Benjamín
Consideraba a Lucy como una persona amable en algunas ocasiones, pues me ha pagado antes del cobro y no solo eso, sino que se atrevió a darme más dinero para que vaya bien lindo a la fiesta, no voy a mal gastar el dinero. Si ella quiere que vaya como un rey lo haré, no quiero que me fastidien diciéndome que soy un pobretón de cuarta.
Así que voy a una peluquería, me corté el pelo e hice que me lo lavaran con un champú especial para que quedara lacio. Me dirige a una tienda de smokings y escogí uno que me ha gustado tanto, pero cuando vi el precio creo que me estaba por dar un infarto, dar tanto por una simple noche, esta cosa lo voy a revender por internet.
Llegué a mi apartamento, a mi mugroso apartamento, es hora de cambiarme, es un poco tarde y quiero verme bien antes que nada, realmente quiero verme bien, necesito sorprender. Me dirijo al baño, me quito la camisa, los zapatos y mi pantalón, luego me entro a la tina y abro el grifo dejando caer el agua fría en mi cara, se supone que mi cabello no se dañara, eso espero. Luego de aquel baño me dirige a la habitación, me pongo el jodido smoking y me miro al espejo.
—Oye, ¿eres Benjamín Green? He escuchado de ti, sabemos que eres un gran ingeniero y que tienes mucho dinero—digo con voz de colegiala—Claro, señorita, soy uno de los ingenieros más ricos de toda Nueva York—digo como si fuera cierto—¡Maldita pobreza!
Sabía que era imposible terminar mis estudios, si no la encuentro a ella, no puedo si no la tengo a mi lado, simplemente no puedo y creo que con el dinero que gano no es suficiente como para encontrarla y pagar una universidad. La necesito a mi lado, sin embargo, no sé dónde pueda encontrarse, es como jugar a la lotería y no ganar nada.
Todo mis celulares y salgo de mi asqueroso apartamento, se encontraba muy lejos del centro de la ciudad, en un barrio muy malo ya que por aquí los apartamentos están un poco más baratos de lo que está en el centro. Y Con diamantes vivirá en un jodido apartamento carísimo.
Entro al auto y conduzco hacia la casa de Con diamantes, me estaciono delante de la casa y veo que hay muchos autos de lujos, madre mía, me gustaría entrar en cada uno de ellos y dar una vuelta por el lugar. Camino mirando asombrado cada auto que veo hasta entrar a la casa, pude fijarme que allí se encontraban personas de la alta sociedad.
—¡Ben! —grita Jane acercándose a mí y dándome un gran abrazo—Te ves muy guapo, Dios, que galán, te comería a besos.
—Puedes hacerlo cuando quieras—le guiño un ojo, las chicas se acercaron a mí y Kate fue la próxima en hablar.
—Ben, eres de esos hombres sin compromisos, ¿verdad?
—Supongo que sí.
—Si necesitas sexo puedes buscarme, estoy disponible—dice coqueteándome.
—Señoras, no le coqueteen a mi personal—dice Lucy acercándose con una sonrisa—Aunque debo de admitir que esta noche si pueden comerse a Ben, deberías ponerte así de guapo más a menudo.
Sonreí, Jane me tomó por el brazo y me llevó a un lugar alejado de las chicas, ellas le estaban gritando burlas acerca de eso. Jane me miró y me dio un fuerte abrazo.
—Gracias, Ben, realmente gracias—dice sonriendo—Cuando me besaste Jiwoo nos vio, él se acercó a mí y me dijo que no quería verme con ningún otro hombre que no fuera él, eso quiere decir que me ama, se dio cuenta que me amaba cuando me vio imposible. Es como de esos dramas que encuentras por internet, muchas gracias por el beso, por todo.
—Puedes contar conmigo cuando quieras, sabes que estaré aquí para darte una mano.
—Por tu culpa tengo un novio surcoreano, es súper genial, moriré de felicidad—dice muy sonrojada.
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Aceptando el amor ©
RomantikLucy Robertson es la única Robertson en tener la vida perfecta o eso pensaba, pero lo que no pensaba es que conocer a Benjamín Green le cambiaría la vida por completo y que desde ese momento se ha dado cuenta de que su vida no era tan perfecta como...