Capitulo 19: 🥀El rey II🥀

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Laisa

El cuerpo entero me arde al punto de sentir que me están quemando viva.

No puedo abrir los ojos y las voces a mi alrededor se oyen lejanas.

No sé cuánto tiempo pasó intentando abrir los ojos yendo y viniendo de un sueño pesado y confuso.

Cuando al fin logro abrirlos me encuentro en una habitación extraña, miro a mi alrededor y frente a la cama en la que estoy está Aneka dormida en el sofá con Argos y Cerberus dormidos a sus pies.

Dante por otro lado está sobre la cama dormido en una esquina.

Intento moverme y un quejido se me escapa cuando un dolor inexplicable se expande por todo mi cuerpo.

Dante se despierta y me mira con detenimiento y un recuerdo de todos los acontecimientos que pase me ponen a temblar.

Creí que no volvería a ver la luz del día otra vez y sin embargo aquí estoy, con otra oportunidad.

Me pongo de pie con mucho trabajo y ayuda de Dante y salgo despacio intentando no despertar a Aneka. Son las 2:30 de la madrugada y debe estar cansada. La garganta me pica y necesito agua, salgo de la habitación dispuesta a buscarla y descubrir donde estamos, pero apenas y salgo al pasillo reconozco donde estoy.

El castillo de Herst Fort

Antes de que me atacaran estaba hablando por teléfono con Nicholas ... acaso él...

Me sostengo de la pared cuando un mareo me pone el piso de cabeza y junto a Dante busco la cocina.

Este lugar es demasiado grande y es fácil perderse. Después de 5 minutos sin tener éxito terminó sentándome en una silla que está en unos de los corredores.

Solo veo puertas y más puertas. Dante recuesta su cabeza en una de mis piernas desnudas y yo intento respirar hondo, pero el dolor no me deja.

Medito por un segundo el estado de mi cuerpo y me es difícil decir como me siento ya que estoy segura de que estoy medicada pues siento el cuerpo adormecido.

Me pongo de pie cuando el mareo disminuye un poco y creo que lo mejor será volver a la habitación y pedir ayuda porque siento que en cualquier momento voy a volver a desmayarme.

Avanzó por el corredor, pero creo que sigo perdida ya que no recuerdo por donde llegue, veo guardias pasar por el pasillo que tengo delante y me escondo tras una estatua para que no me vean.

- ¿Un vivo o un espíritu? Parpadea dos veces si eres lo primero- Me giro asustada cuando veo a un hombre vestido únicamente con pantalones de chándal recargado en el marco de una de las puertas. Es tan alto que su cabeza casi pega en el marco superior de la puerta.

- ¿Vivo? - Le respondo no muy segura de lo que me pregunto. - Yo ... ummm hola.

- Hola- Me devuelve el saludo saliendo de la penumbra acercándose un poco más permitiéndome detallar el pelo rubio, la barbilla marcada y el abdomen tonificado, me dedica una sonrisa afable que me pone nerviosa cuando noto el parecido de sus ojos con los de Nicholas. - ¿Quién eres y qué haces aquí?

- Yo ummm- No estoy muy segura de cómo explicar mi situación la verdad.

Se inclina un poco intentando estar a mi altura y detalla mi cara pasando de su expresión serena a una de sorpresa, por acto reflejo me alejo un poco.

- ¡Eres tú! - Lo miro sin entender- ¡La chica de la pintura! Joder las pastillitas son más potentes de lo que imagine si ya alucino contigo.

- No entiendo de que habla- Respondo extrañada.

Jaulas de NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora