- Día 20 - Parte 7.

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BellSan4

Álex caminaba sin rumbo, siguiendo las indicaciones de Laila. No podía buscar a sus amigos con la niña a cuestas, así que decidió llevarla hasta un lugar seguro y seguir buscando él solo. Hizo caso a la estratégia de Tessa y ambos buscaron un cuarto de la limpieza donde poder esconderla.

Tenía puestas las prendas de médicos de la organización, el camuflaje perfecto para poder deambular por los pasillos sin necesidad de esconderse.

Ambos jóvenes giraron multitud de esquinas, subieron escaleras, recorrieron pasillos con puertas interminables...

-Aquí- Articularon los dos a l avez.

Los ojos de la chica no reflejaban el brillo de la esperanza de cualquier niño, eran preciosos, pero permanecían apagados en un punto fijo del suelo.

-¿Estás segura de que no quieres venir conmigo, Laila?

Ella asintió y débilmente soltó l amano del chico mosquito, le dio la espalda y en un par de movimientos entró en la habitación.

Álex la observaba preocupado, la puerta se estaba cerrando. Un fantasma le hizo reaccionar, parando la puerta con su mano, justo antes de que se cerrase.

-Laila, os sacaremos a todos de aquí, ¡me oyes!

Ella por primera vez en todo ese tiempo, mostró un pequeño gesto en su rostro, sorpresa.

-Por favor, necesito...

-Necesitas llegar a la sala del Comandante- expresó Laila mirándole a los ojos.

-No, tengo que ir a por mis amigos.

-Él te espera allí. la mirada intensa de la pequeña desconcertó a Álex- gira dos veces a la derecha, sube a lo más alto y, de nuevo, gira, siempre a la derecha.

Álex, atónito, aflojó inconscientemente la mano que sujetaba la puerta, Laila lo notó y sin abisar, cerró.

Pasaron unos minuros antes de que el chico reaccionara, seguiría las indicaciones de Laila, algo en su interior le decía que lo hicicese. Comenzó a andar pero en poco tiempo se percató. Era torpe y no  encontraba el camino. Se había vuelto a perder.

Desamparado y exhausto se dejó caer sobre una pared, arrastrándo su espalda hasta tocar el suelo.

"Inútil, no eres un héroe, jamás lo lograrás..."

Los pensamientos negativos inundaban su mente.

"Estás cerca"

Una voz reconocible para él; dulce, casi angelical, resonó fuertemente dentro de sí, cortando esos pensamientos negativos acumulados en lo más profundo de su mente.

Algo cruzó su vista, no pudo reconocer el qué con la visión, pero si con el corazón. Ensimismado, miró hacia la derecha. Desapareció tras la esquina de la pared. Unas alas...

Álex más rápido que nunca se levantó de donde se hallaba. Giró la esquina, mirando como loco a todos lados, había unas escaleras que no dudó en cruzar a toda velocidad. Cada vez que giraba podía ver más, cabello negro, una cola de dragón, orejas puntiagudas.

Llegó al final. No había más escaleras. Un rellano inmenso, una enorme puerta y la figura de poco color de su pequeña dragona.

El corazón le dolía, latía con fuerza, casi no podía diferenciar la figura de Luna.

-Lu...Luna...- Álex no podía articular palabras, había corrido demasiao, solo se escuchaba la jadeante respiración del chico.

La figura de Luna, estática ante él, dibujó en su rostro una enorme sonrisa antes de desaparecer.

"Nunca te he abandonado"

Sonó cálidamente su voz en la mente del chico. Álex sonrió, apretó el gorrito azuñl contra su pecho, se quitó las lágrimas de los ojos y avanzó hasta la puerta. Antes de entrar, respiró hondo articulando ciertas palabras que solo ellos pudieron escuchar.

En el interior de la sala, Cor yacía en el suelo, ensangrentado pero consciente.

-Llegas tarde, idiota- Los dos rieron levemente y con esfuerzo salieron de aquella iluminada sala.

"Gracias, mi pequeña dragona".

-Pareces diferente...-Cor colgaba de los hombros de Álex una vez más, quien parecía mucho más fuerte, más hombre.

-Me siento así. Vamos a salvarlos a todos- Era fuerte, la indecisión que le caracterizaba había desaparecido por completo.

-Dalo por hecho- Pronunció Cor con las pocas fuerzas qu ele quedaban-Me gusta esa actitud, una parte de coraje, tras de estupidez.

Los dos rieron débilmente, era la primera vez que en todos los días que llevaban juntos que mantenían una conversación y entre bromas.

-¿Sabes dónde están los demás? ¿Aria no estaba contigo?

-A Gael intuyo que se lo habrán llevado a una de las celdas aisladas o a un cuarto donde puedan vigilarlo. Aria no tengo ni idea, se la llevaron hace rato-Continuaban andando muy despacio mientras comentaban qué hacer.

Luchando por avanzar y ser los "salvados" de sus amigos continuaron con su cometido, solo tenían que decidir a quién salvar, que todo fluyese sin complicaciones, a uno de ellos no le quedaba mucho tiempo...

Sangre Joven.Where stories live. Discover now