Capítulo 18-mi confidente

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Benjamín

Entré junto con Con diamantes a mi sala de estar, era es la primera vez que llevaba a una mujer a mi apartamento. Me sentía diferente y más teniendo a Lucy cerca, era extraño para ambos.

—Me gusta la forma en la que están los sofás, se ve acogedor—dice sentándose en el sofá—Y es cómodo.

—Es un sofá cama—digo sentándome a su lado—¿Quieres algo de comer? Tengo papas fritas, palomitas, salsa de queso, cosas así

—No como esas cosas, Fumador, pero gracias de todas formas—dice quitándose los tacones. No puedo creer que ella esté haciendo eso.

Me levanto y entro a mi habitación, busco entre toda mi ropa, necesitaba darle algo cómodo a Con diamantes, pero creo que mi ropa no es nada cómoda. Busco en otro cajón y encuentro una camisa limpia. Salí de mi habitación con mi camisa en la mano y se la entrego a Lucy, ella me miró con curiosidad hasta que entendió lo que quise decir.

—Gracias—ella se levantó—¿Dónde está el baño? —diablos, mi baño está sucio.

—Puedes ir a mi habitación, tengo que darle mantenimiento a mi baño—digo un poco avergonzado.

—No debería sorprenderme—dice detrás de mí, camino para guiarla hacia mi habitación, al llegar ella entra y mira todo—Ben, ¿Qué haces en tus días libres?

—Muchas cosas que no es limpiar.

Mientras dejaba que ella se vistiera me fui corriendo al baño, a limpiar se ha dicho. Me quité el saco y comencé a llevar el baño, no era primera vez que limpiaba, pero era primera vez que limpiaba por esta situación, cuanto me arrepiento por no haber limpiado la casa anteriormente, ya veo porque en la casa de Lucy limpian todos los días.

Cuando salgo del baño totalmente cansado me encuentro a Lucy organizando mi sala de estar, tomo mi chaqueta y entro a mi habitación, padre amado, mi habitación estaba reluciente, era primera vez que la veía tan bien arreglada. Salí de mi habitación y Lucy ya estaba sentada en el sofá con mi camisa puesta y unos pantalones cortos, no, no son pantalones, es mi boxer.

—Gracias por limpiar mi habitación—digo sentándome a su lado.

—Te faltó la cocina—dice apuntando hacia la cocina—Realmente necesitas tener un toque más delicado, este apartamento daba pena cuando vine, ahora está más representable.

—No tengo tiempo, me paso todo el día fuera de casa y en mi tiempo libre tengo que hacer muchas cosas. Tengo una vida ocupada, Con diamantes.

—Vamos a limpiar la cocina, voy a pedir algo para comer y vamos a beber unos cuantos tragos de tequila, para entretenernos, cosa que me gusta mucho el alcohol.

Miraba como Lucy reía sin parar, ambos estábamos pasados de copas, pero se sentía bien, era un ambiente agradable, nos estábamos contando cosas chistosas, no era normal ver a Lucy ebria, era como si ver a una monja usar otra cosas que no fuera su vestimenta casual. Cuando me levanté del sofá para buscar otra copa más de tequila ella comenzó a cantar una canción de un rapero, nunca me imaginé aquello. Tomé la botella y se la pasé, ella sonrió y bebió lo que nos alegraba.

—Ben, te puedo confesar un secretito—dice acercándose a mí—Pero te lo diré en el oído para que nadie escuche, es un secreto que ni mis propias amigas pueden saber.

Con diamantes, no creo que sea prudente que me lo cuentes, estás muy borracha—digo riendo un poco, pero ella se acercó tanto a mi oído que podía sentir su respiración en mi oreja izquierda, podía escuchar como respiraba, eso me estremeció al instante.

Aceptando el amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora