Lucy
Vi la expresión de Ben, jamás he visto a un hombre con la mirada tan iluminada, tan llena de vida, Ben se veía tierno cuando la pequeña April nació, creo que Ben parecía un padre, a lo mejor cambie de pensar acerca de los niños.
Después de aquel parto en el elevador, Jake había buscado a los mejores equipos en reparación de elevadores, al salir de allí fue un alivio total, hubo una ambulancia quienes se llevaron a Sam junto a su bebé para el hospital, Ben, yo y Sean nos quedamos en el apartamento de Jake, pero no pude aguantarme más y me dirige al hospital.
Entro al hospital para asegurarme de que Sam se encuentre bien, pero de un momento a otro todos mis compañeros comenzaron a dar aplausos, luego el ginecólogo del hospital se acercó a mí y me sonrió.
—Lucy, todos estamos orgullosos de ti, has hecho un excelente trabajo, la bebé nació muy bien con tu ayuda—mis mejillas se sonrojaron por completas, me están felicitando—Además, es tu primer parto, eso es algo que hay que felicitar.
—Muchas gracias—digo con una sonrisa inconfundible de felicidad total.
—No te sonrojes mucho, pareces un tomate—dice con una sonrisa mientras me guiñaba el ojo, el ginecólogo era un hombre con pelo rojizo, con una mirada alegre, mucho más alto que yo y aquí todos sabemos que le gusta mantenerse en forma, por lo que tiene un cuerpo excelente cuerpo. Era muy carismático, siempre le sonreía a los demás y también era muy tierno con todos.
—Que dices—digo intentando de que no me vea, cuando miré hacia la entrada Ben aparece con Sean entre sus brazos, él se acercó a nosotros.
—A lo mejor podamos ir por un café cuando termine mi turno, aquí hay un Café cerca—iba a decirle que sí, realmente iba a decirle que sí, pero...
—Lucy estará ocupada, así que no va a ir a ningún sitio contigo—dice Ben poniéndose delante de mí.
—Disculpa, creo que hablamos luego, Lucy—dice con una sonrisa para luego irse por el pasillo que lo llevaba a su consultorio.
—¿Qué diablos te pasa? —pregunto dándole un pequeño puño a su espalda, él dio la vuelta y me miró a los ojos—No me mires como si lo que hiciste fuera lo correcto.
—Acabas de terminar con una relación ¿y ya estás de calienta penes con tus compañeros de trabajo? —dice en un susurro, aquello fue tan ofensivo, tan grosero, tan inaudito que de un momento a otro le di una bofetada en su mejilla, no me importa si todos nos ven, si hay un niño presente, si mis compañeros hablen de eso, Ben no tiene ningún maldito derecho de hablarme de esa manera—Si crees que eso me importa quiero que sepas que estás muy equivocada. Total, solo eres mi jefa y espero que entiendas que yo jamás te voy a considerar mi amiga.
—Vete al diablo, Benjamín Green—digo con todo el rencor que pude haber sentido, tomé a Sean y camino hacia la habitación de Sam.
Cuando entré a la habitación, Sean comenzó a llorar al ver a su mamá, Sam sonrió y me hizo señas de que calmara a Sean. Le dije a Sean en el odio que se calmara, que todo estará bien, luego lo acerqué lentamente a la cama y él pudo ser a su pequeña hermanita.
—¿Ella eh Apil? —pregunta mirándola tiernamente.
—Así es, mi amor, ella es tu hermanita—dice Sam con una tierna sonrisa.
No podía disfrutar nada, Ben se encargó de arruinar mis malditos ánimos, salí del hospital en dirección hacia mi casa. Pero mi orgullo no me permitía hablar con el baboso fenómeno del Fumador así que tomé un maldito taxi y cuando me dijo cuanto era casi me da un ataque al corazón, maldito día.
Entré a mi apartamento y me dejé caer en el sofá con mi cara hacia abajo. ¿Por qué me habló de esa manera? ¿Por qué se puso así? Cerré mis ojos con fuerza, quise que aquello no rondara por mi cabeza, pero era inevitable, desde el fondo de mi corazón me dolió aquellas palabras, pensé que Ben había cambiado, que había cambiado en el sentido de que era mi amigo, pero no era así, él nunca me va a considerar como alguien importante en su vida y creo que era eso que más me dolía.
Escuché como tocaban la puerta, abrí mis ojos y me levanté de inmediato, abrí lentamente la puerta y allí se encontraban las chicas con cajas de pizzas y botellas de cerveza.
—Llagamos para hacerte compañía, cariño, así que abre paso—dice Kate entrando con una sonrisa.
—Te compramos una pizza vegetariana, dicen que la masa de aquella pizza es integral—Jane se sienta en mi sofá.
—Y yo te traje un hermoso libro que debes de leer—Amy se sienta al lado de Jane—Es una historia romántica sobre doctores.
Sonrió y me siento al lado de Jane, Kate se tira literalmente y me mira a los ojos.
—Lucy ¿Por qué estás triste? —pregunta Kate, las chicas me miraron preocupadas, oh esas amigas mías llegan cuando más las necesito.
—Nada, solo tuve un pequeño problema, no hay nada de qué preocuparse.
—Ese No hay nada de qué preocuparse nos preocupa mucho más. ¿Quién te ha hecho daño? —pregunta Amy.
—Solo fue una pequeña discusión con Ben, nada grave—digo mirando mis manos.
—Así que estás así por Benjamín—dice Kate con una mirada seria—Si quieres puedo romperle la cara, de paso me lo tiraría primero—miro a Kate, ella encogió los hombros—Tienes que admitir que es lindo.
—No es lindo, tiene una barba asquerosa, huele a tabaco casi todo el maldito tiempo, es un pervertido, come tanta basura, lleva un peinado horrible, su maldita sonrisa me estresa, la forma en que me habla me molesta, su mirada me enfurece, lo odio, lo odio tanto, es una bazofia, un idiota, un tonto sin cerebro que cree que lo sabe todo, es un maldito primate sin educación que solo piensa en él mismo y en nadie más—las chicas se miraron entre ellas mismas y luego me miraron a mí.
—Lucy, hablas como si te gustara Benjamín—dice Jane.
—¿Gustarme Ben? No, no me gusta, no me gusta ese idiota, solo quiero que se vaya, que me deje en paz, que deje de utilizarme para acomodarle todo, estoy cansada de él, estoy cansada de que mis padres no se den cuenta de lo idiota que es Ben, estoy cansada de verlo todos los días, de ver como se burla de mí—digo estresada y con unas cuantas lagrimas cayendo sobre mis mejillas.
—Jamás te he visto de esa manera por un hombre. Lucy, quizás no lo quieras aceptar, pero en tus ojos yo veo que estás enamorada de Benjamín.
Benjamín
Miré mis manos otra vez, ¿Era lo correcto? ¿Estar aquí era realmente lo que quería? Jake entra a su oficina y se sienta en su gran sillón delante de su escritorio, nuestras miradas se cruzaron y él dio un suspiro.
—¿Por qué estás aquí? —pregunta mirando su reloj—Casi me voy y realmente quiero llegar temprano para ver a mi hija.
—Quiero otro puesto—digo sin más—No quiero seguir trabajando al lado de Lucy—Jake me mira a los ojos buscando una explicación a por qué mi cambio tan repentino.
—¿Por qué no quieres seguir siendo chofer de Lucy? —pregunta sin entenderme.
—Porque creo que me estoy enamorado de tu hermana.
La cara de Jake al enterarse de eso 😂😂
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Aceptando el amor ©
عاطفيةLucy Robertson es la única Robertson en tener la vida perfecta o eso pensaba, pero lo que no pensaba es que conocer a Benjamín Green le cambiaría la vida por completo y que desde ese momento se ha dado cuenta de que su vida no era tan perfecta como...