Benjamín
Se imaginaban a Con diamantes con un millón de bolsas por ir de tienda en tienda por un simple vestido, pues para mi sorpresa, Lucy se encontraba muy indecisa si comprar un vestido azul o uno negro, solo eso, un simple vestido en una simple tienda.
—No sé cómo las mujeres pueden tardan tanto en decidirse para comprar un simple vestido—digo cruzándome de brazos.
—No sé cómo los hombres tardan tanto en decidirse para comprar una marca de condón.
—Touché—digo dando un chasquido en mis dedos de mi mano derecha—Eres buena en responder a cosas así.
—Gracias, es un don—dice cruzándose de brazos—Sabes, mejor siéntate por allí, me voy a probar los dos vestidos y tú me dirás cual me queda mejor.
—¿Y si los dos te quedan feos?
—Me lo dices y punto. No tiene sentido mentirme.
Ella tomó los vestidos mientras yo me sentaba en lo que parecía ser como una área de espera, de esas cuando la mujer se va a comprar un vestido de novias y sus amigas se sientan a esperarla y a chillan como demonias al verla. Mujeres, tan complicadas, sin embargo, no podemos vivir sin ellas.
Luego de esperar unos 3 minutos, Con diamantes sale y me enseña cómo le ha quedado aquel vestido azul. Debo de admitir que se ve hermosa, el único defecto es que deja mucho que ver y hablo de sus piernas, para mí no es un defecto en realidad.
—Que lindas piernas tienes, Con diamantes. Me dan ganas de darle una buena palmadita—digo acomodándome, ella se sonrojó mientras me sacaba el dedo mayor de su mano. ¿Desde cuándo era así? —Con diamantes, me vas a escandalizar.
—Deja de decir tonterías, ¿Realmente deja ver mucho mis piernas?
—Si te lo digo yo, deberías buscarte otro vestido. Te ayudaré con eso, el negro no me gusta—me levanto con pesadez y camino hacia donde estaba lo que parecía ser una mujer que ayudaba a las personas—Hola señorita, busco un vestido para una amiga, ella es media alta, tiene unas piernas súper buenas porque la tipa se pasa todas las mañanas haciendo ejercicio, tiene cara de ángel, para ser más específico es la tipa esa que está usando el vestido azul—apunto a Con diamantes, quien nos mira con los ojos achinados—¿Alguna sugerencia?
—Hay unos vestidos que acaban de llegar, son preciosos, tienen un tipo de color aqua, si quiere lo puedo dirigir a ellos.
—Lléveme, soy todo suyo—la chica se sonrojó y miró a Lucy como si estuviera haciendo algo malo—Ella no es nada para mí, simplemente es mi jefa—ella me miró con una sonrisa seductora. Eso me gusta.
¿Quién iba a decir que acompañar a una empleada a buscar un vestido se iba a convertir en un encuentro bastante caluroso? Pues aquí me encontraba, en aquel almacén dentro de la tienda teniendo sexo con la empleada, no era propio en mí y se los puedo asegurar, pero creo que al no tener mi nicotina tuve que quitarme el estrés de otra forma.
Sus gemidos en mi oreja era algo que me encloquecía, la manera en que me tocaba era tan placentero y como se movía era el último toque para que este encuentro sea el mejor. Me moví rápidamente hasta llegar al clímax total, dejé escapar un gruñido mientras ella dejó escapar un gemido tremendo, Diosa, es una Diosa.
—Eso fue genial—digo sonriendo mientras me subía los pantalones.
—Si quieres te puedo dar mi número de teléfono—dice arreglándose—Podemos repetirlo en mi casa.
—No sería mala idas—digo sacando el celular de la empresa, si me ve un mi Nokia dudo mucho que quiera seguir divirtiéndose conmigo.
Ella me pasó su número de celular mientras me daba el vestido, era de color rosa aqua, se veía muy elegante, muy sensual, me imagino como se vería Con diamantes con aquel vestido. Me despedí de la chica y salí del almacén en búsqueda de Con diamantes. Cuando volví donde nos encontrábamos, Lucy estaba usando su celular mientras me esperaba, cuando me vio su rostro se transformó en ira.
—Se suponía que ibas a buscar el vestido, no a tirarte a la empleada—dice levantándose.
—Ella quiso, yo quise, tienes tu vestido, todos felices. —digo pasándole el vestido—Te quedará muy bien.
—Espero que la jodida espera valga la pena—dice entrando al mostrador.
Me senté para esperarla y cerré los ojos, lo único que me arrepiento de fumar es su adicción total, no puedo vivir si no es fumando. Voy a morir de Cáncer si sigo así, pero es que se siente tan bien irme por el sabor de la nicotina. De pronto veo a Con diamantes salir del mostrador, Dios, se veía tan atractiva.
—Con diamantes, te ves hermosa, este es el indicado—digo pasando mi mano en mi nuca.
—¿Tú crees?
—Pues ya te lo dije, ¿Para qué quieres escucharlo otra vez más?
Con diamantes seguía impresionándome, pues nos encontrábamos comiendo en un restaurante súper fino, la verdad no sé si comer algo en este lugar, digo, es muy caro.
—Puedes comer todo lo que quieras—dice Lucy mirando el menú—Hoy te doy el gusto de que comas lo que quieras, además, hay cosas interesantes en este lugar, es primera vez que vengo y por juzgar el menú puedo decir que todo lo que hay aquí es genial.
—Te voy a creer—digo mirando el menú—Sus precios son muy exagerados, conozco un lugar donde puedo comer lo que sea y las cosas serán más baratas.
—¿No hay nada vegetariano dentro de aquel lugar donde dices? —pregunta con una ceja levantada.
—Hay repollo y cosas así—sonrío.
—Será otro día.
Ambos pedimos nuestros respectivos platos, yo escogí un gran filete de res con lo que se suponía que era una ensalada de papas al vapor, Lucy pidió su comida de chivo como siempre.
—Oye, Con diamantes, ¿Qué pasa si comes carne? ¿Mueres o algo así? —pregunto dándole un mordisco a mi filete.
—No moriría, pero me puede caer mal y darme una indigestión o algo así. —dice educadamente—No sueles tener novias ¿verdad?
—No es lo mío tener novias, me gusta más el sexo sin compromiso. Diversión, un solo por una noche. No soy bueno en cosas así.
—Se nota—dice con una sonrisa—¿Y qué significó ese beso con Jane?
—Jane lo necesitaba, simplemente en ese momento lo necesitaba, yo la ayudé—me encojo de hombros.
Lucy se queda callada y sigue comiendo, me pregunto cómo puede llevar una vida tan perfecta, como gasta dinero sin importarle el bolcillo de su padre o de su hermano, mientras ellos se matan trabajando ella está tranquila gastando como si nada, ¿Alguna vez no ha sentido lo que es vivir sin dinero?
—Tengo buenas noticias, Fumador. Supongo que para ti lo será.
—A ver, sorpréndeme.
—Me mudaré al centro de la ciudad, en un apartamento, así que estarás allá casi todo el tiempo, creo que eso será bueno para ti porque podrás estar en mi cocina el tiempo que se te plazca—dice sonrientemente.
—¿Con el dinero de tus padres? ¿Por qué no vives con el dinero que tú misma ganas en el hospital? No es que ganes mucho, pero si de verdad quieres tener independencia deberías dejar de usar el dinero de tus padres, mírame, no tengo padres y vivo mi vida feliz.
—¿Quién entiende a la sociedad? Si no gasto el dinero de mis padres me dicen tonta, pero si lo gasto me dicen abusadora. No sé ni que hacer. Además, lo que gasto no tiene comparación de lo que ganan, pero tranquilo, que estoy trabajando en ello para gastar mi propio dinero—dice mirando su celular.
Esta noche iba a ser muy pesada y no lo digo por decirlo, lo digo porque sé que las personas que estarán en la fiesta serán todas fresas, personas que si ven a una mosca volar se vuelven locas, no sé cómo hay gente de esa maldita manera.
Capítulo recién salido del horno, que lo disfruten, el próximo cap será muy explosivo, según yo.
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Aceptando el amor ©
RomantikLucy Robertson es la única Robertson en tener la vida perfecta o eso pensaba, pero lo que no pensaba es que conocer a Benjamín Green le cambiaría la vida por completo y que desde ese momento se ha dado cuenta de que su vida no era tan perfecta como...