- Día 4 -

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BellSan4

Esa noche Gael se quedó haciendo guardia sin descansar, mientras Luna y yo dormíamos. Nos despertó al amanecer y después de borrar las huellas y recoger las cosas reanudamos la marcha.

(OR.EX.CAM)

El escuadrón se había detenido para descansar después de otro día buscando a aquellos tres jóvenes. Los hombres se habían sentado alrededor de un fuego y todos charlaban mientras satisfacían su apetito. Al terminar recogieron sus cosas y salieron en busca de los chicos-

- Hace tres días que los perdimos, no puedo creer que todavía no los hayamos encontrado. -Jace se maldecía, era la primera vez que le pasaba algo así. -¿Cómo unos críos de mierda pueden estar evitándonos? ¿Cómo no hemos visto ni un solo rastro de ellos desde que los perdimos?... maldita sea.

- Tranquilo Jace, ya aparecerán, no pueden estar muy lejos - al contrario que él, Chad estaba demasiado tranquilo.

- ¿Cómo puedes...?- en el momento en el que Jace empezó a hablar, Chad levanto una mano en señal de silencio- ¿Qué ocurre?

- Sígueme amigo, parece que hay un río cerca, si tenemos suerte habrán acampado por aquí- dijo Chad mientras apoyaba la mano en el hombro derecho de su compañero y avanzaba en dirección al sonido que había captado.

- ¿Cómo estás tan seguro de que habrán acampado allí?

- ¿Seguro? - rió- la verdad es que es solo una corazonada.

Por descabellado que parezca , las intuiciones de Chad rara vez fallaban, y aunque lo hiciesen, no perdería nada echando un vistazo.

- Descansad y esperad aquí - ordenó a sus hombres.

Dicho esto, se apresuró a seguir los pasos de su camarada, que ya había desaparecido de su vista.

Evitando ramas y salteando árboles, lo encontró mirando escondido detrás de un enorme tronco al filo de una colina. Miraba hacia abajo con una sonrisa, hacia donde se encontraba el río. Jace se acercó a él soltando un suspiro y deslizando su mano por su pelo, dejando las puntas entre sus dedos.

- Felicidades, ahí está el río.

- Y nuestro hombre.

Jace, soltando el cabello que tenía enredado entre los dedos, se acercó hacia donde Chad se encontraba. Fue entonces cuando de sus labios emergió una leve sonrisa que no pudo reprimir.

El chico se encontraba a no muchos metros de ellos, en sus manos se formaba una especie de burbuja negra que dejó caer sobre el suelo, expandiéndose y borrando todo lo que encontraba a su paso; ramas, señales, olores, huellas...

- Debe tener unos 17 años, tiene el pelo largo y rizado y lo lleva suelto, rozándole por la mejilla y el cuello. De color negro. Estatura media, delgado. Porta una sudadera muy ancha y gris, pantalones también muy anchos del mismo color que la sudadera, puede que un poco mas oscuro y...no lleva zapatos.

- ¿Se puede saber por qué me lo describes? - Jace estaba a punto de golpearlo.

- Pensaba que no lo veías bien- el tono de burla de Chad hacía que Jace perdiera los nervios.

- Déjate de bromas, es hora de trabajar.

Jace sacó de debajo de su gabardina una boleadora y apuntó hacia el chico. Cuando estuvo seguro de acertar, la lanzó.

El muchacho cayó de costado, quedando inmóvil.

- ¡Oooh!- soltó Chad mientras aplaudía- buen tiro.

Sangre Joven.Where stories live. Discover now