-Día 1-

28 4 0
                                    

Cisaphyr

Hacía ya tres meses desde la fuga.
Luna continuaba sin dirigirme la palabra.
No es que no me la dirigiera a mí, es que, literalmente, no había dicho una sola palabra desde que salimos de la organización.

Al salir de allí no teníamos a dónde ir. Muchos de los que aún existimos​ no hemos conocido otro lugar o éramos demasiado pequeños para recordarlo. Luna y yo corrimos, corrimos sin mirar atrás durante horas, días.
Al quinto día encontramos un bosque donde podríamos refugiarnos, por el momento.

Ya han pasado 3 meses y seguimos aquí. Por ahora nuestra estancia en el bosque a largo plazo no parece peligrosa pero, al menor indicio, nos pondremos alerta y huiremos a otra parte si es necesario.
Llevo tres meses preparándome para lo peor: hemos fabricado armas con aquello que encontrábamos para protegernos en caso de riesgo.

Le digo a Luna que voy a buscar algo para la cena; nuevamente no responde. Tiene la mirada perdida, está entretenida jugando con un palo y algunas piedrecitas.
Me despido y empiezo a caminar tranquila, despacio; sin miedo, pero lo suficientemente alerta.
Encuentro en un Moal, los árboles transgénicos que abundan en este bosque, moas suficientes para esta noche.
Las moas son frutos anaranjados, de forma ovalada y de sabor dulce, aunque se vuelven tiernos y salados si los sometes al fuego.

Bajo del Moal y emprendo el camino de vuelta. Cuando voy por la mitad, escucho el crujir de las hojas del suelo detrás de mi. Inmediatamente se me acelera la respiración, aunque trato de controlarla mientras me giro pausadamente recorriendo con la vista todo a mi alrededor.
Miré intensamente cada árbol, como si pudiese ver a través de ellos.
Nada.
Aún sin estar convencida, seguí andando,  aumentando ahora mi velocidad.

BellSan4

Tan pronto como reanudé la marcha, los pasos también lo hicieron.

Esta vez me giré rauda y velozmente, encontrándome, para mi sorpresa,con la figura esbelta y musculosa de un muchacho algo mayor que yo, su pelo era corto y castaño, y vestía una camiseta blanca con unos pantalones vaqueros bastante sucios y algo rotos.

Sus ojos me recorrieron de arriba a abajo, quedándose fijos en mi despeinada melena, a la vez que los míos lo analizaban a él.

Los dos estábamos quietos, mirándonos. Yo con una postura tensa y alerta, mientras él, con una posición bastante relajada. ¿Era mi enemigo? La verdad es que no tenia pinta de serlo.

Tras unos minutos hizo su primer movimiento. Sin quitarle ojo a mi cabello comenzó a avanzar hacia mí. Yo me tensé aún más, una punzada de terror recorrió todo mi cuerpo y reprimí el impulso de retroceder.

"¿Qué pensaba hacer?" "¿Qué le pasaba a mi pelo?

Cada vez la distancia entre nosotros era menor, comenzó a levantar su brazo alzando la mano.

- ¡Basta! ¡No te acerques más!- él hizo oídos sordos a mis palabras.

A unos centímetros de mí, sus dedos rozaron mis cabellos enredando sus dedos en él, haciéndome retroceder ante su figura y obligándome a alzar la cabeza, encontrándome con su rostro, con sus ojos....

Se me cortó la respiración. Él tampoco reaccionaba, tenía posada su mano sobre mi cabeza con sus dedos enredados en mi pelo, y sus ojos posados en los míos.

Ante mi incredulidad, no era capaz de aclarar todas las ideas que se me pasaban por la cabeza.

Su boca se abrió, en un intento de exteriorizar algún tipo de sonido.

Sangre Joven.Where stories live. Discover now