Capítulo 23-El idiota enamorado

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Benjamín

—¿Qué dices? —Jake me pregunta mirándome sin poder creer lo que he dicho.

—Yo... creo que me estoy enamorando de Lucy—vuelvo a decirlo, pero esta vez mirando a mis manos—No quiero...

—¿Y Lucy siente algo por ti? —pregunta acomodándose en su sillón.

—No que yo sepa—sentía tanta vergüenza que ni podía verlo a los ojos.

—No le veo lo malo a eso. Que te guste mi hermana es algo normal, digo, Lucy tiene todo lo que un hombre quiere y necesita—dice con una mirada extraña—Y si ella siente algo por ti tampoco le veo lo malo. No me voy a interponer, vive con Lucy lo que tengas que vivir, siente cosas por ella si es lo que tú deseas, si le haces daño emocionalmente, pues hazlo. Ambos necesitan eso, no soy papá porque sé que no todo el tiempo voy a proteger a Lucy, ella tiene que vivir su vida y si es a tu lado estaría más tranquilo—dice con una sonrisa sincera.

—Pero no tengo nada que ofrecerle.

—Tienes más de lo que te puedes imaginar. Si estás preocupado por tus estudios no te preocupes, puedo ayudarte en eso, solo te falta un año para ser un verdadero ingeniero automotriz.

—Gracias—digo levantándome.

Salgo de la oficina de Jake y camino por un gran pasillo, pude ver que muchas personas de mi edad más o menos estaban en sus oficinas, como debe de ser, ¿Y si mi padre tiene razón? ¿Y si lo mejor es volver a casa y terminar todo?

Me estacioné frente al apartamento de Lucy, ¿Y si estoy verdaderamente enamorado? Las cosas han cambiado durante estos meses, estar cerca de ella por mucho tiempo me ha confundido mucho, siento por ella cosas que nunca he sentido por ninguna otra mujer, es un sentimiento que me da miedo. Miraba mis manos y cerré mis ojos un momento, pero de pronto alguien aparece frente a mí al otro lado de la ventana, era Kate, la amiga de Lucy. Abrí la puerta y salí del auto para quedar de frente a ella, Kate era una mujer pelinegra, con un cuerpo bastante bien, su mirada era de una chica despreocupada de la vida, pero a la vez me demostraba ser muy segura de sí misma, en pocas palabras es muy atractiva en todos los sentidos.

—¿Qué haré contigo? No sé si romperte la cara o tener sexo en el auto contigo. Créeme que se me hace difícil decidirlo.

—Me gusta más la segunda opción—digo mirándola con una sonrisa.

—Te invito una copa esta noche, así que prepárate para la diversión. Te espero a las 9 por aquí. No quiero un no como respuesta, espero que puedas satisfacer mis deseos—sonríe para luego irse y déjame solo.

Ni me dio tiempo de decirle algo, quería saber cómo se encontraba Lucy, si llegó bien cuando yo no fui capaz de llamarla para preguntarle cómo llegó a casa. Aunque me lo merezco.

Tomé mi celular y salí del auto para fijarme que Kate se estaba acercando a mí con una vestimenta bastante provocativa. Esta mujer mataría a un hombre y hablo en doble sentido.

—¿Nos vamos? —pregunta dándome una palmada en el trasero. La seguí hacia a su auto, oh no nos vamos en el de Lucy.

Ella conducía rápido, como si estuviera en una persecución, Dios me ayude a sobrevivir esta noche porque esta mujer es una maniática total. La música del auto era un rap sucio, pues decía muchas groserías, pero para Kate eso era melodía para sus oídos ya que ella se sabía hasta el punto y coma del rap. Ahora que lo pienso, no me gustaría estar en ningún tipo de relación con ella, somos diferentes en todo.

Ella se estaciona, que por cierto lo hace mal, sale del auto con una sonrisa mientras yo intentaba quitarme el cinturón de seguridad, bajé del auto y la seguí a paso rápido.

Aceptando el amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora