Aceptando el amor ©

Capítulo 33-Cuba

Lucy

Miro como Jane, Amy y Kate revisan a fondo mi almario, he ido millones de veces de viaje y ellas jamás han hecho eso, pero ahora que saben que mi acompañante será el Fumador están buscándome ropa.

—Chicas, sé cómo vestirme—digo levantándome de la cama.

—Benjamín va a ir contigo, debes de verte muy hermosa—dice Amy con una sonrisa.

—Y debes depilarte—Kate y sus comentarios fuera de lugar.

—Estoy de acuerdo con Kate y Amy. Así que vamos, necesitamos comprar ropa nueva—Jane me tira unos pantalones.

—Chicas, les agradezco que quieran ayudarme, pero sé que comprar, sé que ponerme y sé lo que le gusta de mí a Ben, por lo que no necesito de su ayuda, además, ¿desde cuándo me visto mal?

—Ay amiga, es que no entiendes la gravedad del asunto, perderás tu virginidad, tu cosa más sagrada, lo que te mantiene inocente—dice Jane muy dramática.

—Luego te volverás atrevida, sin inocencia y vas a querer más—ahora es Amy quien habla con dramatismo.

—Y lo peor de todo es que vas a quedar preñada si no vas a ninguna maldita farmacia a comprarte un montón de condones. Luego llegaran niños y te pasaras la vida entera maldiciéndote—dice Kate como si se fuera a terminarse el mundo.

—No seas tan exagerada, babosa. —le doy un manotazo a Kate en la cabeza—Chicas, que Ben y yo vamos a dormir en la misma habitación no signifique que vamos a tener sexo—ellas se miraron entre si y luego estallaron de risa pura.

—Sí, claro, que no tendrán sexo. Y yo soy rubia—dice Kate riendo.

—Claro que no van a tener sexo, cuando pueda volar—dice Jane riéndose como loca.

—No vas a tener sexo, si, cuando yo fuera una escritora famosa—ahora Amy se tira al suelo para poder reírse sin parar.

Algunas veces he pensado que mis amigas tienen un gran problema conmigo, se estaban riendo como si lo que he dicho era muy tonto. Me crucé de brazos y me senté en la cama mirando cómo se retorcían en el suelo riéndose. Y si hacen llamar adultas responsables.

—Realmente están locas—digo seriamente, pero la risa de Jane, de Kate y Amy eran contagiosas, por lo que comencé a reírme también—Ya dejen de reír—digo deteniéndome y volviendo a poner seria—Y bien, puede de que pase algo—las chicas dejaron de reír lentamente y Jane se sentó a mi lado con una sonrisa suave.

—Lucy, queremos que tu primera vez sea especial no por molestarte, sino porque sabemos lo sensible que eres. Además, nosotras hemos perdido la virginidad sin romanticismo, lo tuyo tiene que ser diferente.

Luego de una larga tarde comprando ropa y bromeando con las chicas, decidimos comer algo, por lo que fuimos a un establecimiento de comida rápida. Todas pidieron hamburguesas mientras yo pedí una rica ensalada.

Miré a Kate, quien miraba su hamburguesa con nostalgia. Son pocas las veces que Kate no estaba feliz o que demuestre tristeza, pues nuestra amiga ha demostrado ser muy fuerte y no permite que nadie la vea triste.

—Las voy a extrañar—dice Kate con una media sonrisa.

—Y nosotras a ti. Realmente harás falta, tus comentarios, tus chistes, tus consejos, Kate, cuídate por allá y no tengas más amigas. —dice Amy con una sonrisa.

—Que el viaje sea como la mejor despedida para Kate Battlestar.

Ya al día siguiente, me encontraba sentada al lado de Benjamin, por lo que sé de Ben creo que esta es su primera vez en estar dentro de un avión. Debo de admitir que viajar en avión no me gusta ni en lo más mínimo y sé que todo inició cuando Jake me molestaba de niña diciéndome que una vez se iba a caer el avión en donde me montaba, era una broma insignificante y no le prestaba atención hasta que llegaron las turbulencias y un aterrizaje de emergencia. Desde ese día he odiado los aviones. Pero el rostro de Ben era como de un niño emocionado por viajar.