Nick
Sus ojos...
Su voz...
Su cabello...
Su maldito carácter de mierda y su insolencia.
En toda la noche no he podido dejar de pensar en esa cría insolente que no sale de mi cabeza.
Meto la mano en el bolsillo de mi pantalón tocando el anillo que dejo atrás durante el incidente en el puente, mientras camino rodeando la mesa en la insípida biblioteca.
Mis niveles de alcohol en la sangre bajaron a la mitad después del susto que me lleve al ver a un duende parlanchín hablando desde abajo del puente y quedaron en ceros cuando me derribo con la jodida bola de nieve haciéndome caer.
Es tan jodidamente pequeña que tuve que inclinarme para verla a la cara.
Quizá es enana.
Su baja estatura puede deberse a una condición genética o médica.
Pobre
Por un segundo detallo a la rubia que se pasa las manos por el pelo en clara señal de frustración.
Sorem.
- Ríndete es obvio que reprobaras el examen, solo me haces perder el tiempo.
- ¿Quieres callarte? Explícame como carajos resolver este ejercicio o juro por dios que si repruebo le diré a todos los profesores que fue tu culpa y arruinare tu reputación de "alumno estrella de la generación"
-Eres despreciable.
-Gracias.
- Se supone que eres una Carrington, este examen no debería ser un problema para ti.
- No todos los Carrington somos tan perfectos como tú - Me repone molesta.
- Es verdad, yo soy el más guapo, debería cobrarles a todos los Carrington un impuesto por mi belleza, llegue a mejorar el atractivo de la familia.
Resopla molesta y eso me saca una leve sonrisa, molestar a mi prima es una especie de terapia para mi amargura.
Me inclino sobre la mesa para escribir la fórmula para resolver el puto ejercicio y cuando levanto la cabeza puedo percibir unos ojos inquisidores sobre mí.
Disimuladamente sigo caminando alrededor de la mesa fingiendo que pongo atención al libro que tengo entre las manos mientras analizo cada ángulo a mi alrededor y de pronto un escalofrió me recorre el cuerpo preso de la sorpresa y la ira porque esto ya no era una maldita coincidencia... esta mujer está siguiéndome.
Ella está aquí. Esa enana gritona.
Primero intento matarme en el puente, después espiándome en el restaurante y ahora casualmente aparece espiándome aquí en la biblioteca. La miro directamente a los ojos dispuesto a terminar con esta estupidez y cuando se da cuenta que la descubrí rápidamente se esconde.
Estoy casi seguro que se trata de una espía de la orden de Hastran, si ese estúpido intento de rey piensa seguir tocándome las pelotas para quitarme del camino voy a tener que tomar medidas... y no va a gustarle.
Voy tras ella dispuesto a retorcer su pequeño cuello es caso de que sea una espía o quizá la enana simplemente sea una acosadora que me folle en algún momento de mi vida y no puede superarlo.
No.
Imposible.
Descartó la opción porque no me gustan las mujeres pequeñas... aunque quizá ... estando ebrio ... ¿Yo?
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Jaulas de Noche
RomanceCuenta la leyenda que un príncipe una vez se enamoro, y no supo que demonios hacer con ese vacío en su estomago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión, cuentan que conoció su propio infierno, en la boca...