¿Cómo...?

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Los rayos de luz asomaban por la ventana, los pájaros cantaban sus alegres melodías de buenos días... Realmente me despierta mi madre, abriendo las cortinas de par en par y poniéndome el despertador en el oído. ¡Qué delicada forma de empezar el día!

―¡Mamáaa! ¡Déjame dormir! ―le replico con cara de cansancio―.

―Es jueves y tienes que ir al instituto. ¡Vamos! ―me responde alegre, intentando contagiarme algo de su felicidad―.

¿Qué demonios le pasa a esta mujer? ¡No hay forma de descansar! —dije para mis adentros―.

­―En 20 minutos vuelvo y espero que estés lista. Si no es así, prepárate... ­―advirtió, con su típica postura de enfado―.

—¡Sólo quiero dormir! ¿Tanto pido? ―rechiné.

Ignorando las advertencias de mi madre, me coloqué de nuevo las sábanas. Tras acomodarme en mi confortable almohada, noto algo frio que me cae encima. ¡Era agua helada!

―¡Mamá! ¿Qué haces? ―le reproché, muy enfadada.

―Te lo advertí hija mía ―respondió, con una sonrisa de oreja a oreja.

 Vaya comienzo más asqueroso de día. Asumiendo mi destino, impuesto por mi madre, me levanto somnolienta y voy directa al baño a darme una ducha para despejarme.

Hace bastante calor así que me decanto por unos short negros un poco rasgados, una blusa de tirantes de color azul marina y mis Nikes también de color negro. Cabello suelto para que se seque y cero maquillaje.

Me olvidaba. Me llamo Aria Powell. Soy alta, de cabello oscuro como la noche y ojos color café intenso. Agarro mi mochila, que parece un arco iris y bajo las escaleras para ir a la cocina a desayunar.

―¡Por fin! ―dice mi madre a la vez que eleva sus brazos al aire­. ― Desayuna rápido o llegarás tarde... Toma dinero y vete en cuanto termines.

­―¡Qué estrés! ¡Si me desmayo y provoco un accidente será por tu culpa! ―le solté y sorprendentemente, no obtuve respuesta por su parte.

Cojo mi celular, me pongo los cascos y comienzo mi camino hasta el "insti". Nada más llegar me encuentro a mi mejor amiga: Lisa.

―¡Hola perra! ­―me saluda, en nuestras formas cariñosas, a la vez que me da un abrazo.

­―¡Hola "bitch"! ―le contesto.

Es mi mejor amiga desde que me mudé aquí con mi madre hace unos años. Es delgada y alta, al igual que yo, con la diferencia de que es castaña tirando a rubia y tiene unos ojos de color avellana muy claros.

―Hey hermosas ―nos saluda Lucas, que viene en compañía de Tom.

―Hey idiotas ―respondo alegremente, copiándole su saludo.

Los dos son muy parecidos. Altura similar, misma edad que nosotras, 17 años y cuerpos trabajados. Se diferencian sólo en el pelo, el de Tom es más claro aunque por tener tienen hasta el mismo color de ojos y pelo.

Ellos son mis mejores amigos.

―¡Delante nuestro no, por favor! ―bromeé al ver que se besaban Lucas y Lisa. Olvidé decir que están juntos. Hoy no sé ni dónde tengo la cabeza...

Se rieron hasta que sonó la campana. Al infierno se ha dicho.

***

―¡No, no y no! ―dicen asustados Tom y Lucas.

—¿Por qué no? Será divertido ―argumenta Lisa, casi mofándose de sus caras.

—No es divertido... ―responde Tom, ya pálido solo de pensarlo.

Lisa y yo queríamos quedar esta tarde en mi casa para ver una película de terror pero los chicos son tan cagados que se niegan. Bff, hombres.

―¡Venga, no seáis cobardes! ―les digo en tono provocador, quitándole la manzana a Tom para darle un bocado.

―¡Oyeee! Me iba a comer la manzana ahora, era mi almuerzo... ―lamentó el pequeño Tom.

―Muy tardeee.

―Tom y yo no vamos a ver la película esa, no queremos. ¿Habéis entendido? No insistáis más. ―esas fueron las primeras palabras de Lucas en esta conversación.

***

―¿Por qué nos dejamos convencer siempre, Lucas? ―rechinó Tom, aferrado a un unicornio lila.

―¡Es mío! ―le grito, dándole un puñetazo en el brazo.

―¡Que bruta que eres Aria! ―vocea Tom mientras se toca su brazo derecho, dolorido y me devuelve el unicornio.

―Ya pasó Snake... Te he salvado del asqueroso Tom ―explico al peluche, mientras acaricio su suave tela.

―¡No soy un asqueroso! ―recrimina, ofendido por la palabrita "asqueroso".

―Callaos que voy a poner la peli ―interviene Lisa, parando la discusión.― Se llama "El Conjuro".

―Eso no da miedo ―agregó Lucas, en tono bajo e inseguro.

Él era feliz con su bol de palomitas y... ¿una peluca rosa? ¿De dónde habrá sacado eso? ―pienso en ese momento.

Mejor ni preguntar.

***

―¡Ayyy! ―gritan de miedo los chicos, al unísono.

―¡Qué haces! ¡Quítate de encima inútil! ―le chillé a Tom.― Me estoy quedando sin oxígeno, puto gordo.

―Ya ha acabado la película, ¿te quitas de encima? ―me tira al suelo, para finalmente ayudarme a levantarme a mí.

Estaba harta y con la zapatilla en mano, dispuesta a tirársela cuando una voz irrumpe en la sala...

―Aria, cariño... te... ¿Qué ha pasado aquí? ―nos vocifera, viendo como el suelo del salón estaba lleno de palomitas, almohadas y ¿plumas? .

―Nada... ―le respondimos todos casi a la vez.― ¿Qué necesitas mamá? ―le pregunto, bajando la zapatilla, mirando mal a Tom, haciéndole consciente que de esa no se salva.

―Ven aquí Aria, quiero hablar contigo, es importante.

Que yo sepa no hice nada malo.

Ya enfrente de ella le digo:

―¿Qué me quieres decir? Puedes decirlo delante de ellos, no me importa.

Da un vistazo a la zona en la que estaban ellos, expectantes y me mira fijamente a los ojos.

―Lo hablamos mejor en la cocina. Venid los cuatro...

Se da la vuelta y en ese momento aprovecho para tirarle la zapatilla a Tom. Le doy de lleno en la cabeza. Que puntería que tengo.

―¿Y eso a qué viene?

―Por casi aplastarme, pedazo simio.

―¡No soy un simio!

―¡Sí lo eres!

―¡Qué no!

―¡Sí!

―¡Chicos, basta! Nos está esperando tu madre ―recuerda Lucas.

Llegamos los cuatro a la cocina, cabizbajos y cogemos sillas, disponiéndonos en fila y enfrente de mi madre.

―¿¡Qué pasa!? ―chillo inquieta. La paciencia nunca ha sido lo mío.

―Vuelves a Nueva York, a Manhattan ―suelta de golpe tras unos largos segundos de silencio ¿Es cierto?

―¿Cómo...? ―fue lo único que logré responder, estábamos todos en shock.



Aria en multimedia. 

Espero os guste la historia, porffa votad y comentar.

Os saludeo. :p

New York, Manhattan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora