- Día 14 - Parte 14.

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BellSan4



Sentía un punzante dolor en el estómago. Algo rugoso, frió y rígido sujetaba mi espalda. Debajo del pecho una cuerda me rodeaba pegándome a aquel tronco. Abrí los ojos lentamente, con dificultad. A mi alrededor solo podía distinguir la oscuridad de la noche. Descubrí frente a mí un brutal destello naranja. Todo estaba borroso.

"No puedo creer que haya sido capaz de esto.."

"Se arrepentirá"

Unas voces sonaban no muy lejos de mí .

-¿Estás despierta?

Otra voz. A diferencia de las otras, esta resonaba a mi lado, era conocida, cálida. Volteé la cabeza llevando la mirada hacia aquel sonido.

Conseguí enfocar la vista por fin, reconociendo el rostro de Cor.

- Oye ¿estás bien?

No podía responder, todo me daba vueltas, el dolor que sentía me aturdía.

Cor se encontraba a mi lado, con las manos atadas detrás de la espalda. Su presencia me tranquilizaba, había algo conocido conmigo.

- Estoy bien.- Conseguí decir- más o menos. Cor... ¿qué ha pasado con los demás? ¿y... Gael..?

- No lo sé , estaba en el pueblo cuando ellos aparecieron.

- Si quieres saber que ha pasado con tu novio yo te lo diré- el guardia de pelo naranja me miraba fríamente, parecía que sus ojos brillaban de furia y dolor.- tendrá suerte si sobreviv...-

Una mano en el hombro le hizo callar. El guardia de pelo negro se acercó a él para susurrarle. El pelinaranja apartó la mano de su compañero de un manotazo y se dirigió a un árbol cercano para descargar su ira. El golpe proporcionado al tronco hizo que este se partiese en dos. Pude darme cuenta de que la intensidad del golpe había alcanzado el tronco del siguiente árbol.

El guardia de pelo negro lo miraba. Se puso la mano derecha sobre la nuca suspirando, cansado.

Miré a Cor.

- ¿Qué ha pasado?

- Parece que habéis conseguido que Tessa se alíe con vosotros.- Fue el guardia el que contestó.- La dejamos a cargo de nuestros hombres y cuando llegamos estaban todos muertos.

- Lo pagará caro.- Añadió el del pelo naranja.

- Por una vez estamos de acuerdo en algo.

-Parece que, sorprendentemente, a estos tipos les preocupan sus compañeros.- añadió Cor en un susurro.

A cada segundo todas las cosas perdían sentido, ¿Gael muerto? ¿Tessa nuestra aliada?

Me quedé ensimismada mirando al frente, al darme cuenta elevé mi inocente mirada hacia el guardia de pelo negro, al ver que él también tenía sus ojos puestos en mí la aparté temblorosa, fijándola en la inmensa llama roja y naranja que convertía en cenizas los cuerpos de los soldados caídos.

Silecsis

El del pelo naranja estaba sentado, pensativo frene a la hoguera. Miraba fijamente los cuerpos carbonizándose mientras sostenía su cabeza con ambas manos entrelazadas.

El guardia de pelo negro se acercó a nosotros. Tenía un vaso de agua en cada mano.

- ¿Qué? ¿queréis un poco? - El hombre esbozó una leve sonrisa y nos empapó con el agua de los vasos.- Pues ahí tenéis. Espero que paséis una buena noche- terminó diciendo.

Acto seguido se reunió con su compañero y se sentó a su lado. Pareció no agradable su compañia, pues el guardia que se vayan a sentado desde un principio le echó una mirada de pocos amigos, entonces el pelinegro se alejó un poco de él.

Yo no paraba de pensar en Gael.

"¿Muerto?. No... No puede estarlo..."

En mi cabeza no había hueco para nada más.

- Estás pensando en Gael, ¿no?- preguntó Cor.

- ¿Acaso tú no?

- No. Se que está vivo.

-¿Cómo tienes esa seguridad? No sabes que le han hecho esas bestias...

- Por eso estoy tranquilo. Y aún así, Gael es más fuerte de lo que parece. Confió en su afán por vivir.- dijo Cor.

-...-

-Además, tiene que venir a rescatarte.- Se burló interrumpiendo mi silencio.

El corazón me pegó un vuelco con esa frase.

- Y-Y a ti también.- dije con voz temblorosa.

- Venga ¿vas a decir que entre vosotros no hay nada?

- ¿Cómo dices?- pregunté aturdida

- Gael se pone nervioso en cuento te ve y tu siempre esas preocupándote demasiado y únicamente por él.

Empecé a notar como se me escapaba una media sonrisa. No quería que Cor me viera y agaché la cabeza. Me sentí avergonzada.

- Te estás poniendo roja.- dijo sin quitarme la mirada de encima.

-¿¡Qué!?- levanté la cabeza hacia él .

- Es broma. Si no quieres admitir que te gusta no lo hagas. Pero tranquila. Estoy seguro de que vendrá.- Terminó diciendo Cor casi en un susurro.

Cisaphyr


No podía negar lo evidente y, aunque no me parecía el mejor momento para hablar de nuestras "chorradas amorosas", al menos había conseguido distraerme un rato.

Eso es algo que me encanta de Cor, si es cierto que su falta de interés y su aparente escasez de preocupaciones como esta se agradece; logra evadirte del tiempo suficiente de los problemas y eso es algo que no todo el mundo puede hacer.

- Gracias...- dije mirándolo de reojo.

- ¿Por qué?- su rostro reflejaba verdadero desentendimiento.

- Por hacerme olvidar los problemas aunque sea por un rato.- Expliqué mirando al frente.

No hubo respuesta por su parte.

Sangre Joven.Where stories live. Discover now