Claro mi cielo

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Justin secó mis lágrimas con sus besos. Y aunque se que queria decirme mil cosas... No dijo nada. Me besó y se fue. Asi de simple,  asi de Justin.

Yo sali a lavarme la cara tratando de ocultar mi hediondez emocional pero tener un baño mixto a veces no es bueno.

- amor,  debes definirte

- lo se Richard, es que ya ni se,  cuando saco la perra me siento feliz,  pero el tiene la magia de mandarla para adentro solo con mirarla.

- cambia de dueño

- mmm

- Bueno mi amorch,  Tony está en ti en serio,  y mira que llevo 6 años con el y he visto entrar y salir muchisimas,  pero desde que se fijó en ti. Plam... Mueran bitches.

Y ahi estaba con otro balde de agua sobre mis hombros.  Tony es todo lo que desearia pero el es todo tan formal, tan el.

- bueno Richard es que siento que... No se.

- te dire,  Tony no es un niño y temes a sus intenciones tan serias.

- exacto

- amor... No eres ti que dice que la mujer hace al hombre... Rapalo a ver que tal.

- vulgar... Hazle el amor.

- no... Rapalo.  Que se quede loco,  que se quede con ganas,  para que cambies de carro y me des el tuyo.

- me estas prostituyendo... Eso es

- amor,  tu supiste... Que me he ahorrado casi tres meses en comida por ti

Y ahi estaba tomando el lado divertido de la situacion que después de todo no sonaba tan mal. Pues la unica manera de aprender a hacer es haciendo... Y probando es que se sabe.
Asi que convencida por Richard y su enfoque y siguiendo la indicación de la doctora Fuentes era hora de decidír por mi... Y decidí ser perrisima.

Deborah II - ConfesionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora