Laisa
- La auditoría solicita un reporte bien estructurado y organizado sobre los fondos recibidos, así como los gastos efectuados el año anterior- Explica mientras me acerco. - Necesito que generes el acceso a la plataforma y que me entregues la lista de despidos que llevamos hasta el momento.
Me siento frente a él organizando la lista de despidos y me quedo quieta cuando mi estomago me traiciona haciendo esos ruidos extraños cuando tiene hambre.
Culpo a Nicholas y al hijo del señor Trenor que no me dejaron comer tranquila, intento disimular para evitar más penas, pero Nicholas fija su atención en mí y sin decir nada mueve el tarro de paletas dejándolo frente a mí.
Deja de mirarme centrándose nuevamente en la pantalla del ordenador y yo tomo la paleta llevándomela a la boca.
Termino de organizar los papeles y agradezco que mi estomago dejara de ponerme en vergüenza.
- Aquí está- Le pasó los papeles mientras me pongo de pie.
Me acerco a él posicionándome a su lado y me inclino para hacer el proceso en su ordenador. Una de sus manos comienza a pasear el dedo índice y pulgar por mi pierna y el movimiento se vuelve inquietante, pero intento mantenerme inexpresiva pues sus constantes cambios de humor me tienen estresada y no quiero demostrarle que me afecta su toque.
-Mantén las manos quietas- Lo regaño, pero simplemente me ignora.
Termino el proceso dejándolo en la página principal y cuando intento apartarme tira de mi cintura sentándome en sus piernas.
Una de sus manos viaja a mi cuello apretando ligeramente mientras me pega a su cuerpo despertándome todas las terminaciones nerviosas.
- ¿Por qué estás molesta? - Me pregunta mientras inhala el aroma de mi cuello para terminar besándolo, mi traicionero cuerpo reacciona curvándose para darle un mejor acceso.
- ¿Te atreves a pregúntalo? - Repongo molesta.
- Bien, enójate todo lo que quieras, pero te di una orden y lo mínimo que espero es que la cumplas. - Me enerva el tonito mandón así que intento ponerme de pie, pero no me lo permite.
Una de sus manos viaja a la pretina de mi pantalón soltándolo a la vez que sus dedos se pierden en mi ropa interior.
El jadeo de sorpresa me sofoca y antes de poder reaccionar se pone de pie obligándome a inclinarme hacia adelante de tal manera que terminó con el torso recostado sobre la mesa.
- ¿Qué haces? - Pregunto asustada casi ahogándome con la paleta que tengo en la boca.
- ¿No es obvio? Voy a follarte, así que más vale que hagas silencio o todos en esta oficina van a escucharte y no creo que eso te guste.
Me quedo muda cuando baja mis pantalones y lo escucho desabotonar su cinturón. Acto seguido se quita los guantes que siempre lleva puestos y los coloca en la mesa, justo al lado de mi cara.
Sus dedos se pierden entre mis pliegues impregnándose de mi humedad a la vez que se inclina sobre mi besando mi mejilla.
- Mmm- No puedo hilar un pensamiento coherente, la sensación de sus dedos en mi interior mientras intento no arruinar los papeles sobre los que estoy acostada me tienen muy ocupada.
- Ojalá siempre fueras así de obediente y callada- Me susurra mientras lame mi mejilla- Nos ahorraríamos muchos problemas- Apoyo las manos en la orilla de la mesa e intento echarme hacia atrás rabiosa, pero anticipando mi jugada esconde la cara en mi cuello aprisionando mi cuerpo con mayor fuerza.
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Jaulas de Noche
Lãng mạnCuenta la leyenda que un príncipe una vez se enamoro, y no supo que demonios hacer con ese vacío en su estomago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión, cuentan que conoció su propio infierno, en la boca...