Sangre Joven.

- Día 16 - Parte 2.

Cisaphyr

Tras separarse del abrazo fraternal, pasaron la tarde charlando con Helena, compartiendo historias de cómo llegaron a OR.EX.CAM. y cómo era que Helena no había sido reclutada ya.

La mujer les contó que ella siempre había vivido en el pueblo con su madre, que en paz descanse, quien también había sido una cambiada. También vivió junto con sus tres hermanas, su padre, y otros dos hermanos; aunque de estos tres últimos fue separada desde muy pequeña. En su familia eran cambiados su madre, el mayor de sus hermanos, la más pequeña de sus hermas y ella, aunque no todos corrieron su misma suerte. Cuando ella tenía catorce años, vinieron a buscar al mayor para llevárselo a la organización. Al negarse, los guardias empezaron a apalearlo.Su padre murió al entrometerse en la pelea tratando de protegerlo y, posteriormente, el hijo debido a un mal golpe en las costillas. Mientras ocurría esto, su madre con el otro hijo, sus hermanas y Helena se adentraron en el bosque para huir, pero eran demasiados; la madre mandó a su hija mayor que cogiera a sus hermanos y huyeran... y así lo hizo. Su hermana pequeña, la que también era cambiada, se cayó y se dobló un tobillo, su hermana mayor se agachó a recogerla pero vio que los guardias les pisaban los talones así que cogió a Helena y su otro hermano de las manos y siguió corriendo, pero Helena se soltó, no podía dejar a su hermana, que entonces tendría unos siete años, ahí tirada.Por suerte o por desgracia, al ver que ellas no hicieron mucho más por tratar de huir, no las tomaron como una amenaza y continuaron corriendo detrás de sus otros hermanos.

Hoy día su hermana pequeña, al igual que ella, sigue viviendo "camuflada" en la ciudad; de sus otros dos hermanos, de los cuales asegura no guardar rencor por abandonarlas aquel día puesto que ante las situaciones de riesgo cada uno reacciona de una forma, jamás volvió a saber de ellos, aunque quiere pensar que están bien, que comprobarían que no eran cambiados y los dejarían libres, solo que jamás hubiesen pensado que ellas volverían al pueblo. De su madre, de la cual tampoco supo nunca nada más, no alberga las mismas esperanzas dada la situación en la que la dejaron.

"Menos mal que Luna se fue a jugar con Ness... es demasiado joven para oír historias tan duras como esta..." pensó Álex al concluir Helena con su historia.

Para cuando quisieron darse cuenta, ya era de noche.

- ¡Dios! Son casi las once de la noche.- Exclamó Tessa comprobando la hora en el enorme reloj de cuco del salón de Helena.- ¡Tenemos que irnos!

- Ni ensueños dejaría que os marcharais a estas horas, y menos como están las cosas por aquí...- rechistó Helena negando rotundamente con la cabeza- Ahora mimo os caliento las habichuelas que sobraron de la tarde y os pongo un platito con algo de charcutería y frutas para que cenéis, que seguro que hace mucho que no coméis en condiciones. Siento no tener nada más que ofreceros....- prosiguió.

Después de haber comido como hacía años que no comían, Helena les buscó algunas mantas y almohadas con las que podrían pasar la noche.