Capítulo 36-Primera vez...

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Benjamín

Estaba sentado mirando como las mujeres estaban dentro del agua, el día en la playa parecía tranquilo y había muchas personas aquí. Una mujer de piel muy oscura se acercó a mí, tenía un cuerpo hermoso y su pelo suelto con ondas destacaba mucho en ella, simplemente se veía bien hermosa.

—Hola, ¿me puedes poner protector solar? —dice con una sonrisa, oh una forma muy antigua de ligar.

—Tengo novia, lo siento—digo sonriendo, la sonrisa de la chica desvaneció y se fue diciéndome un simple Ok.

Aunque la mujer estaba muy hermosa, mis ojos no dejaban de mirar a Lucy, una mujer sexy. A lo mejor ella no tenga el cuerpo tan curvilíneo como la morena, pero eso no le quitaba lo hermosa a una mujer. No soy de esos hombres que para ellos es más importante tener una mujer con pechos y culos, a mí no me interesa nadita de eso. Vi que Lucy venia hacia mí con una sonrisa, su pelo estaba mojado y un poco rizado, se veía genial, su figura muy bien definida, estoy considerando en hacer ejercicio.

—Oye, ¿Por qué no vienes al agua? —pregunta dándome su mano para ayudarme a levantar.

Tomé su mano y me levanté, me quité la playera dejando mi abdomen no muy definido al aire.

—¿Te rezuras el pecho? —pregunta Lucy mordiendo sus labios inferiores. Mis mejillas se entornaron rojas al instante.

—Parezco un primate si no me rasuro, no quería estar así—digo abrazándome a mí mismo.

—Bueno, no creo que tengas un montón de pelo—dice riendo un poco—¿Qué más te rasuras? —dice caminando, yo la sigo y sonrío maliciosamente.

—El pene—ella me mira y estalla de risa.

—No me refería a eso—dice tomando mi mano—Pero gracias por la información.

—Cuando me rasuro por allí hace que se vea grande—digo orgulloso.

—Dudo mucho que estés en lo cierto, investigaciones aseguran que al fumar el miembro masculino se encoge y también hace tener difusión eréctil, por lo que para tus 30 años eso dejará de funcionar como lo hace ahora—dice dándome una palmada en el hombro. Iba a decirle que estaba loca, pero ella me empuja hacia el agua.

Luego de pasarnos unas cuantas horas en la playa, nosotros fuimos a un pequeño restaurante, donde vendían pascado frito y comida típica cubana, las chicas estaban hablando de cosas de doctores, cosas que no tiene nada que ver conmigo. Me sentía un poco excluido del resto, digo, son mujeres, ni Jane había traído a su asiático.

—Viendo como estamos, Lucy trajo a Ben porque se lo va a tirar, Amy no trajo a nadie porque según ella no tiene novio y yo obviamente saben la razón, entonces ¿Por qué no trajiste a su coreano de ensueño? —pregunta Kate a Jane.

—Jiwoo es policía, se pasa su mayor tiempo trabajando, por eso no pudo venir—dice ella un poco triste.

—No he traído a Ben para tirármelo. Vi que él le encantaba las cosas latinas y pensé que era una gran oportunidad para que conociera Cuba—dice tomando mi mano. ¿Segura, Con diamantes?

Siguieron hablando sobre cosas de doctores, me sentía un poco aburrido, por lo que decidí caminar un poco en la playa. La arena era muy suave y todo estaba iluminado por la luna, era una gran vista. Me senté cerca del agua y miré al cielo.

—¿Qué piensas? —pregunta Lucy sentándose a mi lado.

—Bueno, pues estoy en Cuba, todo es irreal aquí—digo mirándola—¿Vamos a dar un tour mañana?

Aceptando el amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora