Me vuelvo a Manhattan, en Nueva York, lugar que para mí es el averno. En su momento decidí irme de allí por un motivo: no iba a soportar más humillaciones.
Ha pasado un tiempo en el que he cambiado. Soy más fuerte, tengo más carácter y gracias a Dios, también tengo unos buenos amigos que me apoyan en las buenas y en las malas. Me ha costado mucho rehacer mi vida y empezar de cero con mi madre como para que ahora, cambie todo de nuevo.
Es verdad que echo de menos a mi padre y a mi hermano Jayden pero no quiero volver. Me niego a revivir todo lo que allí aconteció.
Me falta el aire... Tengo que irme de esta casa...
Cojo las llaves de mi moto y casco y salgo dando un portazo, ignorando completamente las llamadas de mis amigos y mi madre.
Tom.
Yo no paraba de dar vueltas y más vueltas por todo el salón. Lucas solo bufaba y cada pocos minutos, miraba la hora en su celular. Creo que es porque lo estoy poniendo nervioso.
Las chicas llevan cinco jodidas horas desaparecidas. Primero se fue Aria y al poco tiempo se fue también Lisa. Imagino que a buscarla.
Estoy frustrado y agobiado. Muy agobiado. No sé qué hacer. "Vuelves a Nueva York, a Manhattan". Aria se va. La noticia me tiene aún sobresaltado.
—¿¡Te puedes estar quieto Tom!? ¡Me estás estresando! —grita Lucas, levantándose de golpe del sofá—.
—¡Lucas, cinco horas en las que no sabemos nada de ellas! ¡Estoy intranquilo y así seguiré hasta que la vea entrar por la puta puerta!
Lucas ya no me entendía. Resopla y, ya tumbado en el sofá, da unas palmaditas en el sitio de al lado para que me siente.
—¿Todavía no se lo has dicho, verdad? —pregunta echando la cabeza hacia atrás—.
—¿El qué...? —le respondo, haciéndome el tonto—.
—¡Venga ya Tom! A mí no me engañas. Sé que te gusta Aria, tú me lo contaste. ¿Por qué narices no se lo has dicho? ¿A qué esperas?
—Yo... yo... ¡no lo sé Lucas! ¡No lo sé!
—Tienes que...
El sonido de la puerta abriéndose nos hace levantarnos y asomarnos a ver si eran ellas.
Allí se encontraba Aria, con los ojos enrojecidos de tanto llorar y Lisa, dándole cariño con un largo abrazo.
Lucas es el primero que se ofrece para dar su muestra de cariño a Aria con un corto abrazo. Tras ello, da un beso y un abrazo a su novia Lisa.
Doy unos pasos para colocarme enfrente de ella y darle otro abrazo. Triste y concentrado en el abrazo, oigo como solloza y moja mi camiseta con lágrimas. Estuvimos así un buen rato.
Me separó de ella y le quito las lágrimas con mis pulgares, al que sigo con una cálida y reconfortante sonrisa, que segundos después fue respondida por ella.
Esto va a ser muy difícil para mí...
Aria.
Tras una hora de despedida con los chicos, solo queda Lisa, que no tiene ganas de irse aún.
—Ya está todo listo —le digo, mientras cierro la cremallera de la última maleta.
Quería hablar pero no podía. Se dio cuenta y me regaló uno de estos abrazos especiales de mejor amiga que acompañó con unas promesas:
—Prométeme no meterte en problemas y no romper muchos corazones. Haz nuevas amigas y...
—Tú siempre serás mi mejor amiga —interrumpo, aclarando algo que para mí es obvio. ― No tengo intención de ligar ni de hacer amigos. Solo quiero que todo esto sea un mal sueño del que pueda despertar...
Nos dimos otro abrazo más y lloramos juntas.
Establecimos que mantendríamos el contacto y que nos llamaríamos todas las noches.
—Ten cuidado que no se te acerque ninguna perra.
Mi vuelo salía al día siguiente a las 10:30. Después de haberme desahogado con Lisa y con la mente tranquila sabiendo que ya tenía todo listo, me tumbé en mi agradable cama y caí rendida en los brazos de Morfeo.
***
"Los pasajeros del vuelo 316, vayan a la puerta de embarque".
—Ese es mi vuelo.
Me separo de ellos, me despido por última vez y cojo mis maletas y mi mochila. Estaba yendo hacia la puerta de embarque cuando alguien me agarra de la muñeca.
Inmediatamente me giro y me encuentro con los ojos de Tom, rojos y vidriosos. A él le sale darme un abrazo que no tardo en replicar.
—Te echaré mucho de menos, pequeña demonio.
Es extraño pero en aquel momento de pena consigue sacarme una sonrisita.
—Yo también te extrañaré, idiota.
Me encanta esa colonia que lleva. Me vuelve loca...
—Adiós Tom.
—No es un "adiós", es un "hasta pronto" —me garantiza, con una vergonzosa sonrisa.
—¡Cuida de ellos y no dejes que se metan en problemas! ¡Te dejo al mando! —digo mientras me alejo.
—Ya sabéis chicos, estoy al mando —afirma Tom con un gesto de gloria.
—Se lo decía a Lisa, bobo...
Escucho como se ríen antes de perderlos de vista.
Subo al avión y ya en mi asiento me coloco mis auriculares.
Con la música puesta recuerdo las palabras de Tom:
No es un "adiós", es un "hasta pronto"...
Espero os este gustando hasta ahora. Votad y comentar.
Os saludeoo :p
ESTÁS LEYENDO
New York, Manhattan
Teen FictionAria es una chica de 17 años que se ve obligada a dejar atrás a todos sus amigos para empezar una nueva vida con su padre y su hermano en New York, Manhattan. Deberá volver a su antiguo instituto donde fue humillada pero, esta vez, viene mucho más ...