Capitulo 18:🥀El rey I🥀

997 113 19
                                    

Nicholas

Salgo del hotel despidiéndome de los hombres con quieres tuve la reunión y me subo inmediatamente al automóvil conteniendo las ganas de regresar ahí dentro y sacarla de la habitación donde se encerró con ese hombre.

Y .... ¿Pedirle que?

¿Explicaciones? No es algo propio de mí.

- Vámonos- Le pido a Mendoza quien pone el auto en movimiento.

- ¿Se encuentra bien señor? - Lo miro sin entender- Luce acalorado. - Explica.

Me miro en el retrovisor y tiene razón, el rostro y cuello los tengo rojos y es entonces cuando mi mente repite la imagen de ella envuelta en los brazos de ese desgraciado y mi caja torácica se agita con violencia mientras me aflojo el nudo de la corbata porque siento que estoy a nada de explotar.

¿Qué mierdas me está pasando?

¿Estoy teniendo un infarto?

Joder no, soy demasiado joven y guapo para esto.

Bajo el vidrio dejando que el aire frío me envuelva y solo entonces consigo volver a respirar con normalidad, pero la agitación y el hormigueo en el cuerpo no me abandonan poniéndome de peor humor.

Subo el vidrio que me separa de Mendoza asegurarme de que esa cotilla no me escuche mientras saco mi teléfono llamando a quien debí contactar apenas esa pelirroja escandalosa me derribo de ese puente.

- Mi señor- Responde al instante.

- Necesario un informe detallado sobre una mujer, recientemente comenzó a trabajar para mí en la embajada, su nombre es Laisa- Comienzo a explicarle- No sé su apellido, pero encontrarás lo que sea que necesites en la base de datos de la embajada.

- Ya estoy dentro del sistema señor- Responde- ¡Oh vaya! ¿Es la pelirroja de ojos verdes?

Me envía una foto de su credencial de acceso en la embajada e incluso es esa insulsa identificación luce bonita

Desgraciada.

- Si, es ella. Encárgate.

- Tendrá el reporte mañana por la tarde señor.

El resto de la tarde lo pasó trabajando, pero no logro concentrarme como es debido y el que esa mujer tenga la capacidad de desestabilizarme de esta manera no hace más que enojarme aún más.

Terminó regresando a mi casa alrededor de las 6 de la tarde porque ciertamente estoy actuando como un adolescente pendejo.

Estoy tentado por la idea de hablar al hotel y pedir ver las cámaras de seguridad y saber a qué hora se largó del hotel.

Pero ... ¿Para qué?

Si ya me desconozco ahora mismo no quiero saber cómo voy a ponerme si los veo cogiendo en una grabación de seguridad.

No

El orgullo no me da para hacer semejante estupidez.

Me cambio de ropa y me tiro a la piscina donde nado por alrededor de dos horas en las que logro cansar a mi cuerpo y distraer mi mente.

Después de eso me pongo unos pantalones de chándal y me dirijo a mi habitación, pero... me detengo en el pasillo observando la puerta que está al fondo del corredor.

Miro al techo con los puños apretados mientras exhalo aire con fuerza a causa de la frustración.

Maldita

Su cara sonriente aparece en mi cabeza nuevamente y no puedo sacarla de ahí.

Antes de poder sopesarlo ya me encuentro abriendo la puerta al final del corredor y el olor a lienzo y pintura me inundan los sentidos.

Jaulas de NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora