulgar, mientras hace su paso hasta ellos, para besarte.

"Tú sabes que a Daddy le encantan los juegos." Sus manos se apoderan de tu cintura y gira en la cama hasta que tú estás arriba de él. Una expresión de sorpresa se pinta en tu rostro, pero desaparece segundos después.  Cierras los ojos y dejas salir el aire que estaba contenido en tus pulmones es entonces que su ronca voz se hace presente de nuevo. "Ahora me tienes a tu merced." Tus ojos se abren y se clavan en su mirada.

"Y no pienso tener piedad, mi amor." De pronto te sientes con un poder que jamás habías tenido. Tus manos comienzan a tocar su piel cubierta de tatuajes. Te inclinas hacia él y lo besas, tomas sus manos y las colocas a los lados de tu culo, el da un apretón que provoca un gemido salir de tu garganta. Luego de unos segundos te separas y caminas hacia la sala de juegos. Harry se levanta en seguida y te sigue hacia la gran habitación.

Cuando finalmente están dentro, lo volteas a ver, una sonrisa torcida está dibujada en sus labios, y en seguida sabes que la situación se le es desconocida y excitante.

Pasas la punta de tu lengua por tu labio superior, y con tu dedo apuntas hacia la cama que se encuentra a lado de ustedes.  Él camina hacia ella y se acuesta. Tú, por otra parte, te diriges hacia el cajón donde guarda las esposas, cuando las tienes en mano, caminas hacia el ojiverde, y subes a la cama, gateando hacia él.
"Hola, Daddy." Tu voz sale en tono ronco, pero a Harry aquello le parece sensual. Sin aviso previo, esposas sus muñecas a la cama.

Sin esperar más, lo desnudas, la sonrisa en el rostro de Harry no se borra, pero la oleada de adrenalina que le recorre el cuerpo es notable, ya que se mueve en su lugar.

Bajas de la cama por unos momentos, y lentamente comienzas a quitarte cada prenda de ropa que traes puesta, Harry gruñe y por acto de reflejo trata de zafarse, pero se le es imposible. Una risa se escapa de tus labios. "Tranquilo..." Le regalas una media sonrisa, pero ahora tu blusa está en el suelo y el valle de tus senos están expuestos a quien antes tenía el control.
Caminas a paso lento hacia él, su mandíbula se contrae en el momento que gateas en la cama, y tú cálida piel tocan su miembro. Un gemido que había estado retenido en la garganta de Harry es liberado en el momento en que tus manos acarician su sexo. Atrapas tus labios entre tus dientes y tus movimientos cesan.

La expresión de confusión es evidente en el rostro de Harry, pero no le tomas importancia, así que colocas tus piernas a los lados de su abdomen. Puedes sentir las ganas que tiene de tocar tu culo en esos instantes, pero en su lugar se limita a inclinar su cabeza, tomas ventaja de ello y tus labios comienzan a besar su cuello. Un "Mmm" sale de su garganta cuando sus sexos en un momento inesperado se rozan. Tus ojos se clavan en los suyos, y un brillo desconocido pasan por éstos. Sin separar tu mirada de la de él, comienzas a desabrochar tu sostén,  sus ojos bajan a tus senos y muerde sus labios. Las ganas que tiene de acariciar tu suave piel y follarte son muchas, pero la seguridad de tus movimientos son mejor que eso.

Tus manos se posan en su pecho, acaricias su cálida piel y murmuras. "A mi merced." Y sin esperar más, tus caderas se mueven de arriba hacia abajo. Un leve gemido se escapa de tus labios, tu cabeza se hace hacia atrás, mientras masturbas cada centímetro de él con tu humedad. Dejas caer tu cuerpo sobre él, su cálido aliento pega contra tus labios y la necesidad y desesperación con la que te mira es nueva para ti.

"Por favor." Suena como súplica, su voz es ronca, y se siente como si estuviese a la deriva del delirio; debajo de su pequeña, rogándole que lo monte como tanto desea.

(...)

Harry's the Type of Daddy K. -h.s-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora