Por fin ha llegado el viernes. Mañana Robert, mi padre, se iría a su viaje de negocios cosa que es estupenda ya que tendremos la casa para nosotros pero, lo echaré de menos. No llevo aquí más de una semana y se tiene que ir de viaje. Por otro lado esta Jayden, no le he vuelto a dirigir la palabra, aunque haya insistido en explicarme, según él, el por qué lo hizo. ¿Explicar qué? No hay nada que explicar, si lo dijo fue por que lo pensaba si no, no hubiera dicho nada.
Me levanto y hago la misma rutina de todas las mañanas. Esta vez opto por ponerme unos vaqueros negros rasgados en las rodillas, una camiseta manga corta color roja y a juego unas Converses del mismo color que la camiseta. El cabello atado en una coleta alta y un poco de rímel.
(...)
— ¡Aria es viernes! —exclama Emma emocionada, sentándose junto a mí en la mesa que solemos sentarnos.
— ¿En serio? No me había dado cuenta. —digo en un tono irónico. Me fulmina con la mirada para luego soltar un largo suspiro.
—Esta noche hacen una fiesta los del equipo de fútbol americano, en la gran mansión de Andrew. —informa dejando pasar mi ironía. — Y sus fiestas son fabulosas. —añade.
— No sé Emma... —digo un tanto, insegura.
— Sí sabes, vamos a ir te guste o no. —ordena. —Va ha ser una gran fiesta y hay que aprovechar mujer. —asiento no muy segura.
—Bueno, tu ganas. —nada más decir eso, pega un salto de alegría.
Un estruendoso ruido provoca que demos un pequeño salto en el sitio. Miramos al culpable y, nada más verlo, una sonrisa se expande por mi rostro.
— ¡Alex! —exclamo y me lanzo abrazarlo por encima de la mesa
—Wo Aria, yo también te extrañé. —suelta una pequeña risa.
Esta semana Alex y yo hemos estado quedando de vez en cuando. Nos hemos conocido un poco más, es un chico encantador y cada vez me cae mejor.
— ¿Vais a ir a la fiesta? —pregunta ya cuando nos hemos separado y cada uno se ha sentado.
— Si. Seguro será increíble. —afirma Emma.
— Vais ha tener la suerte de que os acompañe este lindo y sexy chico que tenéis delante. —una sonrisa arrogante se extiende por su rostro.
— Tú vas a tener la suerte de que te acompañen estas lindas, sexy y extraordinarias chicas. —le doy otro bocado a la manzada de mi bandeja. Alex estaba apunto de responder cuando la campana lo calla. Se levanta, nos da un beso en la mejilla a cada una y se va corriendo.
—Seguro tiene con la Jefa. —dice Emma terminando su almuerzo.
La Jefa es la profesora de francés y hacerme caso cuando os digo que si no llegáis a tiempo estáis castigados al menos un mes. Y no exagero. Nos levantamos para irnos a clase pero antes agarro lo que queda de la manzana. Nos miramos y bufamos
—Física. —decimos a la par con pesadez.
Nos dirigimos a los vestuarios y nos cambiamos. Unas mayas negras junto a una camiseta gris con el logo del instituto y salimos.
Esperamos a que la profesora dé las órdenes del día. Los chicos del equipo de fútbol americano están practicando en el campo. Todos juegan muy bien pero, solo dos llaman mi atención. Puedo ver el rostro de uno; Jayden. Ahora entiendo por qué llamó mi atención, es muy bueno y no me extraña, por algo es el capitán del equipo. El otro chico no puedo ver su rostro bien, pero igual juega bastante bien.
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New York, Manhattan
Teen FictionAria es una chica de 17 años que se ve obligada a dejar atrás a todos sus amigos para empezar una nueva vida con su padre y su hermano en New York, Manhattan. Deberá volver a su antiguo instituto donde fue humillada pero, esta vez, viene mucho más ...