Después de todo ese "espectáculo", por decirlo de alguna forma, cada uno fue a su respectiva clase. Los trabajos me salieron de maravilla y el resto de la mañana se paso volando.
Los pasillos ya estaban desiertos al salir de la biblioteca. Si, me quedé una hora más para poder terminar tranquila unos cuantos ejercicios que mandó el profesor de biología.
Por fin lista, me dirijo a la entrada del instituto donde, supuestamente, Emma estaría para recoger me. Y... Adivinen. No hay nadie, el estacionamiento esta totalmente desierto.
Agh, maldita sea. Ahora no pasan autobuses que me dejen cerca de casa. Miro la hora en mi celular y, esta sin batería. Seguro llegaré tarde al partido. Perfecto, simplemente perfecto.
Dejo mi celular en el bolso y saco mi IPod junto a los auriculares y me los coloco.
Ya lista para recorrer más de cuatro manzanas, comienzo mi caminata.
Cuando llevaba más o menos una cuadra volví a tener esa sensación de que me observaban.
Últimamente siento que me observan cada vez que piso la calle. Y es una sensación horrible.
Miro disimuladamente sobre mi hombro, y, lo único que veo es gente, cada una en su propio mundo sin prestar atención a lo que hay a su alrededor.
Miro, esta vez, a la calle continua, y, lo mismo. Gente despreocupada, poniéndole atención a lo suyo.
Quizás me esté volviendo una loca. —digo para mis adentros.
Sigo mi caminata despreocupada hasta que un auto gris oscuro se pone justo a mi lado.
Acelero el paso, quizás solo lo este mal interpretando. Pero, al ver que el auto pasa por mi lado y se para un poco más adelante mía, me asusto.
Acelero aun más mi paso hasta pasar el auto. De pronto escucho una puerta abrirse y seguidamente cerrarse. ¿Como lo escucho? Fácil, tengo el volumen a cero.
Iba a echar a correr cuando una mano agarra firmemente mi brazo causando que me asuste y gire inmediatamente encontrándome con unos ojos azules hermosos. Pero no los cuales he pensado tanto últimamente.
Me suelto de su agarre y le pego fuerte en el hombro.
— ¡Auch! —se queja por mi golpe. — ¿Eso por qué? —pregunta frotándose la zona adolorida.
— ¡Me asustaste imbécil! ¿A quien se le ocurre perseguir a alguien con su auto? ¡Ah, si, a ti! —exclamo enojada.
—Te vi andando sola, y, como sé que tu apartamento queda lejos te iba a decir que subieras. Pero aceleraste el paso y tuve que adelantarte. —se justifica.
— ¡Pues vaya manera Liam! —intento controlar mi respiración por el susto.
— Lo siento. ¿No deberías estar preparándote? —pregunta curioso con su ceño fruncido.
— Me quede ha terminar unas cosas. Y, bueno, Emma no vino a recogerle así que.... Aquí me tienes. —sonrío un poco.
— Pues a tenido la suerte de.....
— ¿Llevarme un susto de muerte?
— No. Bueno, si. Pero también en que te vi y ahora te llevaré encantado a tu linda casa. —sonríe, le devuelvo la sonrisa y niego con la cabeza.
— Liam, me mude y me he vuelto a mudar. ¿Recuerdas? No sabes como es mi casa. — aseguro. — Bueno, apartamento. —corrijo. — Ni tampoco sabes donde vivo ahora. —apunto.
ESTÁS LEYENDO
New York, Manhattan
Teen FictionAria es una chica de 17 años que se ve obligada a dejar atrás a todos sus amigos para empezar una nueva vida con su padre y su hermano en New York, Manhattan. Deberá volver a su antiguo instituto donde fue humillada pero, esta vez, viene mucho más ...