Laisa
La mañana no ha iniciado como yo esperaba, Nicholas se encerró en la oficina después de que lo reprendí por ser tan cotilla y no me ha mostrado la cara desde hace más de tres horas.
Sigo sin poder creer que se tomó el atrevimiento de leer la tarjeta que enviaron con las flores.
Aprovecho para ponerme al corriente con el trabajo y a la hora de la comida me pido sushi, prefiero comer en la oficina para tener más tiempo de terminar los informes que tengo pendientes.
Me tomo el tiempo de ir a la bodega en busca de otro jarrón el cual lleno con agua para poner el ramo de Hortensias.
Lo acomodo en una mesita secundaria qué hay cerca de la puerta y por la ventana puedo ver a Nicholas quien está pegado en la ventana de su oficina observándome y cierra las cortinas apenas y nota que lo he descubierto.
Cierro las persianas de mi ventana para que no pueda verme y no le doy más importancia siguiendo con mi trabajo.
- ¿Laisa?
- Adelante- Reconozco la voz de Jessi.
- Tienes visita- Levanto la vista del ordenador cuando entra y la mandíbula se me descuelga cuando veo a la persona que entra seguido de ella.
- Hola bella dama.
- Emir... - Me levantó rápido y voy hasta él saludándolo con una leve reverencia.
Mierda...¿Que hace aquí? Si Nicholas lo ve estaré perdida.
- Esperó no llegar en mal momento-Me pregunta sonriente.
- Para nada- Le miento con una sonrisa en los labios.
Jessi le dedica miradas furtivas, como si el hombre que tenemos delante fuera irreal... aunque pensándolo bien, lo es, por dios santo ¿A quién engaño? Tiene el tipo de belleza que te hace cuestionarte la existencia misma.
Lo escanea visualmente un poco más antes de despedirse dejándonos solos.
Invito a Karim a sentarse y cuando se abre el abrigo una pequeña bola de pelo salta de su bolsillo interior asustándome en el acto.
- ¡Milo prometiste comportarte! - Su cara se llena de vergüenza mientras se agacha a recoger al pequeño gato negro- Lo siento bella dama- Se excusa- Mi felino aún no sabe mucho de modales, pero no he querido dejarlo solo en casa.
- Es adorable- Es tan pequeño que se envuelve entre los dedos de Karim jugando con los anillos que lleva puestos, sus ojitos verdes lo hacen aún más adorable.
- ¿Quieres sostenerlo? - Propone y yo sonrío.
- Por favor- Apenas me lo entrega y el pequeño se acurruca en mi regazo ronroneando.
- Le agradas- Asegura- Linda oficina- Repara el lugar poniendo especial atención en los jarrones con las flores que me envió. - Bella dama... seré honesto, te envíe flores el viernes y hoy por la mañana- Se remueve nervioso antes de continuar- Tu silencio al respecto me ha atormentado estos días y temo haberte importunado, es por ello que viene hasta aquí a ofrecer mis disculpas si es necesario.
- ¡Oh por dios! ¡Nada de eso! - La voz me falla ante el nerviosismo- Yo realmente tenía planeado enviar un mensaje de agradecimiento por tan lindo detalle ... es solo que he tenido tanto trabajo hoy que...yo...- ¡Soy una persona horrible! - Perdona no quise parecer descortés de ninguna manera- Termino disculpándome apenada.
Maldición, así que está aquí porque no di señales de vida respecto a las flores.
-Ahora veo que no te incomodaron mis presentes- Sonríe sacándome de mi miseria- Tengo que decir que las flores resplandecen en la oficina magnifícame.
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Jaulas de Noche
RomanceCuenta la leyenda que un príncipe una vez se enamoro, y no supo que demonios hacer con ese vacío en su estomago. Cuentan que la miraba con ojos de ángel y que al tocar su piel se quemaba de pasión, cuentan que conoció su propio infierno, en la boca...