Laisa
¿Emoción?
¿Anhelo?
Posiblemente
¿Añoranza?
Totalmente
Un calor muy familiar refulge en mi pecho, estoy feliz y mi corazón loco late desbocado, han pasado poco más de tres semanas desde que mi hermano partió para Osken en busca de un mejor porvenir para nosotros y estoy tan eufórica que me contengo de brincar y aplaudir como niña pequeña.
-Luces radiante. - Le dedico la sonrisa más amplia y pura que ha adornado mi rostro desde que Cillian se fue.
- Mi hermano es mi vida- Respondo segura- Es la única familia que tengo y la persona que más amo. Le he añorado mucho- Confieso nerviosa.
Karim asiente ante mis palabras y se dedica a observar el paisaje por la ventana del auto, yo por mi parte retuerzo un trozo de papel en mis manos con nerviosismo.
Saco mi celular y con dedos temblorosos marco el número de Aneka.
- ¿Qué pasa Isa? - Me responde al primer tono.
-Cillian está de regreso. - Chillo como una cría. A mi lado Karim esconde una sonrisa ante mi arrebato. - Voy de camino para recogerle en el aeropuerto, ¿puedes avisar al personal? Que preparen su habitación, que cambien las sábanas y preparen algo rico de comer.
-Tómatelo con calma mamá pollo- Se ríe de mi al otro lado de la línea- Saque a la guardia infernal a pasear, pero ahora mismo regreso a la casa para organizar todo.
- Gracias, te veo en unas horas. - Una vez que finalizo la llamada Karim me observa con curiosidad. - ¿Pasa algo? - El solo sonríe.
- Nada, es solo que tu hermano es afortunado. -No me da tiempo de responder- ya estamos aquí. - Ni siquiera espero a que me abran la puerta.
El chofer aún no ha apagado el coche cuando yo prácticamente salto de él y corro cuando veo a Emil subiendo las maletas al coche mientras mi hermano se encuentra recargado contra el mismo, con su altura es fácil identificarlo, su cabello rojizo rebelde le hace ver más joven, lleva las mangas de su blanca dobladas a la altura de los codos y su postura encorvada me hace saber que está cansado.
- ¡Hermano! - grito con todas mis fuerzas.
Él se incorpora y me sonríe, ¡dios como le extrañe!, mis ojos pican por las lágrimas que pugnan por salir, me falta el aliento y las piernas me tiemblan.
Cuando me envuelve en sus fuertes brazo hundo la cara en su pecho y aspiro su aroma que me transmite paz, me da la sensación de tranquilidad y seguridad que pierdo cada vez que está lejos de mí.
- ¿Me echaste de menos hermanita? - Me pregunta socarrón mientras alborota mi cabello y llena mi rostro de besos.
- Mucho- Le sonrió sin soltarlo mientras paso una mano por su cabello- Esta muy largo, necesitas un recorte- Detallo su rostro y frunzo el ceño -Estas pálido y ganaste peso ¿qué has estado comiendo?
Mi hermano sonríe y besa nuevamente mi frente y nariz con ternura.
- Tranquila mamá pollo- se burla de mi- Y gracias por notar los kilos que gane, en Osken por el clima frio la gente acostumbra comidas muy grasosas y ricas en calorías y bueno... aquí está el resultado de 3 semanas ahí. - Explica divertido.
-Lo que te hizo engordar fueron los filetes jugosos que te servía Barbara en cada comida wey, el clima frio no tienen la culpa. - Mi cuerpo entero se tensa y aun estando entre los brazos de mi hermano mi espalda se eriza ante la voz que inunda mis odios.
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Jaulas de Noche
RomanceCuenta la leyenda que un príncipe una vez se enamoro, y no supo que demonios hacer con ese vacío en su estomago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión, cuentan que conoció su propio infierno, en la boca...